Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

Archivo para diciembre, 2020

Hay un poderoso aviso

El arrebatamiento de la Iglesia 

Por Olga Miranda 

Este 2020 ha sido un año de muchas pruebas para toda la humanidad, incluidos los cristianos. Hemos vivido una crisis mundial en muchos aspectos: desde lo económico, el desempleo, la salud mermada por un virus desconocido -Covid 19- que ha cobrado la vida de muchas personas, así como problemas psicoemocionales; y la tierra ha padecido diversos temblores e inundaciones. 

Esto significa un poderoso aviso de que el Señor Jesucristo pronto volverá por su Iglesia, porque está escrito en la Palabra de Dios y porque así lo prometió a quienes hemos creído en Él. 

La profecía bíblica se está volviendo historia ante nuestros ojos. El señor Jesús nos advirtió: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:44. 

El Señor Jesús vendrá inesperadamente. ¿Estás preparado? La disposición de encontrarse con Jesús en cualquier momento se muestra primeramente en una vida celestial y en una permanente espera de su retorno. 

“Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. Filipenses 3:20. 

La pregunta para nosotros es: ¿Estás realmente desatado y desligado de las cosas de este  mundo? 

Cuántas veces el apóstol Pablo dijo que deberíamos estar esperando a Cristo. “…Esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 1:7. 

“… Así también fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. Hebreos 9:28. 

“…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Tito 2:13. 

“… y esperar de los cielos a su Hijo”. 1 Tesalonicenses 1:10. 

“Y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese”. Lucas 12:36. 

El Señor Jesucristo regresará en un instante. Él viene en las nubes y viene por su Iglesia, que se prepara cada día para el encuentro con su Señor.  

Pero, ¿qué sucederá con los que murieron creyendo en el Cristo redentor? 

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. 1 Tesalonicenses 4:16. 

“He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”. 1 Corintios 15: 51-52 

El gran Maestro vendrá sin previo aviso, así que para los tiempos que estamos viviendo debemos observar las señales proféticas que se están cumpliendo.  

Así como cae la noche y de repente cae un rayo, así llegará el Señor Jesús y entonces la eternidad penetrará en el tiempo, y la consecuencia de este repentino suceso será maravillosa para los hijos de Dios que esperan y aguardan. Por lo tanto, debemos estar preparados para esa transformación, para ese encuentro con el Salvador y tener esa conexión vital con Jesús. 

Del mismo modo, cuanto más luminoso es el rayo, tanto más fuerte y rápidamente viene el trueno. Así el señor Jesús, la luz del mundo, viene para el juicio del mundo; por cierto en la venida de Cristo también viene una separación porque no todos serán arrebatados. 

“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada”. Mateo 24: 40-41 

Así que querido hermano, querida hermana aún es tiempo para buscar a Dios, para creer en el Cristo y pedir perdón por nuestros pecados, hacer oración y esperarlo. Así dice la escritura: 

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”. Isaías 55:6 

Recordemos que cuando el señor Jesús se despidió de sus discípulos, habló mucho sobre su retorno. Generalmente la gente se consuela, cuando tenemos que despedirnos y siempre  decimos: ¡Nos veremos nuevamente! 

Esta es nuestra esperanza viva. Jesús mismo lo dijo: 

“En la casa de mi Padre, muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14: 2-3. 

También prometió que: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada”. Juan 16: 22-23. 

Hermanos vivamos para Cristo y algún día le veremos a Él como ÉL es. Confiemos en sus promesas y seguir el camino de la santificación, sin la cual nadie verá al Señor Jesús. 

¡Muchas bendiciones para ustedes hermanos!