Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

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¿Cuándo llegará la paz a este mundo?

Por Olga Miranda 

Con mucho respeto dedico este texto a la Comunidad Cristiana Restauración Neza, por enseñarme a perseverar en el Señor Jesús, pese a las adversidades 

¿Llegará algún día la paz al mundo en el que vivimos? ¿Dejará de haber guerras alguna vez?

El conflicto armado entre Rusia y Ucrania no es el único que actualmente se desarrolla en la tierra. Según ‘esglobal’, de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior, hay otras diez guerras activas en este 2022.  Son señales de los últimos tiempos. El Señor lo profetizó en Mateo 24: Habrá guerras y rumores de guerras.

Ese mismo capítulo enseña que Israel es el reloj profético para observar las señales y las profecías de los últimos tiempos escritas en la Biblia, las cuales se están cumpliendo ante nuestros ojos. 

Cuando el Señor Jesucristo venga por segunda vez, lo hará como el Mesías de los judíos, entrará en Jerusalén y se sentará sobre el trono de David. Cuando eso suceda, también habrá llegado la paz a Israel. Comenzará una nueva era, que las Sagradas Escrituras llaman el Milenio (el reinado de Cristo por mil años), en que todo el mundo será gobernado desde Jerusalén. Habrá llegado así la paz a todo el planeta Tierra.  

La barca del pueblo de Israel 

En su primeras venida hace dos mil años, el Señor Jesús anduvo entre su pueblo Israel e hizo milagros en abundancia. Veamos una historia narrada por el apóstol Juan, la cual nos enseña a tener fe en Jesús pese a las adversidades. 

En Juan 6:16 dice: “Cuando anochecía, sus discípulos descendieron al mar”.  

Aquí los discípulos estaban sin Jesús y, en este caso, es una figura profética para todo el pueblo de Israel. En esa barca, Jesús, con quien habían tenido una comunión maravillosa, y habían presenciado el milagro de los panes y peces, ya no estaba con ellos. 

Así como los discípulos de pronto estuvieron solos en el barco, del mismo modo, desde su partida, Él echó a Israel al mar de las naciones. 

A continuación dice de los discípulos en el versículo 17: “… entrando en una barca iban cruzando el mar hacia Capernaum. Y había oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos”. 

Esta es la historia de Israel. La oscuridad que describe representa el tiempo de Israel sin su Mesías, el tiempo en el cual Él no ha regresado a la barca, Jerusalén. El tiempo desde el cual Israel estuvo disperso en el mar de las naciones y una gran oscuridad vino sobre los judíos (desde el año 70 de nuestra era). Recordemos, por ejemplo, el oscuro tiempo de la Edad Media o la época nazi. 

En el versículo 18 dice: “Y se agitaba el mar porque soplaba un gran viento”.  Aquí describe proféticamente la última gran tribulación que vendrá sobre Israel, y cuando el viento del mar de las naciones bajo conducción del anticristo, en odio y violencia, sobrevenga sobre Israel. Pero éste, también, será el momento en que el Mesías habrá de volver. 

Los discípulos se encontraban, con este viento y el fuerte oleaje, en el más grande apuro. 

Pero en el versículo 19 expresa: “Entonces, cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús caminando sobre el mar, y acercándose a la barca y tuvieron miedo”. 

Que exacta es la palabra profética, porque como aquí está descrito sucederá con Israel. Jesús volverá y los judíos tendrán temor. ¿Por qué? Porque entonces verán a Áquel que traspasaron y harán a causa de Él un gran lamento.  

 Véase Zac. 12:10: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”. 

Pero Él les traerá paz, y su temor se convertirá en alegría, tal como está escrito en Juan 6:20, cuando les dice: “¡Yo soy; no temáis!”.  

En el versículo 21 continúa diciendo: “Entonces ellos quisieron recibirle en la barca, y de inmediato la barca llegó a la tierra a donde iban”.  

Aquí ocurrió un milagro en medio de la oscuridad: cuando ellos se sentían solos; y este milagro también sucederá cuando el Señor Jesús vuelva. 

Entonces “todo Israel será salvo” (Ro. 11:26), porque todo el remanente de Israel reconocerá a Jesús como su Mesías y ellos le recibirán en su “barca”. 

Y estarán “en tierra”, como sucedió con los discípulos: inmediatamente antes estaba el viento huracanado y el alto oleaje, entonces le recibieron y ya estuvieron en tierra. 

La terrible tempestad y las amenazantes olas de la gran tribulación serán calmadas por la aparición del Señor Jesús. Israel llegará al sosiego y Jesucristo será el centro de Israel. 

Cuando Cristo vuelva a la tierra, ésta se transformará (Véase Ez. 47:8-10) porque aguas vivas fluirán desde Jerusalén, habrá dos ríos y quien entre a esas aguas vivirá y también habrá sanidad. 

Esto ya se cumple en la Iglesia, en todos aquellos que hemos creído en Cristo Jesús, ya que Él mismo dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva fluirán en su interior”. (Juan 7:38). 

Estimados lectores hay que seguir orando porque pronto se cumplan las promesas del Señor Jesús. Y cuando enfrentemos momentos difíciles, debemos recordar que Él siempre estará con nosotros, porque así lo prometió. 

¡Dios les bendiga! 

Cristo en el centro de tu vida

 Por  Olga Miranda 

¿Por qué es importante tener a Dios en nuestro corazón? En la Biblia podemos encontrar diversos ejemplos de personajes que le dieron el primer lugar a Dios y lo pusieron en el centro de su corazón espiritual. 

Amar a Dios y obedecerlo es un acto de fe y esperanza para los que lo conocemos, y aún para los que no lo conocen, pero atraviesan una dificultad en su vida. 

En los últimos dos años hemos sido testigos de cómo la maldad se ha multiplicado, cómo la gente se pasa más tiempo en los celulares o en las computadoras; cómo se añaden enfermedades a las que ya conocíamos y son más recurrentes. Sólo por covid 19 han muerto alrededor de seis millones de personas y se han reportado 532 millones de casos en todo el mundo. A pesar de todo lo que hemos visto y vivido, hay una esperanza para el cristiano, que se extiende a quienes no conocen a Dios. 

Es tiempo de desprendernos de nuestro ego y de todo aquello que nos impide acercarnos a Dios, llámese consumismo, dinero, trabajo, diversiones, idolatría, etcétera. Hay tiempo de gracia todavía por parte de Dios para la humanidad y podemos acudir al Señor Jesús en todo momento. 

La Palabra de Dios dice: “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Corintios 5:15).  

Imaginemos el Gólgota: Él, allá en la cruz, quien en sí mismo es la vida y todo lo ha creado, derramó su vida en su sangre, si hablamos del Cristo redentor. El poder de su muerte y de su resurrección nos ha liberado de las ataduras de este mundo. 

El Señor Jesús no sólo murió para que nuestros pecados sean perdonados y que lleguemos al cielo y alcancemos un futuro glorioso, sino para que todos aquellos que han llegado a la fe personal en Él, renuncien a una vida para su propio ego. 

¿Qué significa tener a Cristo en el centro de nuestra vida? 

Significa desprendernos de nosotros mismos. El objetivo de nuestro llamamiento lo habremos alcanzado si todo en nuestra vida señala a Jesús. 

Muchas veces dedicamos más tiempo a lo que nos satisface, a comprar cosas, a las redes sociales, a ver películas, asistir al futbol, a ver las telenovelas, ir al trabajo, pero a Dios, cuánto tiempo dedica usted a su devocional personal. La respuesta la sabemos cada uno de nosotros, pero siempre es necesario pasar un tiempo en comunión con el Señor Jesús. 

Las personas deben saber que Cristo, a través de su Espíritu Santo, está morando en nosotros. El apóstol Pablo lo expresó de la siguiente manera: “Conforme a mi anhelo y esperanza: que en nada seré avergonzado; sino que con toda confianza, tanto ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, sea por la vida o por la muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Fil. 1:20-21). 

¿No deberíamos nosotros también tener este profundo anhelo en el corazón y perseguirlo hasta que todo en nuestra vida señale hacia Cristo? 

La persona que tiene a Jesús en su corazón espiritual le otorga el primer lugar en su vida. También vive íntegramente y no retiene nada para sí, su amor proviene de un corazón íntegro. 

Quien conoce a Jesús tiene una mirada profética para el Señor en los tiempos venideros. El que tiene a Jesús en el centro de su corazón espiritual, siempre hace algo que tiene valor eterno ante Dios. 

La invitación es que busquemos más a Dios, leamos su Palabra, dediquemos tiempo a la oración y servirle en todo lo que podamos. Dios nos ama profundamente. Es necesario volver la mirada a Dios en estos tiempos difíciles. 

¡Dios les bendiga! 

¿Cuál es el propósito del bautismo?

 Segunda parte 

 Por Olga Miranda 

El último y solemne mandamiento dado por nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos, antes de ascender a los cielos, fue éste: “Id y doctrinar a todos los gentiles, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. (Mateo 28:19) 

Los apóstoles y todos los cristianos consideraron desde entonces que su principal misión en la tierra es la de evangelizar a toda criatura. Iban, por lo tanto, de un lugar a otro, predicando el evangelio y aquellas personas que se arrepentían y recibían la Palabra de Dios en sus corazones, eran bautizadas, y mediante este acto declaraban su fe personal en la obra y persona de Jesucristo. 

¿Qué significa el bautismo? 

La palabra “bautismo” proviene del griego “baptízein” y del latín “baptizare”. Significa sumergir y hace referencia al bautismo de Cristo en el agua. 

El bautismo era administrado por inmersión en agua, significa una plena y eterna consagración  de la persona cuando se bautiza, al servicio y el honor del Padre, quien dio a su Hijo para redención de los pecados de la humanidad. 

Nuestro Señor Jesucristo, lo mismo que la multitud que acudía con Juan Bautista, fue bautizado en el río Jordán. 

El bautismo invita a toda persona que ha creído y tiene fe en Cristo a que confiese y se arrepienta de sus pecados, esto representa un acto de obediencia a Dios.  

¿Cuántos tipos de bautismo hay? 

El bautismo en agua, en Espíritu Santo y fuego. Veamos el siguiente texto. 

Mateo 3:11  

“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. 

Siempre que la Biblia habla de fuego simboliza el juicio purificador y destructor. El llamado bautismo en fuego, con el Espíritu Santo, es un juicio más a fondo sobre el viejo hombre porque el Espíritu Santo, convence de todo pecado.  

San Juan 16:8 

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. 

El Espíritu de Dios puede actuar a través de una persona porque Él hace permanentemente su obra mediante el fuego purificador. 

Es decir, cuando el Espíritu Santo regenera al pecador, el bautismo en fuego purifica el alma dando muerte al hombre viejo, lleno de pecado. 

Romanos 6:1-6 

Muertos al pecado porque ya han sido bautizados en Cristo, quien resucitó de los muertos por la gloria del Padre. 

1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 

2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 

3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 

4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 

5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 

6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 

Con el bautismo en fuego se crea una nueva forma de vivir en el Espíritu. La morada interna del Espíritu continúa purificándonos dándonos poder para darle muerte a las obras pecaminosas de la carne.  

Romanos 8:13 

“Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”. 

¿Los niños deben bautizarse? 

No, la Biblia cita que cuando Cristo dijo: “Dejad  a los niños venir a mí”, significa que Cristo tomó a los niños en sus brazos y los bendijo, pero no los bautizó. 

Y luego, ¿no tomó nuestro adorable Salvador en sus brazos a los niños que no habían sido bautizados?, declarando que el reino de los cielos es de ellos. (Mateo 19:14). Los niños no tienen pecado, por lo tanto no deben bautizarse cuando son bebés, sino hasta que toman conciencia de sus actos y deciden entregar su vida a Cristo. 

¡Dios les bendiga hermanos! 

La higuera, sombra y figura de la salvación

Por Olga Miranda M 

(Segunda parte)

En 2 Reyes 20:5-7 el Señor le dice al profeta Isaías: 

5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. 

6 Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. 

7 Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó. 

¿Qué aprendemos de esto? 

En primer lugar, la higuera, Israel, está puesta para salvación. Israel es para la humanidad, para todas las naciones, como una venda sanadora de pasta de higos. 

Pero este pueblo no es salvación y bendición sobre la tierra en sí mismo, sino por medio de Aquél que viene de Israel y que se ha convertido en el sacrificio para el mundo: Jesucristo. 

Éste ya era el designio de Dios con Abraham, cuando ÉL le dijo al patriarca: “… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gn. 12:3). 

Jesús es el Salvador del mundo, pero Él salió del mundo del judaísmo. Esto significa que de Israel, Dios  hizo venir, en su hijo Jesucristo, la salvación para el mundo entero. 

Los botánicos describen a la higuera de la siguiente forma: Tiene un tronco torcido y corteza brillante. Israel, en sí mismo, es torcido y rebelde, pero es brillante en y a través de Jesús. Por ejemplo, Moisés, en sí mismo, también era torcido. Pero cuando salía de la presencia de Dios: “… la piel de su rostro resplandecía” (Ex. 34:29). 

Las ramas se extienden en todas las direcciones y tienen hojas quíntuples. Israel se convirtió en salvación para todas las naciones. Primeramente se proclamó el evangelio en Jerusalén, en Samaria y en Judea, pero luego se extendió- desde Israel (la higuera)-, en todas las direcciones, a todos los pueblos. 

Hojas quíntuples: El cinco en la Biblia es el número de la gracia. Una venda quíntuple de higos fue puesta sobre el lugar enfermo en el cuerpo de Ezequías, y él se sanó. Y Jesús tenía cinco heridas, las cuales se convirtieron en salvación para el mundo. 

En Isaías 49:3 está escrito: “Y me dijo: Mi siervo eres tú, oh Israel, porque en ti me gloriaré”. Aquí vemos la identificación de Israel con su hijo más importante, Jesucristo. La higuera, Israel, en combinación con Jesús, el Mesías, se convirtió en la salvación del mundo. 

La futura salvación de Israel 

Vayamos nuevamente al Rey Ezequías, quien ya se enfrentaba a la muerte, pero imploraba con lágrimas, al Señor por su sanidad. (2 Reyes 20: 5-7). 

Así como Ezequías, también Israel se encontraba en gran agonía todavía, porque todas las naciones de la tierra se reunirán en Armagedón, en el tiempo de la gran tribulación, y se levantarán contra Israel para destruirlo completamente. 

Pero, entonces este  pueblo, en agonía, hará como Ezequías y clamará al Señor con sus últimas fuerzas. Dios escuchará su ruego y sanará a su pueblo e Israel otra vez podrá entrar al templo, porque Jesús establecerá el templo del reino milenial. Él vencerá a los enemigos de Israel y protegerá la ciudad de Jerusalén. 

La historia de Ezequías combina con las declaraciones de Dios sobre el futuro de Israel y la venida de Jesús. Así, ya podemos ver en la venda de pasta de higos, por la cual fue restaurada la salud de Ezequías, un paralelo con la higuera restaurada de Mateo 24: «De la higuera aprended la parábola…” 

No sabemos el tiempo exacto de la venida de Jesús para su iglesia, ni el día de la venida para su pueblo Israel. Pero si vemos en nuestros días la restauración de la higuera: Israel es encaminado hacia su sanidad. 

Y el Señor Jesús ha prometido específicamente en Mateo 24: 34-35:  

34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 

¡Dios les bendiga! 

Hay un poderoso aviso

El arrebatamiento de la Iglesia 

Por Olga Miranda 

Este 2020 ha sido un año de muchas pruebas para toda la humanidad, incluidos los cristianos. Hemos vivido una crisis mundial en muchos aspectos: desde lo económico, el desempleo, la salud mermada por un virus desconocido -Covid 19- que ha cobrado la vida de muchas personas, así como problemas psicoemocionales; y la tierra ha padecido diversos temblores e inundaciones. 

Esto significa un poderoso aviso de que el Señor Jesucristo pronto volverá por su Iglesia, porque está escrito en la Palabra de Dios y porque así lo prometió a quienes hemos creído en Él. 

La profecía bíblica se está volviendo historia ante nuestros ojos. El señor Jesús nos advirtió: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:44. 

El Señor Jesús vendrá inesperadamente. ¿Estás preparado? La disposición de encontrarse con Jesús en cualquier momento se muestra primeramente en una vida celestial y en una permanente espera de su retorno. 

“Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. Filipenses 3:20. 

La pregunta para nosotros es: ¿Estás realmente desatado y desligado de las cosas de este  mundo? 

Cuántas veces el apóstol Pablo dijo que deberíamos estar esperando a Cristo. “…Esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 1:7. 

“… Así también fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. Hebreos 9:28. 

“…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Tito 2:13. 

“… y esperar de los cielos a su Hijo”. 1 Tesalonicenses 1:10. 

“Y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese”. Lucas 12:36. 

El Señor Jesucristo regresará en un instante. Él viene en las nubes y viene por su Iglesia, que se prepara cada día para el encuentro con su Señor.  

Pero, ¿qué sucederá con los que murieron creyendo en el Cristo redentor? 

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. 1 Tesalonicenses 4:16. 

“He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”. 1 Corintios 15: 51-52 

El gran Maestro vendrá sin previo aviso, así que para los tiempos que estamos viviendo debemos observar las señales proféticas que se están cumpliendo.  

Así como cae la noche y de repente cae un rayo, así llegará el Señor Jesús y entonces la eternidad penetrará en el tiempo, y la consecuencia de este repentino suceso será maravillosa para los hijos de Dios que esperan y aguardan. Por lo tanto, debemos estar preparados para esa transformación, para ese encuentro con el Salvador y tener esa conexión vital con Jesús. 

Del mismo modo, cuanto más luminoso es el rayo, tanto más fuerte y rápidamente viene el trueno. Así el señor Jesús, la luz del mundo, viene para el juicio del mundo; por cierto en la venida de Cristo también viene una separación porque no todos serán arrebatados. 

“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada”. Mateo 24: 40-41 

Así que querido hermano, querida hermana aún es tiempo para buscar a Dios, para creer en el Cristo y pedir perdón por nuestros pecados, hacer oración y esperarlo. Así dice la escritura: 

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”. Isaías 55:6 

Recordemos que cuando el señor Jesús se despidió de sus discípulos, habló mucho sobre su retorno. Generalmente la gente se consuela, cuando tenemos que despedirnos y siempre  decimos: ¡Nos veremos nuevamente! 

Esta es nuestra esperanza viva. Jesús mismo lo dijo: 

“En la casa de mi Padre, muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14: 2-3. 

También prometió que: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada”. Juan 16: 22-23. 

Hermanos vivamos para Cristo y algún día le veremos a Él como ÉL es. Confiemos en sus promesas y seguir el camino de la santificación, sin la cual nadie verá al Señor Jesús. 

¡Muchas bendiciones para ustedes hermanos! 

Siete señales del retorno de Cristo

¡Cristo viene pronto!  

Por Olga iranda

(Segunda parte) 

Continuemos con la cuarta señal que nos indica que el fin de los tiempos. El Señor Jesús nos dio la señal religiosa. En este tiempo debemos tener especial cuidado con las personas que se dicen cristianas: “Porque vendrán muchos en mi nombre”, dice en Mateo 24:5. 

Cabe destacar la expresión “muchos”, también se refiere a una multitud de falsas doctrinas y falsos Cristos. En un vistazo a la religión del último tiempo, el Señor utiliza en el mismo capítulo tres veces el verbo “engañar”. 

“Mirad que nadie nos engañe (v. 4); y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (V. 11); “porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios; de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos. Ya os lo he dicho antes” (V. 24-25). 

El Señor Jesús destacó esto tres veces en el mismo discurso, entonces vemos que precisamente, el engaño religioso en los últimos tomará una gran proporción. 

No es de maravillarse o asombrarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Su ambiente original es la religión. Él es imitador de Dios. Sólo los que andan plenamente en la verdad, oyen la voz del buen pastor y los que no, pues siguen a los falsos maestros. 

En la actualidad debemos estar atentos y ser muy cuidadosos para reconocer una falsa doctrina. Si algún líder religioso, por llamarlo de alguna manera, de cualquier iglesia, congregación o movimiento enseña o predica cosas que vayan en contra de la Palabra de Dios, o en contra de Cristo y su obra redentora, es un falso maestro.  Como ejemplo podemos mencionar: los mormones, los Testigos de Jehová, la Luz del Mundo, Pare de Sufrir que ahora se llama La iglesia Universal, el catolicismo, entre otras.  

La quinta señal que el Señor Jesús nos da es la moral. Dice así la Palabra de Dios: “Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:38-39). 

Con respecto a este tema se puede decir mucho sobre la ruina moral de los pueblos en el mundo entero. Hoy se casan y se divorcian, vuelven a casarse o de plano viven bajo la inmoralidad sexual, es decir, forman parejas en amasiato o en concubinato. Pero todo esto está “cristianamente” sancionado. 

También hay un desenfreno en el comer y el beber, sino cuántas veces hemos escuchado en las noticias que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.  

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. En ese mismo año, había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad. 

En nuestras ciudades hay antros donde se practica el pecado como el de la prostitución y la homosexualidad. Nuestra juventud está contaminada. 

Con respecto a la homosexualidad, retomaremos una noticia que se dio el 21 de octubre de este año en el Vaticano. El papa Francisco aprobó las uniones civiles entre personas del mismo sexo, argumentando que también son hijos de Dios. 

Pero esta noticia va en contra por lo establecido por Dios. En 1 de Corintios 1:9 dice:  

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones. 

Es clara la Palabra de Dios. ¿Por qué hacen ese tipo de “argumentos”? Las personas que forman parejas del mismo sexo no pueden procrear hijos y mucho menos formarlos en el seno de una familia. 

El fin no puede estar muy lejos. Hoy estamos como en los tiempos de Noé y la mayoría “… y no entendieron”. Sólo los que buscan y siguen al Señor Jesús, los verdaderos hijos de Dios y que siguen el camino de la santificación, perciben todo esto que acontece en nuestros días gracias al Espíritu Santo. 

Si tú no has tomado en serio el seguir a Jesús hasta el día de hoy, entonces es tiempo de creer en Él y sus grandes promesas, arrepiéntete de tus pecados, confiésalos delante de Dios y pide perdón, porque el Señor Jesús está cerca. 

En sexto lugar vemos la señal de Israel que nos dice: ¡Jesús regresa en breve! En la Biblia, Israel está representado simbólicamente como higuera. El Señor Jesús advirtió: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca” (Mateo 24:32). 

Debemos notar que no hay frutos todavía. El pueblo de Israel no se ha convertido. Se aproxima la abominación desoladora, de la que podemos leer en Daniel capítulo 9. 

La amenaza para Israel no son tanto los árabes llenos de odio, aunque ellos están poderosamente armados. La verdadera amenaza para Israel  vendrá de Europa, del restablecido imperio romano, cuando Israel aceptará como mesías el anticristo, cuyo espíritu percibimos ya con gran presión y cuyos pasos resuenan cada vez más. 

El antisemitismo es el medio negativo de unión entre los pueblos, los que de otra forma son desunidos. Los árabes desunidos se unen en el odio contra Israel; representantes de las dos mayores potencias comunistas, Rusia y China, que se odian y están desunidas, han rivalizado en El Cairo con declaraciones antisemitas. 

El nazismo fue vencido y sofocado, más no el antisemitismo. Lo que es real es que el anticristo está en marcha. Él unificará al mundo entero bajo sí mismo, pero el Señor salvará un remanente de Israel. Y justo en el tiempo de mayor necesidad aparecerá el Hijo de Dios, al que rechazaron y traspasaron. La consecuencia de su venida será la conversión nacional de Israel. 

Por último, veremos la séptima señal que el Señor Jesús nos dio. Es la señal espiritual. Tenemos en este tiempo final dos extremos, por un lado, la evangelización mundial como el Señor Jesús lo dijo en Matero 24:14 

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. 

Esto actualmente está sucediendo, lo podemos percibir gracias al Espíritu Santo que ha permitido que muchos predicadores lleven el mensaje de Jesús a varias naciones. Todavía hay libertad de culto y pese a la pandemia hay predicaciones y transmisiones en vivo por las redes sociales e internet. 

Sin embargo, podemos percatarnos de otra señal negativa: el enfriamiento del amor. Dice en Mateo 24:12-13 

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. 

Posiblemente muchos hijos de Dios pregunten: ¿Cómo es posible, que por un lado la actividad evangelística mundial aumenta, y por otro, lado el amor se enfría? 

Podemos ver que la cristiandad está cada vez mejor organizada, de hecho, hoy podemos ver, a causa del Covid 19, a través de las redes sociales hay cultos, estudios y predicaciones virtuales. Y en algunos templos se permite a entrada a los cristianos con sus debidas medidas sanitarias. Pero también existe un enfriamiento del amor hacia la humanidad cada día hay numerosos homicidios, suicidios y también una creciente corrupción en todos los ámbitos sociales, políticos y económicos que ha llevado a la quiebra a muchas familias. 

Así que estimados lectores, aún es tiempo de acercase al Dios Eterno, arrepentirnos de todo lo malo que hayamos hecho y buscar de Dios hasta el último día de nuestra vida terrenal. Porque el Señor Jesús viene pronto por su iglesia. 

Dios les bendiga. 

La doctora me dijo: usted es un milagro

Castigóme gravemente Jehová, mas no me entregó a la muerte. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo. Bendito sea el Señor Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas.

Por Juan Flores Quevedo

Por este medio voy a contar las maravillas que Dios ha hecho en mi vida. Este es pues mi testimonio y espero que sirva para que más almas lleguen al conocimiento de la Palabra de Dios, y que los enfermos pongan toda su confianza en Jesucristo: Él puede salvarlos, Él puede sanarlos.

Después de un diagnóstico de tres infartos agudos al miocardio, uno superior y otro inferior y otro con anterioridad, provocando una enfermedad trivascular coronaria y una miocardiopatía aguda isquémica, vista dañada, riñones dañados, al igual que los pulmones, perdí la vida. Los médicos decidieron aplicar una reanimación de dos ciclos con éxito, no sabían si viviría, y los médicos llegaron a decir: “no hay nada que hacer”.

El día 14 de agosto del año 2018, llegando a mi trabajo me dice mi compañero ¿te sientes bien?, te ves muy pálido, le contesté ‘me siento un poco mal’. Siendo las 22:30 horas comienzo a sentir un fuerte dolor en mi pecho y en la espalda acompañado de náuseas y mareos, también con un trasudor, le gritó a mi compañero y le digo me siento mal; me levanté de mi lugar me fui al sanitario y me eché agua. El mareo era muy fuerte, enseguida perdí la vista, no mire más; sólo miraba todo en blanco, me desmayé, no sé cuanto tiempo estuve inconsciente.

Cuándo recuperé el conocimiento, seguía sin mirar nada, quería levantarme pero no tenía fuerzas. Comencé a clamar a Dios, oraba y le pedía ayuda al Señor, me encontraba solo, sin nadie que me pudiera auxiliar; las veces que quise levantarme, caí al piso, después de un buen rato entró mi compañero y me decía qué te paso, ¿te puedes levantar? Sólo movía mi cabeza y le decía que no, como pudo me levantó, y fue por ayuda; me recostaron en unas sillas como pude le marqué a mi familia, pero nadie me contestaba. Seguía orando, clámandole a Dios que no me dejara, que me ayudara. Pasaron cinco horas. para esto le pedí a mi compañero que pidiera un taxi o una ambulancia, ya que yo sentía que me moría.

Llegó el transporte, me sacaron cargando de la oficina hasta la calle; me llevaron al hospital de Villa de las Flores, en el Estado de México. Llegamos a Urgencias, pasé a solicitar apoyo, pero no había ningún médico, como a los diez minutos llegó mi esposa. Me preguntó ¿qué te pasó? y le respondo ‘no sé, ayúdame, me siento muy mal’, le gritó al médico pidiendo ayuda, me pasan y le digo a la doctora mi molestia. En ese momento ella me responde:  usted viene en shock hipobulémico, pase a que le hagan un electro cardiograma. Llega un médico quien da la indicación que me pasen a reanimación, ya que mi corazón está muy mal. Me ponen un catéter blando al corazón en mi brazo izquierdo, sólo escuchaba que a mi esposa le decían ‘está muy grave, prepárese para cualquier noticia’.
El día 15 de agosto por la mañana, un doctor da la indicación de trasladarme al Centro Médico Nacional de Altas Especialidades de La Raza, en la Ciudad de México, ya que ellos no podían hacer más. Al llegar al hospital de La Raza, me pasan a hemodinamia, para un un cateterismo cardíaco, me intuban debido a la gravedad con que llegué, me dice una doctora ‘lo vamos a dormir’. No supe más de mí.

El día 16 de agosto perdí la vida. Mi cuerpo no tenía signos vitales, a lo que los médicos decidieron darme una reanimación con dos ciclos. No sabían si viviría. Después quedé en coma; todo el tiempo que estuve inconsciente yo veía dos grupos de personas: unas vestidas de negro y otras de color blanco. Se me acercó una persona con una lengua como de víbora y me decía ¡qué quieres! se burlaba y me mostraba a las personas de negro sirviendo a Satanás. El grupo de blanco oraba, clamaba a Jesucristo, pedían por todos los problemas a nivel mundial, pero en los dos grupos había líderes religiosos engañando a la gente, líderes practicando la brujería, hechicería, otros robando, involucrados en el narcotráfico, engañando al pueblo de Dios. Después volvía la persona y me decía ¡qué quieres!,  yo le respondía, le decía: servir a mi Dios, que es Jesucristo; se burlaba y me decía ‘qué decidiste’. Yo le dije tres veces: Jesucristo te reprenda. Satanás corrió diciendo, no sirve para nosotros. En ese momento sentía que mi cuerpo se quemaba y sólo clamaba a Dios, le pedía perdón, le pedía su ayuda, que no me abandonara.

Volví a quedarme inconsciente hasta después de 21 días. El Señor Jesucristo mostró su poder. Cuando desperté, miraba a mi hija llorando y ella me decía: ‘ya no cierres tus ojos, vámonos a casa, quiero orar contigo, papá; ya despertaste, ya no cierres tus ojos’.

Vinieron los médicos y decían: sigue muy mal, sus riñones no trabajan, sus pulmones están muy mal, al parecer no tiene daño cerebral. Se acercó una doctora diciendo: usted es un milagro. El proceso que usted vivió fue muy difícil, no entendemos cómo con un corazón tan dañado, con los riñones dañados y sus pulmones mal, usted siga vivo. A lo que yo respondí: soy un milagro de Dios y estoy vivo por el poder de Jesucristo, por su misericordia, por su gracia.

Después de varios días, la misma doctora me informa que mis riñones ya están trabajando normal y mis pulmones están bien. Me repetía: no sé en que Dios crea usted, pero es un milagro. Le respondí: ¡creo en un Dios vivo y su nombre es Jesucristo!

Estimados lectores: le doy gracias a Dios porque aún me tiene con vida y con mi lengua confieso que Jesucristo es el verdadero Dios, y ¡está vivo! que su nombre sea bendito, sea exaltado por toda la eternidad. Estimados lectores, aún hay tiempo para pedir perdón. Si usted está enfermo, confíe en Jesucristo; si usted es un ministro encargado de una asociación religiosa y está envuelto en malas prácticas, aún hay tiempo de arrepentirse, Jesucristo tiene poder, Él quiere perdonar todos los pecados, Él quiere una Iglesia limpia; el tiempo de la gracia está por terminar, pidamos perdón a nuestro Señor Jesucristo y Él obrará en nuestras vidas y en su Iglesia. Que el Señor Jesucristo les bendiga.

Aprendamos a confiar en Dios siempre

Por Olga Miranda

¿Dónde está Dios cuando enfermamos? ¿Dónde está Dios cuando estamos en crisis económica? ¿Dónde está Dios cuando nuestra familia nos abandona en momentos difíciles? ¿Por qué tenemos que pasar por pruebas? ¿Qué podemos hacer si atravesamos una crisis? ¿Por qué debemos ser moldeados por Dios?

Cuando gozamos de buena salud todo marcha bien en nuestra vida. Vamos a donde queremos. Disfrutamos de nuestro trabajo, de nuestra familia. Hacemos nuestras actividades cotidianas. Y a veces nos olvidamos de Dios. No vamos al templo a dar gracias por todo lo recibido.

Pero seamos como seamos en nuestra condición humana, Dios nos ama. Nunca hace acepción de personas. Es permanente y sólo espera que le entreguemos nuestro corazón y le alabemos y sirvamos.

Hace seis meses sufrí una caída y tuve una fractura de tobillo que me llevó al hospital. En muchos años de mi vida jamás había estado hospitalizada. Al principio tuve miedo, angustia y desolación. El dolor era intenso. Sabía que era algo delicado. Desde mi ingreso lo único que pude llevarme fue una pequeña Biblia que tengo. Cada día que pasé ahí, leía los libros de los Salmos y el evangelio de San Mateo, clamaba a Dios por mi salud y por los médicos que me iba a tratar.

Es ahí cuando nos damos cuenta de lo frágiles que somos y que en cualquier momento podemos perecer. Durante esos días aprendí muchas lecciones. En medio de tanto dolor físico aprendí a confiar en Dios a pesar de las circunstancias que viví. En mi mente y en mi corazón quedó grabado un texto de libro de Jeremías 31:3: “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.

Pasaron varios días, éramos muchos los enfermos y no tenía médico asignado. En México hay un déficit en infraestructura hospitalaria en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). La capacidad hospitalaria instalada es insuficiente para tantos enfermos. Los médicos trabajan a marchas forzadas y con escasos recursos materiales.  Me revisaron dos médicos de ortopedia, pero ninguno de los dos me atendió debido a que había más enfermos fracturados que habían llegado antes.

Cada día que pasaba clamaba a Dios porque tuve que esperar mi turno para que me atendieran. En esos días, también aprendí que mis padres son los seres más valiosos que Dios me dio, porque pensaba mucho en ellos, y lo que sufrieron al verme enferma. Sólo rogaba a Dios que tuviera misericordia de mí y que perdonar mis pecados, porque aunque seamos cristianos cometemos errores, siempre hay que ponerse a cuentas con Dios en todo tiempo.

Hasta que Dios me hizo sentir en mi corazón que no estaba sola, que Dios me había amado y me ama con amor eterno, que ahí en el hospital sin saber cuál iba ser mi futuro, Dios estuvo conmigo y con todos los enfermos que estábamos en aquel momento.

Después leí ese pasaje bíblico del libro de Marcos 2, cuando Jesús sanó un paralítico.

9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):

11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Durante este desierto por el que atravesé, aprendí a creer con todo mi corazón en las promesas que tiene Dios para quienes hemos creído en el Señor Jesucristo como Salvador nuestro.

Era necesario, Dios nos moldea como dice el libro de Isaías 64:8

8 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

Si queremos ser hijos de Dios también debemos aceptar su corrección, nos ayuda a ser la clase de personas que quiere que seamos. A veces no lo entendemos y humanamente actuamos mal o hacemos muchas preguntas. Pero Dios en su infinita misericordia nos llama a ser servidores de Él, a dar testimonio en pleno siglo XXI que Él es eterno.  Que nunca nos deja a quienes hemos creído en el Señor Jesús que sigue sanando a todos los enfermos.

Después de unos días, llegó el médico de ortopedia que me intervino quirúrgicamente, pasé momentos difíciles, pero también comprendí que el mejor médico del mundo es Dios, que pone medios idóneos para que los enfermos sanemos.

También estoy convencida que Dios escuchó todas las oraciones que hicieron los pastores de mi congregación del Templo Evangélico “Bethel”, así como de cada hermano, hermana y mi familia que fraternalmente me ayudaron en mis momentos de angustia y dolor.

Durante mi recuperación, el Padre de misericordia, el Dios poderoso tocó el corazón de muchas hermanas de mi iglesia para ayudarnos a mis padres y a mí. Nos apoyaron con comida, con sus visitas a mi casa, con sus oraciones.

Pasé por muchos procesos en los que aprendí a cuidar mi cuerpo, luego fui a rehabilitación y siempre encomendé mi enfermedad a Dios, quería volver a caminar. Después de cinco meses, así como el Señor Jesús levantó a los paralíticos, me levantó a mí y volví a caminar. Dios había restaurado por completo mi tobillo. Sentí una enorme alegría y con lágrimas agradecí a Dios todo su amor y el que me haya dado la oportunidad de estar de pie, y de volver a caminar.

La gran lección que me dejó este accidente fue enorme y comprendí que mis pies deben estar, como dice el apóstol Pablo en el libro de Efesios 6:15

y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

Con mucho agradecimiento en mi corazón, escribo este testimonio para honrar y glorificar el nombre de Dios.  También para que sirva de esperanza, de fe y perseverancia para los hermanos en Cristo y para aquellos que han de creer en Jesucristo.

Filipenses 2:9-11

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Agradezco también el apoyo brindado a los médicos y enfermeras, así como a mis primos, tías y amigos que incondicionalmente estuvieron conmigo. Dios les bendiga.

Lo más importante

Hola mis amados:

Como padres muchas veces nos hemos preguntado que es lo más importante en la educación de nuestros hijos, donde obtenemos lo que necesitamos en ese preciso momento que es vital para que podamos responder como ellos esperan, que lo que hagamos pueda verse en sus comportamientos cuando sean adultos, en este mensaje nos lo explican y si tu no lo has hecho aún, es hora de que pongas en acción este conocimiento para que los resultados sean óptimos y el día de mañana puedas sonreír al ver que tus hijos manifiestan todo eso que sembraste en ellos.

LO MÁS IMPORTANTE

¡Cuántas son las responsabilidades que tenemos como padres! Cada una de ellas tienen su valor. De todas nuestras tareas, la más importante como padres cristianos es (o debería ser) guiar a nuestros hijos a tener una relación íntima con Dios. Ninguna tiene el peso de  importancia como lo tiene lo espiritual. Tal vez te encuentres hoy sumergida en la preocupación  y el desvelo que trae  tener hijos en la escuela, sea pública o privada, clases de idioma, deportes, etc. y creas que la mejor inversión para formar un hombre/mujer para una vida exitosa, sea ésta.

Es necesario cuidar todas las áreas a desarrollar tanto físico como emocional e intelectual. ¿Nos preocupa tanto lo espiritual hasta sacarnos el sueño? ¿Te has hecho esta pregunta:? «¿Por que mi hijo/a no soporta estar dentro de la iglesia durante la predicación de la palabra?» Lamentablemente esto abarca todas las edades. Si tienes hijos pequeños, Satanás te dice: -¡Pobrecitos! Tantas horas no aguantan, mejor ve una hora más tarde así no te causan problemas a ti ni a los demás y no los reprendas tanto, van a creer  que Dios no es bueno-. Si son adolescentes decimos: -Lo tuve que traer a la fuerza, esto es porque su líder no se preocupa tanto como debiera, mejor que se quede afuera- ¡No! Debes revelarte a estas actitudes anticristianas. El problema es que no conocen al Señor y por lo tanto, no han establecido una amistad íntima con Él.

Esta responsabilidad no la tienen los maestros de escuela dominical, los líderes, ni la falta de actividades en la iglesia acorde a las necesidades de nuestros hijos.

Como madre de cinco hijos, quiero abrirte mi corazón y decirte: Se puede. Tuve que enfrentar pensamientos contrarios a mi humanidad, tuve que bajar la voz cuando quería gritar, mi mente de joven madre, apenas de 24 años y cinco hijos, buscaba desesperada el libro de oro (si lo hubiera) que se olvidaron de darme cuando comencé en la etapa de crianza.

Sumada a la soledad del ministerio, tuve tantas preguntas sin respuestas, ERRORES y con mayúscula, entendí que los hijos no piden de venir, son préstamos que Dios nos hace, entendí que con fuerzas humanas nada se logra, sólo la fuerza de un corazón enlazado fuertemente al de Dios podría llevar adelante esta difícil tarea. No se si cubrí las expectativas de mi familia en lo humano, seguramente no, pero si sé que formé en ellos un puente divino y escribí en las tablas de sus corazones: Jesús es la única razón para vivir, el único amigo que jamás te abandonará.

Hoy son hombres y mujeres  preparados en las cuestiones humanas con sus estudios terminados, hablando otros idiomas, pero por sobre todas las cosas, sé que cuando venga el desaliento, la condena de sus equivocaciones, las noches largas y los desvelos, sabrán recurrir a aquel que todo lo hace posible, caminarán sin temor conociendo al Dios que los creó.

Mujer, si hoy los resultados no son los que esperabas, no te canses de regar sobre ellos con tu lágrimas, no han sido engendrados por voluntad humana y la obra que Él comenzó, fiel es para terminarla. Sólo recuerda cual es la tarea más importante, hacerles conocer de Él, Jesús el fiel amigo.

Nency Pronesti

Publicado en Cristianos Poéticos

 

Dios no ignora tus lágrimas

José Antonio Liévano

 Espera en lo que Dios te tiene preparado. No te impacientes. Dios moverá todas las circunstancias para que las cosas sean de acuerdo con Su método. De hecho, ya estás viendo como todos los acontecimientos se están “inclinando” para dicho propósito.

Todo está ocurriendo de manera natural, pero con la intervención soberana de Dios. Todo será puesto en el momento justo. Cuando eso suceda, acuérdate de estas palabras. Definitivamente que verás la diferencia. Son derechos otorgados por gracia, no porque los merezcas o seas capaz de alcanzarlos. Nadie impedirá que así sea, aunque los “vientos contrarios” de tus oponentes se propongan hacerlo…

Dios no ignora las lágrimas de tu ansiosa espera. Conoce tu caso a la perfección. Él sabe lo que está haciendo y de lo que te está previniendo, así que si te cierra el paso es “por algo”. Lo comprenderás después.

Dios sabe cómo te sientes, pero no te desesperes buscando soluciones que más adelante se convertirán en problemas, ya basta con una vez.

Necesitas entender que lo que buscas NO lo encontrarás si él NO te lo pone en tu camino. No emprendas “la marcha” si Dios no está de tu parte. Verás la diferencia entre lo que es hacer las cosas bajo su dependencia absoluta.

Ignora las voces de aquellos que te dicen que “ya es demasiado tarde”, pues en el calendario de Dios siempre estás a tiempo. No es lo que “la gente” piensa, sino lo que Dios piensa. ¿Estás de acuerdo?

“Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos”. Salmo 138:8

Para más reflexiones del autor, visitar http://alfredolievano.blogspot.com

Pídele a Dios otra oportunidad

José Alfredo Liévano

 Pídele a Dios una oportunidad más.

Al revisar tu vida te has percatado que no has hecho las cosas de manera correcta. Hay muchas decisiones basadas en intereses materialistas y egoístas que nunca debiste haber tomado; por eso, ahora enfrentas consecuencias irreversibles que cada vez más te han llevado al rincón de la frustración. Sin embargo, Dios quien es rico en misericordia, está dispuesto a enderezar lo que torciste aunque por ello enfrentes fuertes procesos de restauración incomprensibles. El te lo dice ahora: “He aquí yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, ríos en la soledad”. (Isaías 43:19)

Pídele a Dios una oportunidad más.

Verás como su cobertura se reflejará a través de su protección, provisión y respaldo; verás como quitará todos los obstáculos que te impiden vivir para sus propósitos y te colocará justamente en el lugar donde siempre debiste estar. “Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas” (Isaías 43:16)

Pídele a Dios una oportunidad más.

Para él no es demasiado tarde, aunque así lo consideres tú, aunque las personas que te rodean te presenten muchos argumentos en contra y te digan que ya no hay soluciones posibles. El Señor te dice: “Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿Quién lo estorbará?” (Isaías 43:13)

Pídele a Dios una oportunidad más.

Verás como revitalizará tus pensamientos, emociones y deseos más profundos; te ayudará a mantener los ojos “levantados hacia el cielo” y los “pies firmes sobre la tierra” con la visión constante de fructificar para él. “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” (1 Tesalonicenses 5:23-24)

La viña agria

P. Jaime Batista

«Cantaré en nombre de mi amigo querido una canción dedicada a su viña. Mi amigo querido tenía una viña en una ladera fértil, la cavó, la limpió de piedras y la plantó con las mejores cepas. El esperaba que diera buenas uvas, pero acabó dando uvas agrias”
Isaías 5:1-7

El profeta escribió esta hermosa canción acerca de su querido amigo y su viña.

El fiel viñador encontró esta vid casi a punto de morir cuando la recogió, sus hojas estaban amarillentas por el fuerte sol, las largas ramas secas y puntiagudas como si fueran escudos en vez de flor, y ni rastro de fruto ni belleza. La sacó de aquel jardín siniestro y la trasplanto en una tierra nueva, la cavó, limpió de piedras y plantó con los mejores árboles de raza, ahora no quedaba más que esperar que ella diera buen fruto.

Esta canción es parecida a la parábola que Jesús contó a sus discípulos acerca del dueño de un viñedo que tenía una higuera plantada en su campo, llegó el día que él vino a buscar si la higuera había dado fruto, pero no encontró nada. Así que le dijo al viñador:
-Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?-

Pero el viñador parecía encariñado con aquella higuera, había dado trabajo plantarla, casi estuvo seca y marchita cuando la trajeron, le había dado lo mejor de su tiempo, alimento y agua, ¿Cortarla? ¿Sacarla de la viña? ¿Dejar que así de simple ella fuese quemada? Entonces el fiel viñador rebatió:
“Señor, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en delante de fruto, si no, córtela”.

En el cántico de Isaías el viñador era Dios, que tomando el trabajo de un fiel obrero protegió a Israel, la sacó del campo enemigo, la alimentó y en todo momento le regaló su misericordia, lo único que él podía esperar era que ella fuese agradecida. Pero no lo fue.

En la parábola de Jesús el dueño de la viña es nuestro Padre y el obrero viñador es su Hijo, ambos le dieron oportunidad otra vez a Israel para que enmendara su camino, pero en vez de uvas dulces dio fruto amargo. El fiel Viñador entonces, le pide a su Padre, dame tiempo Padre mío, a esos tres años, súmale uno más, seguiré abonándola y quizá ahora si de fruto.

He aprendido dos lecciones valiosas para mi vida, en el servicio a Dios, nuestro trabajo es tan sacrificado como el de viñadores y obreros listos a cuidar a cada una de nuestras plantitas, velar por ellas no es sólo predicarles una vez por semana, ellas necesitan más que eso, las otras malas hierbas quieren ahogarla así que nuestra tarea es sacar esas espinas, cortar las ramas que sobran, sacar las piedras que dificultan su madurez, abonar con Palabra fresca cada día, regar sus hojas, alimentar sus raíces y esperar el momento grande cuando dan sus primeros frutos.

¿Has tenido higueras a tu cuidado? ¿Le has dado los mejores años de tu vida?

Esto no es un trabajo de asalariados, es un privilegio de siervos fieles.

La segunda lección útil a mi vida y espero que a la tuya es que no todas las higueras dan fruto inmediato, no todas son semejantes, aunque se parecen son desiguales, no por ello te debes frustrar, por eso Jesús me da el ejemplo eterno de misericordia al pedir más plazo por la que se enterca en no reproducir fruto maduro y eficaz. Claro que a veces dan ganas de tirar el arado, destruir la lampa, quemar la higuera estéril, botar de la parcela ideal a la que sólo se cree adorno de un edén. Aprendamos de el buen viñador que estuvo dispuesto a dar no sólo más tiempo sino más sacrificio, entrega y trabajo, con tal que su preciosa higuera no sea separada de su huerto.

Le doy gracias a mi Padre bueno por haberme dado el privilegio inmerecido de cuidar de muchas higueras, algunas son productivas al cien por ciento, otras son el ideal del mejor viñador, hermosas y fructíferas, pero también las hay sencillas y débiles, delicadas y dormilonas, tercas y engreídas, olvidadizas e ingratas, ¿Qué haré?

Con el amor que el Padre me tiene, con la paciencia y el esfuerzo renovado le prometo otra vez al dueño de mi viña, “No la cortes, Señor, dame un año más, sacaré las piedras, cavaré alrededor, la abonaré con cuidado, no le faltará agua y mi responsabilidad será cuidar de ella con solicitud, verás que te dará fruto y estarás feliz cuando regreses y compruebes que valió la pena dar tu vida por cada una de ellas”. “Dame un año más Señor”.

Publicado en Cristianos Poéticos