Adda V
Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios
de todo tu corazón, y de toda tu alma,
y de toda tu mente.
Mateo 22:37
A algunas personas les he contado como es que cuando mi esposo tiene que viajar por cuestiones de trabajo, automáticamente pierdo el sueño. Literalmente me convierto en un alma en insomnio. Es algo que va mas allá de mí, pues no es que yo quiera perder el sueño, o que aproveche que no esta mi esposo para no dormir y desvelarme. Como mujer, y madre de 3, sufrí cambios irreversibles en mi vida desde el momento de la concepción de mi primera hija. No sólo los cambios naturales que implican no ser más uno –o dos– sino tres, y luego cinco. Los primeros cambios que sufrí y recuerdo como si fueran ayer, son los cambios físicos: durante el embarazo, mis sentidos se aguzaron a niveles insospechados sin que interviniera mi voluntad. Simplemente la naturaleza de Dios tomó su curso, y los “genes” encargados de hacer que mi bebé sobreviviera entraron en acción por la poderosa influencia del sistema hormonal. El oído, el olfato y la vista se aguzaron. Podía discernir el llanto de mi bebé a muchísimos metros de distancia y “sentir” cuando éste estaba en peligro. Eso permaneció en mí desde entonces y durante mis otros embarazos y permanece aún pasados 18 años del primer embarazo, por eso creo que es un cambio físico irreversible. Me maravilla pensarlo porque sé que Dios nos hizo exactamente así. Tenemos un potencial para la sobreviencia que está en estado latente, y se activa cuando lo necesitamos. Dios nos hizo para que vivamos y nos dio todo lo necesario para vivir.
Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo
de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida;
y fue el hombre en alma viviente.
Génesis 2:7
Cuando mi esposo esta a mi lado, duermo a pierna suelta. Es como cerrar los ojos y dormir sabiendo que a mi lado está él, y con él está la protección que su sola presencia trae a nuestra familia. Mis hijos también duermen a pierna suelta y ni un terremoto los levanta en la noche. Ellos ciertamente están más confiados que nadie en que ahí, a dos puertas de distancia, están sus padres durmiendo y los Ángeles de Dios velando por nuestra familia. De vez en cuando me sorprendo diciendo en mi oración: “Gracias Ángeles por cuidarnos anoche…” Son palabras que salen de mí que no entiendo ni porque las digo pero sé que de algo nos habrán librado en las batallas nocturnas que acontecen cuando la ciudad se sume en tinieblas. Sólo Dios sabe lo que en realidad sucede mientras dormimos y no nos revela esas cosas para que no nos preocupemos y podamos dormir en paz y soñar. Hace unos días mi esposo se fue a un viaje que incluyó 3 noches en otro lugar. Sólo de pensar en que se iba mis nervios comenzaron a carcomerme. Sabía de antemano que su viaje significa para mí, entre otras cosas, un estado de alerta magnificado a la mileava potencia. Otra vez los instintos de sobreviencia toman su lugar y como un pequeño e invisible ejército alertan todos mis sentidos. Durante la noche, escuchaba los ruidos de afuera, si uno de mis hijos se movía yo abría los ojos y sólo los cerraba hasta escuchar su profunda respiración tomar vuelo de nuevo. Cualquier ruido provocaba que yo afinara mi oído, y aunque parezca ridículo, no podía cerrar los ojos hasta filtrar todos los ruidos y escuchar los latidos del corazón de mis hijos… Si ellos duermen yo velo. ¡Qué cosa!
Esto empero sabed, que si el padre de la familia
supiese á cuál vela el ladrón había de venir,
velaría, y no dejaría minar su casa.
Mateo 24:43
Si sólo fuera el desvelo uno como quiera lo sobrevive, pero con los desvelos el cuerpo baja la guardia, y cualquier bicho como la gripe pueden venir a hacer estragos; eso también es soportable cuando uno puede dormir… A la tercera noche de desvelo, eran como las 3 de la mañana y yo estaba parada en la sala de mi casa, orando. Oré por mi esposo e hijos, por mi familia extendida, oré por mis pastores –todos–, oré por mis iglesias –todas– , oré por los indígenas de mi ciudad, de mi país, de toda América, oré por las mujeres viudas, por las mujeres solas. Exhausta con unas ojeras que me llegaban hasta el piso, pero maravillada de que si no fuera por el desvelo me hubiera perdido un espectáculo maravilloso de la luna llena atravesando con su luz las nubes de la noche y alababa a Dios por esta manifestación gloriosa de Su poder manifestado en la lindura de la noche, visible por la luz inmensa que la luna traía a mi casa –como si fuera al alba. Ahí, aprovechando el momento, le rogué a Dios y le dije: Padre ten misericordia de mi, ayúdame a dormir. Y luego le pregunté: ¿Por qué cuando mi esposo no está no puedo dormir? ¿Es una maldición o qué es? Ahí está su hija Adda, reclamándole al Dios del universo por unos cuantos días de desvelo (me da pena decirlo, pero esa es la chuleta) pidiéndole un por qué. Híjole.
Porque ¿quién entendió la mente del Señor?
¿O quién fue Su consejero?
Romanos 11:34
Su respuesta irrumpió el silencio de la noche y me dijo: Cosa poderosa es la mente. Entonces algo en mí, porque no fui yo, el Espíritu Santo tomó el control de mi cuerpo y oró así: “Padre, dame la mente de Cristo”. Lo demás que sucedió fue algo tan personal entre Dios y yo que no puedo contarlo, hablamos largo y tendido –si, unos minutos es una eternidad– pero bástate saber que tuve un diálogo con el Padre de las luces, el Dios del universo atendió mi clamor en medio de la noche y me habló. ¡Aleluya mi Dios vive! En un momento de enojo chuletero, le dije a Dios: Nunca me vuelvas a dejar sola. No sentí tu presencia estas tres noches, hasta hoy. Nunca vuelvas a dejarme sola. Y me dijo: “Cosa poderosa es la mente. Nunca te dejé. Siempre he estado contigo y estaré hasta el fin del mundo.” Para luego poner fin a mi necedad, me dijo: Escribe: Cosa poderosa es la mente. Tan Lindo mi Dios que me tiene paciencia. Claro está que el chanclas aprovechando la vulnerabilidad del momento, venía a mí en las noches y me susurraba al oído: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué tienes ansiedad, temor, insomnio? Yo sólo le decía: Que el Señor te reprenda. Y así fue más o menos mi lucha de tres noches de insomnio. Algunas veces, escribir reflexiones es como parir hijos: duelen. Tenemos que ser pasados por toda clase de pruebas sólo para escribir algo que alguien, en algún lugar del planeta, necesita oír claramente y decir: Esto es lo que yo pedí a Dios y me lo dio a través de ustedes. ¡Aleluya al Padre de las Luces, nuestro Dios vive! Si esa persona eres tú, alaba a Dios porque Él te ama, y hará lo que sea necesario para que tú recibas el mensaje hoy: Cosa poderosa es la mente. Aclaro que esa persona soy yo, pero sé que hay alguien mas allá afuera anhelando escuchar este mensaje.
Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruyó?
Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
1 de Corintios 2:16
¿En verdad tenemos la mente de Cristo? ¿Necesitamos pedirla? ¿Qué significa tener la mente de Cristo? ¿Qué significa NO tenerla? Ésa es la clave. El apóstol Pablo nos dijo que la tenemos. O que ellos la tenían. Es algo a lo que los creyentes tenemos acceso por la Sangre de Cristo derramada por tí y por mí. No tiene nada que ver con tus obras, ni con tu carne. La mente es algo distinto. Es el lugar donde las comunicaciones se llevan a cabo, entre tú y Dios, entre tú y Satanás, o entre tú y tú mismo. Son los recursos lógicos, los pensamientos. Si sabes computación, es el software. El software no es el teclado, ni el CPU, ni la impresora. No son los recursos físicos (hardware), –la chuleta-, más bien son los recursos lógicos: la mente. De qué está alimentándose tu mente. Cómo estas programando tu computadora, qué lenguaje estas usando.
El diccionario de la Real Academia Española define la palabra mente como: Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad. Conjunto de actividades y procesos psíquicos, conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo.
A que dejéis, cuanto a la pasada manera de vivir;
el viejo hombre que está viciado conforme a
los deseos de error; Y a renovarnos en el
espíritu de vuestra mente, Y vestir el nuevo
hombre que es creado conforme a Dios
en justicia, en santidad y en verdad.
Efesios 4:22-24
Potencia intelectual del alma. Cosa poderosa es la mente. Para mí estas dos definiciones son sinónimos. Dios no necesita el diccionario para definir la potencia intelectual del alma. Dios dice: Cosa poderosa es la mente. Su poder radica en que los pensamientos no producen fruto alguno a menos de que se conviertan en acción. Hoy en día, el problema de las adicciones es rampante en el mundo entero, la gente necesita ahogar sus pensamientos en alcohol, drogas, terapias psicológicas, “balancear la química del cerebro”, ahogando los pensamientos en fármacos, drogas y alcohol. Los pensamientos desordenados producen acciones desordenadas que llevan a la muerte. Una mente donde no hay orden no es la mente de Cristo. Donde hay pensamientos desordenados, es el parque de diversiones del diablo y sus amigos.
Satanás es el padre de mentiras, nunca lo olvides. Es un mentiroso empedernido y esa es SU ÚNICA ARMA CONTRA TÍ. ¿Será por eso que tenemos que sustituir la mentira por la verdad en nuestra vida? ¿Será que tenemos que reprogramar la mente alimentándola SÓLO con la palabra de Dios hasta que ésta sea el programa principal que maneja nuestro cuerpo, nuestras emociones y sentimientos, nuestra voluntad, y nuestra vida, para vivir, para sobrevivir?
Por tanto, no durmamos como los demás;
antes velemos y seamos sobrios. Porque
los que duermen, de noche duermen; y los que
están borrachos, de noche están borrachos.
1 de Tesalonicenses 5:6-7
Piensa: si estas bajo la influencia de drogas o alcohol, tu mente vive en constante desorden. Tus pensamientos están desordenados porque estan influenciados por químicos que no te permiten ser sobrio, ni velar, ni orar con la mente de Cristo. Si en cambio, no estas influenciado por drogas ni alcohol, pero tampoco has sujetado tu mente a la mente de Cristo, ni has llenado tu disco duro del software –La Biblia–, los recursos lógicos que Dios dejo tácitamente para que los usáramos en esta vida, recursos que tienen poder extraordinario para “activarse” siempre que los necesitamos, para ayudarnos a salir de cualquier prueba en la que nos encontremos, para darnos dirección y propósito, para guiarnos a la vida. Dios nos creó para que viviéramos y viviendo lo reconociéramos a Él en todos nuestros caminos, y que cumplamos el propósito del por qué estamos aquí y ahora, en este tiempo, en esta época.
Que los ancianos sean sobrios,
serios, prudentes, sanos en la fe,
en el amor, en la paciencia.
Tito 2:2
Si tus pensamientos están desordenados, y vas con un médico, te dirá: tómate esta pastilla. Y ya, te cobran su consulta, se lavan las manos y dicen, el que sigue. Te dejan a tí con un papel en la mano que dice que necesitas comprar una medicina para “sanar la mente”. En el peor de los casos, el 90% de los adictos a drogas fueron directamente a la droga para ahogar los pensamientos desordenados, sin pasar por el médico, el resultado es el mismo: no están sobrios, no pueden poner orden a sus pensamientos, se rehúsan a lidiar con el dolor, con experiencias pasadas, con el perdón, con aprender de ello, con seguir adelante con la vida. No pueden velar mucho menos orar y estar en sintonía con Dios porque Satanás y sus amigos están jugando en su parque de diversiones mental. Te miente una y otra vez, y tú consientes en la mentira porque no estás sobrio, y no puedes escuchar la voz de Dios decirte: Ese “pensamiento” no proviene de mí.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario
el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar.
1 de Pedro 5:8
Ah… El chanclas, la serpiente antigua, Satanás, el dragón. Hoy lo he puesto bajo mis pies, y le he bailado el jarabe tapatío. Todo su poder es sólo una ilusión, una mentira. Un día él me mintió y me dijo: Cuando tu esposo no está, tú estarás ansiosa, temerosa, y yo te robaré el sueño. Ya, el mentiroso tiró su dardo en mi mente y en aquellos días, muchos años ya, yo no lo reconocía. El diablo puede decir lo que quiera, y no pasa nada. No tiene poder. El poder se lo dí yo cuando creí la mentira, y la hice parte de mi vida. Me tomó muchos años preguntarle a mi Dios la verdad: ¿Por qué? Y Él me contestó: COSA PODEROSA ES LA MENTE. Fíjate bien, no me dijo cosa poderosa es el diablo que no te deja dormir.. A ése, ¡ni lo mencionó! Me dijo el problema está en tu mente, tu creíste la mentira y programaste tu vida para ser así. La mentira se convirtió en acción, y en lugar de cancelarla, y declarar con mi boca que: Mi Dios me mantendrá en perfecta paz porque en Él confío. Ya. He cancelado esa maldición, esa asignación del diablo contra mi vida. No más. Al pedirle a Dios que me diera la mente de Cristo, me preparó para cosas maravillosas que ocurrirían el fin de semana, justo después del insomnio, el diablo hizo de las suyas, pero no prevaleció porque la mente de Cristo canceló la influencia del diablo, y JESUCRISTO VENCIÓ por mí, porque una vez más clamé a Él y Él me respondió y me mostró cosas ocultas que yo desconocía. Tener la mente de Cristo te da poder para detectar los escándalos del diablo y no sucumbir ante ellos, venciendo. No sólo estarás en sintonía con Dios, sino con lo que Dios esta haciendo en tu vida, en tu iglesia, en tu ciudad, en tu país. Entonces tú y Él serán uno, así como Jesús y su Padre son UNO.
Pero nosotros, que somos del día,
seamos sobrios, habiéndonos vestido
con la coraza de fe y de amor, y con la
esperanza de salvación como yelmo.
1 de Tesalonicenses 5:8
Padre Celestial, te doy muchas gracias otra vez por tu misericordia. Tú nos amas muchísimo, y te duele ver como tus hijos sucumbimos una y otra vez a las mentiras del diablo porque nuestros pensamientos son desordenados, porque queremos evadir el dolor, los recuerdos, el pasado, ahogándonos en cosas que nos hacen insensibles al dolor, pero también a tu preciosa Voz que nos quiere guiar a la vida. Tú nos hablas a través de otros todo el tiempo, confirmas tu palabra todo el tiempo, nos mandas “telegramas”, “emails”, todo el tiempo estas tratando de comunicarte con nosotros, y nosotros ponemos nuestra carne entre tú y nosotros, el diablo se para entre tú y nosotros y no somos capaces de reprenderlo y echarlo fuera, lo entretenemos cuando se pasea por nuestra mente mintiendo… Pero tú amado Dios, tú nos muestras la verdad para que vivamos en victoria, y para que cumplamos el propósito tuyo en nuestra vida. Padre amado nada escapa a tu poder, nada escapa a tu ojo. Guíanos a hacer tu voluntad aunque nos duela, sacúdenos, haz lo que tengas que hacer para devolvernos una y otra vez a ese lugar de perfecta sintonía con tu mente, la mente de Cristo que es vida eterna y propósito divino aquí y ahora. En el nombre de Jesucristo de Nazareth, yo cancelo toda mentira que Satanás haya plantado en mi mente y en la de la persona que esto lee, nos levantamos con autoridad y sacamos la mentira de raíz, la expulsamos de nuestra mente exponiéndola a la luz de Cristo, y plantamos la semilla de la Palabra que es la Verdad que nos guiará. Declaramos que sujetamos nuestra mente a la mente de Cristo, como un pacto eterno entre tú y nosotros, que nuestra mente nunca jamás volverá a ser el parque de diversiones del diablo, porque nuestra mente esta sujeta a la mente de Cristo, y Él es la luz, y donde la luz está las tinieblas NO PREVALECIERON. Todo esto creyendo con la fe como un granito de mostaza. En el nombre de Jesucristo mi amado amén y amén.
Publicado en http://www.cristianosunidos.com
Al que está sentado en el Trono // Marcos Brunet // Música Cristiana de Adoración