¿Qué piensa Dios del aborto?
Olga Mendiola
La sociedad moderna hace que siempre estemos apurados y que dispongamos de poco tiempo libre para compartir con la pareja, los hijos, la familia y los amigos. Antes, sólo los hombres trabajaban, mientras la mujer se preocupaba de mantener la casa y de cuidar los hijos. Esto ha cambiado; hoy cada vez son más las mujeres que ingresan al mundo laboral.
La escasez de tiempo libre, la escasa preparación para ser padres u otros motivos han llevado a las parejas a planificar la llegada de los hijos. Esto también se da a nivel gubernamental, ya que en muchos países se difunden los métodos anticonceptivos para controlar la natalidad indeseada, que origina problemas como el aborto, niños abandonados y sobrepoblación.
En el caso del Distrito Federal, una de cada tres mujeres que se practica una interrupción legal del embarazo en los hospitales del Gobierno de la Ciudad de México y la mayoría son amas de casa, y en cuanto a nivel de estudios, el máximo es de secundaria, informó Armando Ahued, secretario de Salud local.
El pasado 24 de abril se cumplieron seis años de la despenalización del aborto (legal hasta las 12 semanas de gestación) en la capital del país. Desde entonces, cinco mil 925 mujeres han interrumpido su embarazo en los servicios públicos de salud en el Distrito Federal, y 150 mil lo han hecho en alguna clínica privada, lo que equivale a un promedio de 71 interrupciones al día desde abril de 2007.
Todas las interrupciones se realizan con medicamentos, sin necesidad de intervención en quirófano, aseguró el secretario de Salud local, Armando Ahued, y agregó que de cada diez mujeres que interrumpen su embarazo en clínicas públicas del Distrito Federal, tres son de otras entidades federativas.
En clínicas privadas, como la red de Marie Stopes México, una organización fundada en Gran Bretaña y que ofrece servicios de salud reproductiva e interrupciones de embarazo en varias ciudades de mundo, en 2011 logró prevenir más de un millón y medio de abortos en 42 países.
En México, de 2008 a la fecha, se ha apoyado a casi 300 mil mujeres de todo el país. Se ha ayudado a casi 50 mil mujeres a interrumpir su embarazo de manera legal en el Distrito Federal. Y cerca de 85 mil mujeres chiapanecas con el programa social de planificación familiar y cuidados reproductivos.
Existen varios métodos, llamados anticonceptivos, para evitar un embarazo no deseado. Estos métodos permiten tener relaciones sexuales pero disminuyen las posibilidades de que la mujer quede embarazada, tales como: uso de preservativo, diafragma, dispositivo intrauterino, píldora anticonceptiva, entre otros.
¿El aborto es legal delante de Dios?
La Biblia condena, aunque no declarativamente, el pecado del aborto. Sin embargo, hay numerosas enseñanzas en la Escritura que revelan totalmente la visión de Dios sobre el aborto.
En Jeremías 1:5 nos dice que Dios nos conoce antes de formarnos en el vientre materno. El Salmo 139:13-16 nos habla del papel activo de Dios en nuestra creación y formación en la matriz. Éxodo 21:22-25 prescribe el mismo castigo para alguien que cause la muerte de un bebé en el útero y para el que cometa un asesinato.
Esto indica claramente que Dios considera a un bebé en la matriz del mismo modo que lo hace con un ser humano plenamente desarrollado como adulto. Para el cristiano, el aborto no es un asunto de elección de los derechos de la mujer. Es un asunto de la vida o la muerte de un ser humano hecho a la imagen de Dios. (Génesis 1:26-27; 9:6).
El primer argumento que se levanta contra la posición cristiana sobre el aborto es, “¿Qué sucede en los casos de violación o incesto?” Tan horrendo como sería el quedar embarazada como resultado de una violación o incesto, ¿asesinar a un bebé es la respuesta? Dos errores no hacen un acierto. El niño que llega a ser el resultado de violación o incesto puede ser dado en adopción a una amorosa familia que no haya podido tener hijos propios o el niño puede ser criado por su madre. Porque un bebé no debe ser castigado por los actos malvados de su padre.
El segundo argumento que usualmente se levanta contra la posición cristiana sobre el aborto es, “¿Y qué sucede cuando la vida de la madre está en riesgo?” Honestamente, ésta es la pregunta más difícil de responder en el tema del aborto.
Hay muchísimas más mujeres que tienen abortos porque no quieren “arruinar sus cuerpos” que mujeres que tienen un aborto para salvar sus propias vidas. Segundo, recordemos que Dios hace milagros. Él puede preservar la vida de una madre y su bebé, a pesar de que todos los pronósticos médicos estén en su contra.
Aunque esta pregunta sólo puede ser decidida entre el esposo, la esposa y Dios. Cualquier pareja que enfrente esta situación deberá orar al Señor por sabiduría (Santiago 1:5) para saber lo que Él quiere que hagan.
En 99% de los abortos ejecutados en el mundo actual, la razón es “control natal retroactivo.” Una mujer y su pareja deciden que no quieren al bebé que han concebido. Así que deciden terminar la vida de su hijo, en vez de enfrentarse con la responsabilidad. Esto habla de una maldad extrema. Aún en 1% de las situaciones más difíciles el aborto nunca debe ser la primera opción. La vida de un ser humano en la matriz vale cualquier esfuerzo que le permita llegar al término de su proceso de nacimiento.
Para aquellos responsables de un aborto – el pecado del aborto no es menos perdonable que cualquier otro pecado, a través de la fe en Jesucristo, cualquier y todos los pecados pueden ser perdonados (Juan 3:16; Romanos 8:1; Colosenses 1:14). Una mujer que ha tenido un aborto, o un hombre que ha animado al aborto, o aún un doctor que ha ejecutado uno – todos pueden ser perdonados por la fe en Cristo Jesús.