Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

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El muro que da paz y da guerra

Jerusalén es un lugar santo para varias religiones, donde cada pedazo de pared crea un conflicto

El Muro de las Lamentaciones da identidad al pueblo judío, afirma el antropólogo Elio Masferrer

Por Olga Miranda Mendiola 

(Primera parte) 

La historia del Muro de las Lamentaciones comienza en una modesta montaña: el Monte Moriá. Sobre ella ocurrieron, a lo largo de la historia, eventos constitutivos del pueblo judío. 

El Muro de los Lamentos es un tramo de una de las paredes del Segundo Templo de Jerusalén, que fue destruido en el año 70 de nuestra era. Otro de los nombres con los que se llama es Kotel, término que se puede traducir por “muro” o “pared”. Por eso, la explanada en la que hoy se encuentra el Muro de las Lamentaciones se llama Plaza del Kotel. 

El lugar es un espacio de oración, reflexión y culto religioso muy importante para el judaísmo. El significado del Muro de los Lamentos deriva de otro de los objetos más sagrados para el mundo hebreo, la “Piedra Angular” o “Piedra Fundacional”. 

En la actualidad mucha gente puede ir a visitar este lugar histórico, ¿pero qué significado tiene para los judíos y para la humanidad? 

Elio Masferrer Kan, doctor en Antropología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), describe en entrevista que “el Muro de los Lamentos es lo único que queda del Segundo Templo, entonces de alguna manera la destrucción del templo implicó la diáspora, la expulsión de los judíos de Israel y de alguna forma volver al muro es como reencontrarse con su historia”. 

Explica que, desde el punto de vista histórico, “el punto es conflictivo porque los musulmanes, es decir, la ocupación musulmana posterior a la presencia judía, construyen una mezquita. Entonces ahí estamos hablando del monte del templo o el monte de la mezquita. 

“Es un espacio muy complejo con los musulmanes y también es un punto en conflicto con los propios judíos porque ahí están los ultraortodoxos que no quieren que las mujeres recen junto con los hombres; sin embargo, hay otras posiciones más abiertas del judaísmo que plantean estar juntos en ese lugar”. 

El Muro de las Lamentaciones fue recuperado en la Guerra de los Seis Días en 1967, lo cual transformó el tablero geopolítico de la región. Elio Masferrer dice que éste es identitario para el pueblo judío. 

“El judaísmo es uno de los casos más impresionantes de mantener la identidad étnico-religiosa, o sea, otros pueblos en la historia de la humanidad fueron presionados y desaparecieron o fueron absorbidos por otra sociedad”, describe el investigador emérito. 

Expone que “el Muro era un elemento estratégico en la construcción de la identidad y en la partición de 1948, recordemos que estalló un conflicto armado porque los musulmanes no aceptaban esa partición. Pero con el cese al fuego, el Muro de los Lamentos quedó del lado musulmán, entonces prácticamente estaba prohibido para los judíos ir a rezar al muro. En la Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel pudo controlar todo Jerusalén y el territorio, y es ahí donde lo recuperaron y consiguieron tener el control (del Muro)”. 

Sobre qué sentido histórico tiene el muro, Masferrer explicó que “es un punto en conflicto porque de alguna manera es el símbolo de la derrota y entonces es un espacio de lucha constante”. 

También comentó que: “lo que queda de lo que fue el templo evidentemente tiene un valor patrimonial tanto para el judaísmo y también para lo que sería la memoria del mundo musulmán”. 

Destacó que “en cambio el judaísmo mantiene su identidad y lo que se puede ver hoy en día en la comunidad judía vemos que cada año van a Jerusalén. 

“Sin embargo, el Estado de Israel es muy complejo, no podemos olvidar que el 25 por ciento de la población no son judíos, el 24 por ciento son musulmanes y el uno por ciento son cristianos. Me parece importante comentar que es una situación compleja, incluso recientemente un sector de los judíos pactó el gobierno de Israel y pactó con un sector de los musulmanes, o sea, los musulmanes tienen diputados en el Congreso de Israel”, detalló. 

En referencia a las personas que van a hacer oración frente al Muro y escriben sus peticiones en papeles, luego los enrollan y los meten en las hendiduras de la pared, el antropólogo Masferrer precisó que “en el judaísmo no se adoran imágenes sino lo que siguen es la Ley de Dios, entonces hay una serie de elementos simbólicos que representan distintos momentos que están en la prehistoria de los judíos”. 

El especialista en religiones explicó que «los retiran todas las noches, pero hay un nivel de anonimato, o sea, es una costumbre del centro ceremonial: las retiran. Lo mismo pasa en la Basílica de Guadalupe, aquí en México, con las veladoras. Entonces es una costumbre. 

“En Israel podemos decir que está la construcción del templo, la destrucción, la reconstrucción, la destrucción. También el candelabro de los siete brazos, que rememora que no se le agota el aceite de la eucaristía, etcétera. O comer alimentos sin levadura rememorando el éxodo, “la huida”, entonces de alguna manera estos mensajes, estas peticiones son colocadas en el templo. Sería evidentemente el punto más antiguo de la tradición judía”. 

¡Bendito sea el Creador del Universo!

Retos intelectuales al poeta (EL DESVÁN DEL POETA)

Ma. Gloria Carreón Zapata

Gracias Padre celestial por las bendiciones brindadas
usted es mi ARQUITECTO, mi doctor y consejero.
En momentos de angustia, su Palabra me brinda consuelo
y vivo a diario haciendo REVERENCIA al Dios del universo.

INCOMPATIBLE es el bien y el mal,
el bien me brinda paz, tranquilidad, y seguridad.
El mal sufrimiento, llanto y desconsuelo
tanto me ama mi Creador que en sus brazos,
me siento niña cubierta de ARRUMACOS.

Cuando el cielo se cubre de NUBARRONES grises
yo simplemente clamo al Eterno y Él,
despeja la senda y me muestra un camino recto
y tengo la plena seguridad
que a su lado mi vida será perfecta.

Se despeja la SOMBRA de las tinieblas
cuando de rodillas invoco su Nombre
¡Bendito sea el Creador del Universo!
Que nos brinda dicha y su promesa es la vida eterna.

Usado con permiso de la autora, Ma. Gloria Carreón Zapata

Quizá habrá aquí diez justos…

Félix Martínez García

Y eran ambos justos delante de Dios,
andando sin reprensión en todos los
mandamientos y estatutos del Señor
Lucas 1-5

LogoSegundoAnivLV#17En el contexto de la alerta sanitaria por el virus de la influenza humana, no pude resistir enviar un mensaje al pueblo cristiano, porque esta contingencia epidemiológica tiene una connotación espiritual que no debe pasar inadvertida.

Porque hay que saber leer estos últimos acontecimientos desde la perspectiva espiritual, desde el punto de vista divino, de las Sagradas Escrituras, para entender que a este país, a esta ciudad, Dios la tuvo en su noticia y salvó a la población de un mal mayor, porque en esta ciudad y en este país viven, al menos, diez justos.

ViejaBibliaLa misericordia de Dios se hizo patente, porque sólo un Dios misericordioso acepta truncar una catástrofe mayor y, aun en los casos fatídicos, un castigo mayor. Porque sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, por eso debemos sacar lecciones importantes de esta crisis sanitaria.

La más gratificante es saber que, entre nosotros, viven al menos diez justos. Viene a mi mente el pasaje de Génesis 18, cuando Abraham intercede por una decadente y pecadora ciudad –tan parecida ahora a la nuestra– a la que Dios iba a destruir, en la que, ni siquiera, una decena de justos fue hallada para que Dios no destruyese a esa gente.

La presencia de justos a lo largo de los tiempos ha propiciado el engrandecimiento de la paciencia de Dios y una oportunidad más para que los demás busquemos el rostro de Dios. Es necesario entonces definir cómo son los justos de nuestros tiempos.

Por ejemplo, en los tiempos del rey Herodes, Dios tenía en su memoria a dos personas que el evangelista Lucas describe como un hombre y una mujer sin reprensión alguna, acatando todos los mandamientos y estatutos de Dios.

Los justos de nuestros tiempos no son diferentes. Son hombres y mujeres temerosos de Dios. Pero ¿dónde están?, ¿quiénes son?, ¿cómo viven? Sólo Dios los conoce y, dicho sea con mayor propiedad, ellos conforman la Novia de Cristo.

OrandoBibliaPero estamos convencidos de que hoy, como en los días de Herodes, estos justos tienen un nombre, un oficio, un hogar. Zacarías y Elisabeth, justos que habitaron este mundo hace más de dos mil años, hacían de esta tierra un lugar de adoración a Dios. Por eso Dios volteó la vista hacia ellos.

Pero no los sacrilicemos. La Biblia no esconde las fallas humanas. Porque inclusive estos justos tuvieron debilidades. Es sabido cómo Zacarías, un hombre viejo, cuando escucha a un ángel que iba a ser el progenitor de Juan el Bautista, este justo no creyó y por esa causa permaneció mudo hasta el nacimiento del niño.

La falta de fe en el anuncio del ángel evidencia la naturaleza humana de Zacarías, el justo; del mismo modo, los justos de nuestros tiempos tienen éstas y otras debilidades. Poder ver este comportamiento en los justos nos hace apreciar aún más la misericordia de Dios, porque perdonó la destrucción de esta pecadora ciudad y, para eso, hubo, al menos, diez justos de carne y hueso.

Ahora bien, en esta contingencia sanitaria Dios fue fiel…

¿Pero tú? ¿Qué pensaste cuando oíste por primera vez las extremas medidas tomadas por el gobierno mexicano? ¿Te dio miedo o te dio gozo? ¿Te acordaste de Dios o lo dejaste al final de tus pensamientos? ¿Qué planeaste hacer con tus hijos? ¿Pensaste en el apocalipsis, en el rapto, en los tiempos finales o saliste corriendo a realizar compras de pánico?

Quizá, como a Elías, hombre de semejantes pasiones a las nuestras, te entró el terror.

¿Pero, acaso no está escrito que el justo por la fe vivirá y el que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente?

¿Acaso no está escrito que el justo dice a Jehová: Esperanza mía y castillo mío?

¿Acaso no está escrito que Dios libra al justo del lazo del cazador y de la PESTE destruidora?

Porque muchos cristianos modernos en esta contingencia confiaron más en el Teraflú, el tapabocas y la vacuna de la influenza que en la oración del justo, que obra eficazmente.

Otros, más tibios, se pusieron el tapabocas, simplemente, por si fallaban las promesas de lo alto.

Publicado#17Jun-JuL2009PiK

Sé fiel en el poco tiempo que te queda

José Alfredo Liévano

Es necesario que te mantengas fiel al proyecto de vida que Dios te ha asignado. Necesitas mantener una vida coherente con lo que crees y predicas. Aprovecha tu tiempo ahora, pues hay mucho que hacer en este corto lapso. No lo desperdicies en vanidades que no te llevarán a nada, pues en ese caso tu vida sí sería un desperdicio. “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17).

El tiempo que queda es muy corto, pues las horas y los días transcurren a vertiginosa velocidad. Cualquier cantidad de años vividos es un periodo extremadamente corto si lo comparas con el calendario y el reloj de Dios. La vida en el plano temporal es extremadamente corta, por lo que hay que saberla aprovechar EN Dios. “Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos” (Salmo 90:10). Solamente piensa en los años de vida útil que te queda por vivir. Réstale tu edad actual a 70 u 80 años y verás el tiempo que aproximadamente te queda; y eso si Dios no te llama antes a Su presencia.

Sé fiel en el tiempo

Sin el propósito de ser fatalistas, es necesario advertir que los tiempos que vienen para el mundo se perfilan como oscuros y tempestuosos debido a las consecuencias de la maldad que en él imperan. No podemos tapar el “sol con un dedo” para decir que todo marcha bien sobre el mundo, cuando en realidad no es así. Ése es precisamente el contexto en el cual vives ahora. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2a. a Timoteo 3:1-5).

Sé fiel en el poco tiempo que queda en cumplir con el encargo asignado por Dios aunque a tus ojos parezca insignificante y sin sentido. Sé fiel, pues tu aporte es de mucha utilidad para Sus propósitos. “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58).

Sé fiel en el poco tiempo que queda creyéndole a Dios en medio de las situaciones imposibles. La fidelidad es uno de los espejos de la fe. “Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos; que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen” (1 Timoteo 4:9-10).

Sé fiel en el poco tiempo que queda aunque todos piensen o hagan lo contrario a lo establecido por Dios. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Se fiel en el poco tiempo que queda. Verás como en el trayecto encontrarás evidencias palpables de la realidad y de la acción de Dios a tu favor. Mantente fiel, pues nada te faltará. Confiésalo ahora: “Jehová es mi pastor; nada me faltará” (Salmo 23:1)

¿Quieres leer más textos del autor? Consulta http://alfredolievano.blogspot.com

¿Qué hacer ante un gobierno corrupto?

Augustus Nicodemus Lopes

 La respuesta será, sin duda, que hay unos gobiernos más corruptos que los demás. Pero consideremos lo siguiente: los cristianos del primer siglo vivían bajo el imperio romano, basado en la fuerza militar que tenía como cabeza a un hombre considerado dios.

Los pueblos dominados pagaban pesados impuestos y excepto la tolerancia dada a los judíos, todos tenían que participar del culto al emperador. Estos impuestos eran utilizados para sostener el imperio y el lujo del palacio del césar y su familia, además de los nobles de Roma, donde los senadores clamaban por justicia y honestidad, pero el sistema era corrupto hasta los tuétanos.

Sin embargo, los cristianos eran exhortados a orar por las autoridades —oración que incluía el emperador— y a pedir una vida en paz, para que pudieran ganar el pan de cada día. Eran dirigidos a pagar los impuestos, a honrar el rey y cumplir las leyes.

Sin embargo, fueron alertados a resistir al poder público cuando el mismo los quisiera obligar a ir contra Cristo. Así, los apóstoles desobedecerán las órdenes del Sanedrín judío de que no hablaran más de Cristo en Jerusalén y fueron encarcelados por esta razón.

Pablo fue arrestado y azotado varias veces por predicar que Jesucristo era el único Señor, título que sólo se le daba al césar romano .

Cientos de creyentes del primer siglo murieron en las arenas del Coliseo romano en manos de gladiadores y en las garras de las fieras, porque se negaron a adorar el emperador.

A pesar de la corrupción del gobierno, de la robadera denunciada y de las mentiras cotidianas, del sistema corrupto y corruptor, los cristianos deberíamos orar por nuestras autoridades, pagar los impuestos y obedecer las leyes del país en que vivimos.

No deberíamos insultar al presidente, sino orar por él o ella. Aunque sí hacer uso de todos los recursos legales y autorizados en la democracia para buscar cambios.

Sí es posible seguir y servir a Cristo del mismo modo que lo cristianos del primer siglo, anunciando su gloria y su reino venidero de justicia y paz a todos los que se arrepientan de sus pecados y se sometan a Él como el verdadero Señor y Rey del universo.

Prediquemos que el gobierno de Cristo es eterno. El de hombres, no.

Paráfrasis del texto publicado en FB

El espíritu de Caín en la Iglesia

Rubén Gimenez

En Génesis 4 se nos relata la historia de Caín y Abel. Dos hermanos que se presentaron delante de Dios. Abel ofreció lo mejor para Dios y Caín no. Dios miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no a Caín. Entonces Caín tuvo celos y envidia de Abel. Y lo mato.

El primer pecado de la humanidad lo tuvieron Adán y Eva al desobedecer a Dios. Pero el segundo pecado grave fue el de Caín, que por envidia y celos mató a su hermano. Ese no es un detalle menor. Es un pecado de familia. Es un pecado que uno comete con los cercanos. ¿Qué culpa tenia Abel si Dios lo escogió o lo bendijo de manera especial?

Algo parecido pasó entre Saúl y David. Saúl no fue un buen rey, y entonces Dios escogió a David en lugar de Saúl. Y por eso, Saúl comenzó a perseguir a David por todos lados, para matarlo. Los celos y la envidia corroían a Saúl. En vez de apoyarlo, en vez de honrarlo, lo envidió y lo rechazó.

¿Por qué nos cuesta tanto la unidad entre los cristianos? Creo que aquí hay una raíz muy grande. Aunque tú rechaces lo que estas leyendo, está en la Biblia.

Nos cuesta mucho alegrarnos con las alegrías de otros cristianos. Si un hermano se compra un carro nuevo, lo criticamos en vez de alegrarnos. Si un hermano Dios lo está usando con poder, dudamos y lo criticamos. Si una iglesia prospera o tiene crecimiento, hablamos mal de ellos. Ese es el espíritu de Caín. Ese es el espíritu de Saúl.

Nos escudamos diciendo que son falsos pastores y apóstoles. Sin duda que los hay. Pero no todos lo son. Habrá falsa doctrina, pero no podemos rechazar a todo aquel que tiene éxito. Muchos tienen éxito porque Dios los está     levantando.

Hay que apoyar a los que Dios está levantando. No podemos criticar a todo aquel que Dios usa. No podemos ignorarlos. No podemos «matarlos» con nuestra boca y hablar mal todo el tiempo de los que avanzan o triunfan.

Si Dios escogió a los «David» de este tiempo, apoyémoslos. Quizás a ti no te eligió para cierta función, pero te está pidiendo que apoyes y ames a tus hermanos.

Este es un gran ataque a la unidad. Yo pertenezco a una Asociación de Pastores en Miami, y me ha tocado vivir esta realidad. La unidad es atacada continuamente. Cualquier cosa nos divide: la ropa, las formas, la cara, la nacionalidad.

Más aún, cuando uno tiene una prueba o una pérdida, los «hermanos» critican el sufrimiento, diciendo ‘qué clase de pecado habrá cometido ese hermano para estar así.

O sea que nada nos viene bien. Si alguien tiene éxito, es un corrupto. Si tiene pobreza, es un pecador. ¡Qué lamentable es el estado de la Iglesia de hoy! La falta de amor es increíble. Por eso al mundo le cuesta tanto creer en Cristo, por la falta de unidad y amor en la Iglesia.

El espíritu de Caín está entre nosotros. El espíritu de Saúl está entre los pastores y líderes. Dios nos libre de caer en condenación y juicio de Dios por haber sido tan juzgadores y falta de amor y apoyo a los hermanos que lo necesitan.

Tomado del FB

¿Debo sujetarme?, ¿a quién?

Marcelo Montenegro

Sujetarse a tu superior te da autoridad espiritual. En la calle uno se sujeta/respeta al que tiene «charola», es decir, a un policía, a un agente de tránsito o a un docente. Secularmente, cada vez más todo va reglamentándose e imponiendo la necesidad de matricularse. Tener matrícula es tener “charola”, sea en el área que sea. Tener matrícula es tener responsabilidad legal en esa área.

Sin embargo, en la Iglesia, es decir, lo que sucede en el mundo espiritual, es diferente. La matrícula (ser miembro activo) no cuenta mucho. La “charola” no es lo mas importante.

Puede ser que no, pero se puede tener “charola” y no autoridad de Dios. Se puede tener poder humano e influencias y ser inofensivo en la realidad espiritual. Se puede contar con un espacio privilegiado eclesial (reconocimiento, ordenamiento, diplomas teológicos, etcétera), con un mensaje bíblico célebre, con buenas consignas, bien ordenadito, que no le entre un alfiler, y no tener “ministerio” o “llamamiento”.

Entonces ¿a quien me sujeto?. ¿Cómo darme cuenta sobre en quién confiar?

Sujétate, en lo posible, a un anciano. No prestes atención a su sabiduría (puede tener menos sabiduría que tú, la autoridad no pasa por ahí). No le prestes atención a la visión ni a dialéctica. Fíjate si es maduro. Si te mira como un líder o como un mentor. Si te comprende y escucha o está apurado a darte explicaciones. Observa sus ojos, sus actitudes, si mira el reloj, si mueve las llaves o golpetea la mesa con los dedos, no te aconsejo que le sigas. No te sujetes si te cuenta macanas (chismes) de otros, pero prefiérelo si te cuenta sus propios errores. Hazlo si ves en él a un padre espiritual. Alguien que tiene cicatrices. Alguien que vivió la traición religiosa, el dolor, la caída, el desánimo, se levantó y es humilde.

Huye de los que demandan tu sumisión. Huye de los que únicamente quieren enseñarte. Huye de los que te analizan y te miran por encima. Busca un amigo. Al que puedas llamarlo e ir a tocar el timbre de la casa. No busques a un gurú de multitudes. Dejémonos guiar en lo posible siempre por el mismo. Alguien que verdaderamente nos conozca. La autoridad espiritual no llega directamente de Dios en todos los casos. La autoridad de Dios dice: “Si no te sujetas a alguien que ves, como te vas a sujetar a mí que no me ves”.

Dios perdona todos y cada uno de los pecados, pero la autoridad sigue proveyéndose con la misma ley. La autoridad se delega verticalmente, se vierte desde lo alto, pero se activa por medio de mi actitud en lo horizontal. Esto no se puede cambiar al menos en la mayoría de los casos. No podemos aparentar estar bien en lo vertical si funcionamos mal en lo horizontal. Lo que pase en mi vida en lo horizontal será consecuencia de mi intimidad con lo vertical.

La palabra del Señor dice: Ámense los unos a los otros. Confiesen sus pecados los unos a los otros. Obedezcan a sus pastores.

Volviendo al tema: ¿Porque es mas fácil hablar de mis errores con Dios que con un hombre, un pastor un sacerdote, de mi misma especie? ¿No será porque a Dios no lo vemos físicamente, no vemos ni cara ni su gesto?

En conclusión, si lo que deseamos es autoridad del Señor, libertad emocional y la conciencia limpia, vayamos corriendo al Señor antes que nada porque Él nos perdona y sana, y después con la misma diligencia vayamos a hablar de nuestras miserias a un hermano amado, confiable, para no engañarle al cuerpo de Cristo, la Iglesia, ni engañarme a mí mismo.

Tomado del FB

Razones por las cuales se sufre persecución

Augustus Nicodemus Lopes

 Los cristianos fueron perseguidos por los incrédulos y burlones desde el primer momento en que empezaron a decirle a la gente de su época que Jesús de Nazaret, quien había sido rechazado y asesinado por los judios, era en realidad el Hijo de Dios. Su muerte en la cruz era el único medio por el cual Dios estaba dispuesto a perdonar los pecados y otorgar vida eterna, a judios y no judios.

Sólo hay que dar una lectura, aunque rápida, del libro de los Hechos y nos quedará claro: el mensaje de la cruz anunciada por los primeros cristianos, aunque aceptada por miles en la época, provocaron reacciones violentas entre judíos y griegos. Para los primeros fue un escándalo, para los últimos es locura (1 Cor 1:23).

Se esperaba que los cristianos perseguidos y odiados, difamados y expuestos al desprecio y al ridículo se sintieran tentado a reaccionar, responder y desarrollar un espíritu de victimización. Es decir, sentir pena por ellos mismos y cultivar un espíritu de rectitud siendo objeto de persecución por parte del mundo. Sin embargo, los apóstoles, los primeros líderes y pastores de esa generación pronto se dieron cuenta del peligro de la persecución empujada a los discípulos a una actitud de reacción o de victimización.

Por lo tanto, nos guiaron para hacer frente a la burla, difamación, persecución, encarcelamiento y martirio incluso de la manera correcta, teniendo siempre a Jesucristo como un ejemplo de humildad y amor para los enemigos.

Una cosa en particular preocupaba a los apóstoles: la causa de la persecución: un cristiano sufría por el hecho de que era un creyente en Cristo Jesús. Sin embargo, no todas las persecuciones que sufrieron los cristianos fueron a causa de la Cruz, por amor a Cristo, a causa de la verdad.

El apóstol Pedro instó a los cristianos a tener una vida ejemplar entre la gente, a vivir sin practicar las cosas malas que hacen los mundanos (1Pe 2.11-12). Si tienen que sufrir, que sea por hacer el bien y no el mal: ¿qué gloria tiene ser abofeteado por hacer el mal? (1Pe 2.20-21). Ellos serían bendecidos si ellos estaban dispuestos para la práctica de la justicia de Dios (1 Pe. 3.13-14). Pedro dice: «Si es la voluntad de Dios, es mejor que sufráis por praticar lo qué es bueno que practicar el mal» (1Pe 3.17). Y agrega: «Si, por el nombre de Cristo sois denostados, benditos sois porque sobre la se encuentra el espíritu de gloria y de Dios. No sufra, sin embargo, ninguno de ustedes como un criminal, asesino o ladrón, o que se entromete en otro negocio; Pero, si usted sufre como cristiano, no se avergüences de ello; antes, glorificar a Dios con ese nombre. (1Pe 4.15-16).

No todas las burlas y libertinaje que un cristiano recibe de los incrédulos son debido a su fidelidad a Cristo. Si alguien que dice ser que cristiano es deshonesto, ambicioso, mentiroso, perezoso, inmoral e hipócrita y sufre las consecuencias de estos actos, este sufrimiento no es de Cristo. No está sufriendo por ser cristiano, sino como cualquier otra persona.

El apóstol Pablo dijo en su primera carta a los cristianos en la ciudad de Corinto que el mensaje de la Cruz es locura para los no creyentes (1 Cor 1,18). No entienden, se sienten ofendidos por la idea de la salvación a través de quien fue crucificado y resulta ridícula la idea de que el crucificado ha resucitado de entre los muertos. Y, por supuesto, se burlan y persiguen a quien cree y enseña esto. Sin embargo, en la misma carta, Pablo enseña a los creyentes de Corinto a tener cuidado de no dar a los no creyentes otra razón, aparte de la Cruz, de llamarlos locos. Guía, por ejemplo, los hermanos para evitar hablar en todos los idiomas al mismo tiempo y sin la interpretación en los cultos públicos: «Si por lo tanto, toda la iglesia se reúnen en el mismo lugar, y todo el mundo llega a hablar en otras lenguas, en caso de que entran indoctos o no creyentes, ¿no dirán que estáis locos?» (1 Cor 14,23). Nos llaman locos por el mensaje de la Cruz, pero no por la falta de sentido común.

Desafortunadamente, un montón de libertinaje y la persecución que los evangélicos experimentan hoy no es por la vigorosa, firme y clara predicación de la Cruz de Cristo. De hecho, poco se habla de ella, en medio de los decretos de prosperidad, promesas de victoria y solicitudes de dinero. ¿No causan burla estas extrañas costumbres y prácticas en nombre del Espíritu Santo, escándalos y descarada búsqueda de riqueza y ostentación de dinero de personas inocentes en nombre de Dios?

Desafortunadamente, hay segmentos de cristianos evangélicos participando de esto, en una guerra contra aquellos que deben ser objeto de nuestra predicación en la cruz y no nuestro enojo.

Los evangélicos no siempre sufren por ser cristianos serios, firmes, verdaderos y fieles a Dios.

Hasta ahora los medios de comunicación secular no han sido justos para hacer la distinción entre unos evangélicos y otros evangélicos.

El camino, me parece a mí, no es rechazar el título de «evangélico», sino vivir y predicar de tal manera que la única razón por recibir la burla de las personas sea aquella que proviene de predicar a Cristo y a éste crucificado.

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Haz una pausa para alabar a Dios

Salvador García

Bendeciré al Señor en todo tiempo…» (Salmo 34:1)

Si gritas hasta perder la voz en el partido del sábado, pero te quedas callado y quieto en el tiempo de alabanza el domingo, a lo mejor estás mucho más interesado en los deportes que en las cosas espirituales.

Alabamos y adoramos algo de gran valor. ¿Qué valor le das a Dios y a tu relación con Él? A lo mejor dices: «Pero a veces no siento que quiero adorar a Dios». Los sentimientos no tienen nada que ver con ello. Las bases de una buena relación no son las emociones sino el compromiso.

Leemos en la Biblia: «…Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Él (de Cristo), sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan Su Nombre.» (Hebreos 13:15). Fijémonos en las palabras «siempre» y «sacrificio». Con Dios, la alabanza que cuesta es la que vale.

Piensa en alguien con un buen empleo, una buena familia, y con salud adorando al Señor en la iglesia. Y luego en alguien que vive solo y enfermo, pero que levanta sus brazos débiles y alza su voz en alabanza. ¿Quién crees que tiene más mérito?

Dijo el salmista: «Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre del Señor» (Salmo 113:3).

El salmista hacía pausas de alabanza a lo largo del día: «¡Siete veces al día te alabo..!” (Salmo 119:164). Solemos parar para tomar un café; el salmista interrumpía su jornada para alabar.

Si quieres cambiar el ambiente en el que te mueves o tu actitud, alaba al Señor a lo largo del día. No sólo bendecirás al Señor; Él te bendecirá a ti de muchas formas. Hazlo de todo corazón y no tardarás en ver el resultado.

Publicado en Siervos inútiles

Coraje en el dolor o gozo

Augustus Nicodemus Lopes

 Cuando tuve un accidente de moto hace unas tres semanas, me hospitalizaron durante diez días, tiempo durante el cual experimenté un dolor casi insoportable. Se habían roto el pie y la mano. La mano derecha necesitó cirugía extensa e implantación de una placa de titanio. A pesar de los anestésicos, los dolores fueron constantes.

Durante los primeros días en el hospital, no sólo el dolor sino también la incomodidad física tuvo un efecto profundo en mi vida espiritual. Dudas, confusión, incertidumbre, ansiedad y desesperación llegaron a mi mente y a mi corazón. Comencé a revisar las preguntas más básicas de mi fe, como por ejemplo, el amor de Dios para sus hijos; su sistema, que a veces parece cruel, sometiendo a sus hijos al sufrimiento y dolor; mi debilidad y la vulnerabilidad frente a la realidad y, sobre todo, la incertidumbre relacionada con el futuro.

Después de unos días bajo intenso sufrimiento físico, mental y espiritual, finalmente la luz amaneció. Ella vino a través del alivio de dolores y la percepción de que Dios me dio durante la oración de un hermano que visitó, respecto de Su propósito general en el sufrimiento de sus hijos.

En ningún momento había asignado a Dios responsabilidad alguna por el accidente. Como calvinista, sabía muy bien que el accidente había sido el resultado de causas naturales, de violar las leyes físicas generales que Dios habían creado y establecido para gobernar la realidad. Había roto las leyes y ahora estaba sufriendo las consecuencias. Sabía que no pasa nada sin la voluntad de Dios, pero la conciencia de mi responsabilidad en este mundo, que siempre acompañó a la conciencia que tengo de la absoluta soberanía divina, no permitió culpar a Dios de cualquier daño. Él siempre es justo y bueno. El accidente fue la consecuencia inevitable de haber roto las leyes de la física, al acelerar sin calcular correctamente espacio y trayectoria.

El punto que quiero destacar es la percepción que tenía, en el hospital, como nunca antes, de la inseparable relación entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Dicho de otra manera, de la inseparable relación entre el bienestar espiritual y el bienestar físico.

No quiero entrar aquí en la eterna disputa entre dicotomistas y tricotomistas, de si el espíritu y el alma son dos dimensiones distintas del hombre o si es una que se describe con dos palabras diferentes. Ambos estarán de acuerdo que la dimensión espiritual y la dimensión física están profundamente relacionadas.

Me di cuenta muy claramente que, ante el sufrimiento y el dolor, mi fe se había sido sacudido y abatido. Pensé en los mártires de antaño, al comienzo del cristianismo. Me acordé de que la historia no siempre cuenta que no todos esos cristianos murieron felizmente, cantando himnos entre las llamas de fuego o en los dientes de las bestias. Muchos murieron gritando de dolor, sin mostrar ningún valor durante su martirio. Otros renunciaron públicamente a su fe para no sufrir dificultades y enfrentar una muerte terrible.

En cuanto a quienes murieron cantando himnos a Dios, testimonio del amor y del poder de Dios, entraron en los registros de la historia de la Iglesia cristiana recibieron la gracia de morir como mártires, glorificando a Dios. No juzgo a aquellos otros que, ante la tortura, el dolor y sufrimiento dieron muestra de debilidad y cobardía.

Puedo entender por qué hicieron esto. Porque me di cuenta en mi corazón, cuando el dolor se volvió más insoportable, que existe una gran dificultad para permanecer optimista, alegre y confiado en las promesas de Dios.

Veamos ejemplos de esta relación entre cuerpo y espíritu en las Sagradas Escrituras. Es el caso de Job. Satanás fue al grano. Le dijo a Dios que si tocaba el cuerpo de Job, éste lo negaría. El diablo argumentó: “Piel por piel, el hombre lo dará todo por su vida. Pero extiende ahora tu mano, toca sus huesos y su carne y verás si no blasfema contra ti en tu cara” (Job 2:4-5).

Aunque es el padre de la mentira, Satanás es muy perspicaz. Sabe sobre la relación entre el espíritu y el cuerpo en el ser humano, ya sabes que si le das a uno, llega a todos.

Cuando el profeta Elías estaba extremadamente cansado, se sentía deprimido al punto de pedir su propia muerte (1 Reyes 19:4). Jonás, bajo un calor insoportable, se preparó a morir (Jonás 4.8). Pablo habla de una espina en la carne, contra la que él constantemente batallaba (2 Cor 12:7-10).

En otras palabras, es mucho más fácil sentir esperanza, coraje, alegría, ánimo y confianza cuando nos sentimos bien físicamente.

Esos días en el hospital me enseñaron por lo menos dos cosas. En primer lugar, que no soy tan fuerte ni espiritualmente ni el pensamiento. Gran parte de la fuerza, confianza y esperanza que tengo se relacionan y, en algunos sentidos, son dependientes de mi bienestar físico. Así que, si Dios no me apoya en tiempo de enfermedad, dolor y adversidad, fácilmente me desalentaría y podría llegar al punto de desesperación. Sólo Dios es quien nos sostiene en momentos de aflicción y tribulación.

La segunda cosa que he aprendido es la necesidad de ser más compasivos y comprensivos con quienes sufren. A veces ni siquiera consideremos reprender a los hermanos que están en dolor y sufrimiento, porque no se siempre se puede ser feliz, esperanzado y permanecer tranquilo y confiado en las promesas de Dios.

Quienes han experimentado dolor profundo durante un tiempo prolongado sabe lo difícil que es mantener la mente enfocada en estas cosas cuando el cuerpo entero es un solo dolor insoportable.

Por último, mi agradecimiento creció por aquellos creyentes que, durante los periodos de prueba, sufrimiento, enfermedad, dolor y persecución, pueden alegrarse y regocijarse en Cristo Jesús. Esto es una verdadera bendición. Que nuestro Dios conceda que, en el dolor o en el sufrimiento, glorifiquemos a través de la provisión espiritual agradable a él, para mostrar al mundo que hay un poder sobrenatural detrás de lo que decimos creer.

Usado con permiso

¿Libertad o libertinaje entre los cristianos?

Augustus Nicodemus Lopes

Los libertinos han existido siempre dentro de la Iglesia cristiana. No hay que confundirlos con quienes buscan la libertad de la esclavitud del pecado, la carne, el mundo y la ley, que es en sí misma la libertad cristiana que se encuentra en Cristo. En ese sentido, todo verdadero creyente es libre, si bien es un esclavo de Dios y siervo de los demás. Pablo habla de esto en Romanos 6.

Los libertinos, en cambio, son diferentes. También hablan de libertad cristiana, libertad de conciencia y libertad de la ley, dicen también que sólo quieren ser libres en Dios y del prójimo. No se dan cuenta de la libertad dada por Cristo como un estímulo a vivir en obediencia a Dios y el servicio a los demás, sino que la toman como una licencia para hacer lo que les venga en gana.

Los encontramos en todas las épocas de la Iglesia. ¿Quién no se acuerda de Balaam , el falso profeta que enseñó a los hijos de Israel a ejercer la prostitución con los cananeos y practicar su religión, como algo aceptable a Dios? ( Num 31:16).

Podemos encontrar libertinos encubiertos en las primeras comunidades cristianas, que enseñaban que la gracia de Dios permitía a los cristianos participar en sacrificios —incluida la fornicación— en los templos paganos. El apóstol Pablo encontró un grupo de libertinos en Corinto que pensaba que todo era legal para el creyente, incluso que podían participar en fiestas paganas ofrecidas en los templos de los idólatras (1 Cor 8:10 ). El libro de Apocalipsis menciona a los nicolaítas y a los seguidores de Jezabel, libertinos que enseñaban a los cristianos a participar en las «profundidades de Satanás » (Apocalipsis 2:24 ) . También menciona la «doctrina de Balaam» , que parece haber sido un nombre relativamente común en el siglo I para los libertinos ( cf. Ap 02:14 ). Judas escribió su carta para denunciar y hacer frente a «ciertos individuos que han entrado encubiertamente… hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo» (Judas 4).

Los libertinos modernos no son diferentes y, básicamente, mantiene las mismas características de los libertinos descritos en el Nuevo Testamento, sobre todo en la carta de Judas, a saber:

1. Los libertinos se introducen en las iglesias y comunidades cristianas a pesar de no ser verdaderos creyentes en Cristo Jesús, disfrazando sus creencias y prácticas hasta que se sienten seguros para expresar abiertamente lo que son. Están presentes en el culto y las festividades como “rocas sumergidas” (Judas 12), que representan un peligro para la navegación.

2. Son gente impía —es decir, sin la piedad personal , sin el temor de Dios y sin ninguna relación con el Señor Jesucristo— que aparecen disfrazados de cristianos, usando el lenguaje cristiano y participando en prácticas cristianas. Son arrogantes y aduladores por los intereses (Judas 16 ). ¿Son los «sexy » y «causa divisiones» en el cuerpo de Cristo con ideas heréticas (Judas 19 ).

3. La “doctrina” libertina enseña que la gracia de Cristo hace que todo sea lícito para los cristianos, incluidas prácticas inmorales —puede tener otros nombres, como sexo libre, amor, etcétera—. Esta doctrina convierte en libertinaje la gracia de Dios.

4. En última instancia , la “doctrina” de los libertinos niega a Jesucristo, quien sufrió en la cruz para liberar a su pueblo, no sólo de la culpa del pecado, sino del poder del pecado en sus vidas, lo cual debe llevar hacia la santidad y pureza. Los libertinos viven sin pudor (Judas 12).

5. La fuente de autoridad de esta doctrina no es la Sagrada Escritura, que condena la inmoralidad de todo el mundo, la lujuria , la fornicación y el adulterio, sino experiencias personales. Judas llama libertinos a “soñadores que contaminan la carne” (Judas 8). El “cristianismo” de los libertinos no se deriva de la revelación de Dios en la Escritura sino es el resultado de su mente carnal, «naturalmente, como bestias irracionales» (Judas 10).

Hablando claramente y sin rodeos, los libertinos están presentes en las iglesias y las comunidades evangélicas: no ven nada malo en las relaciones prematrimoniales, en las parejas múltiples, las relaciones homosexuales, la pornografía, las relaciones amorosas fuera del matrimonio, el consumo excesivo de alcohol o la participación de cristianos en las diversiones mundanas y valores de absorción de este mundo en el vestir , convivir, vivir y caminar. La agenda libertina es más amplio que esta y algunos son más radicales que otros. Pero, en general, son libertinos contra cualquier sistema que tenga una ética definida y clara de defender los valores morales absolutos.

Los libertinos suelen construir una imagen de Jesús como una persona inclusivistic, que amaba a todos sin distinción, que nunca condenó a nadie ni hablado en contra del pecado de nadie. Sin embargo, el “libertino Jesús” es diferente del Jesús de la Biblia que el cristianismo histórico ha anunciado desde hace dos mil años.

Si Jesús era ese que los libertinos dicen, entonces fue un perfecto fracaso, porque sus discípulos más cercanos se convirtieron en lo contrario de lo que ellos enseñan: Pedro comenzó a enseñar que la vida en la carne eran las pasiones pecaminosas (1a Pedro 1:13-19); Juan dijo que amar las cosas del mundo y la carne te hacen enemigos de Dios (1a Juan 2:15-17); Santiago condenó la mundanalidad (Santiago 4); el autor de la carta a los Hebreos afirma que tenemos que luchar hasta la sangre contra el pecado que nos asedia (Hebreos 12:1-4), y el apóstol Pablo declaró que los sodomitas y los homosexuales no entrarán al Reino de Dios (1 Corintios 6:9-11).

Ciertamente no aprendieron estas cosas del “Jesús libertino”.

En cambio, los libertinos guardan convenientemente silencio sobre ciertos pasajes de los Evangelios donde Jesús recibe a prostitutas, publicanos y otros pecadores a quienes les pidió seguirlo y les enseñó a no cometer más pecados, tomando su cruz, negándose a sí mismos para convertirse en sal y luz en este mundo oscuro.

No hubo una prostituta, un ladrón inmoral que haya conocido a Jesús y se haya convertido en su discípulo que siguiera viviendo una vida inmoral. Ni Zaqueo ni Mateo ni María Magdalena siguieron siendo iguales.

Usado con permiso

Dar gracias a Dios es vida iluminada

Leonardo Andujar Zaiter

Da infinitas gracias al Señor por lo bueno y generoso que ha sido contigo. Al despertar siempre hay razones para expresar un “gracias Señor”. Gracias por todo, hasta por lo que no te agrada o creas que no es conveniente.

El Señor dispone cuanto acontece en la vida de cada uno, aunque no seamos conscientes de ello. De muchas acciones de Él sobre tu vida nunca encontrarás explicación ni justificación. El Señor es único y especial y nadie está por encima, lo que significa que habrá casos puestos en sus manos donde solo Él sabrá las respuestas.

Su voluntad es independiente de lo que tú puedas pretender. Brinda compasión ante cualquier hecho o acto de la existencia humana, que poderoso es el Señor para mediar en todo lo relacionado con los hombres.

Se deja sentir siempre con amor y repara lo atrofiado. Jamás te dirijas a Él para exigir; recuerda: crecerás si permites que obre libremente en ti. Conviene en este momento examinar cómo te has comportado ante el Señor, y si entiendes, debes iniciar una renovación en la relación.

Humildad y entrega te permitirán gozar de buena experiencia. Regálate la oportunidad de crecimiento y manifiesta abiertamente gratitud que beneficiará tu comunión con el Señor.

Dar gracias es vida iluminada a la manera del Rey de Reyes, la mas inmensa y privilegiada protección que el ser humano recibe. Disfruta invocando Su nombre y reconociendo tantas cosas que, si eres honesto contigo mismo, aun no merecías.

Reflexiones de fe y esperanza. Usado con permiso

La verdadera santidad

Miguel Rosell Carrillo

Hay un mal entendimiento de lo que significa la santidad. Dice Hebreos 12:14: “Seguid la paz con todos, Y LA SANTIDAD, SIN LA CUAL NADIE VERÁ AL SEÑOR”.
Este es un versículo que a los que son de la “sana doctrina” (entiéndase la ironía), les encanta mencionar continuamente, pero lo hacen desde un planteamiento que roza el pensamiento católico romano, aunque no se aperciban muchos de ellos. De hecho lo presentan como un meritar, y muchas veces siguiendo pautas y mandamientos de hombres (Col.2:21).
Veamos de cerca qué significa: “SEGUID … LA SANTIDAD, SIN LA CUAL NADIE VERÁ AL SEÑOR”
“Seguir la santidad” es algo que sólo el creyente verdadero puede hacer, porque esa santidad no es producto suyo, sino de Dios. Dicho creyente no puede conseguir ni un ápice más de santidad del que ya tiene, porque es Cristo en él (Gl. 2:20).
Solamente con esa santidad, que es Cristo, el creyente un día verá al Señor cara a cara, jamás sin ella, porque ningún mérito propio nos hará ver al Señor, sino solamente por la cruz, Su mérito.
Por lo tanto, la santidad no es un fin en sí mismo, ya que no está en nuestras manos lograrla (de otra manera procederíamos al modo católico romano). No es de extrañar entonces que muchos crean que deben esforzarse en lo que consideran “santo”, para no “perder” la salvación.
LA SANTIDAD ES UN DON DE DIOS, que es concedido a la par con la justificación por la fe (Jn.3:3).
«Seguir la santidad”, significa obrar y vivir conforme a ella, pero recordemos que no vamos a poder mejorarla, ya que no es nuestra.
Dicha santidad, imputada por Dios, jamás la perderá el verdadero creyente, ya que va implícita en su salvación por los únicos y suficientes méritos de Cristo.
Que la salvación de Dios tiene sentido si uno pelea la santidad personal para conservar la salvación, es una herejía. Nadie sabría a ciencia cierta cuánta santidad propia sería suficiente ante los ojos de Dios, pero ya les digo que nunca sería suficiente (si no, por demás murió Cristo)
Ningún esfuerzo propio nos puede dar la posibilidad de sostener la salvación, ¡ninguno!
Insistimos, el creyente debe seguir esa santidad, lo cual implica esforzarse en la gracia de Dios para vivir una vida lo más agradable a Dios posible, a pesar de nuestro cuerpo de muerte que todavía arrastramos (ver Ro. 7:15ss), pero no olvidemos que veremos al Señor, no por nuestro esfuerzo (lo cual implicaría mérito), sino por la santidad Suya en nosotros: “Y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí…” (Gl.2:20)

Soli Deo Gloria.

http://www.centrorey.org

¿La santidad es un fin en sí misma?

Miguel Rosell Carrillo

Muchos hacen de la santidad un fin en sí mismo, porque creen que si la pierden, perderán la salvación. Por ese motivo se esfuerzan en sus propias fuerzas en alcanzar una santidad que de hecho ya tienen, porque Dios ya les dio, en el momento de nacer de lo Alto (Jn.3:3). El pensar o creer de esa manera, es lo derivado de la doctrina arminiana.

Veámoslo de cerca. Las cuestiones son las siguientes:

1) ¿De quién es la santidad del creyente, de él, o de Dios en él por Cristo? (Gl. 2:20)

2) Si esa santidad es Cristo obrando en el creyente, ¿quién la sustenta, el creyente, o Cristo mismo? (He.10:14)

3) Entonces ¿Cómo se puede perder una salvación sustentada por el Espíritu de Cristo en el creyente? (Ro.8: 34-39)

Ver: 1 Juan3:6,9; Ro. 8:1,15,16; Fil: 2:13; Jn.10:27-29; Gl.2:20; He.10:14; Ro.8:34-39

El asunto aquí es que hay innumerables hijos de Dios que viven casi angustiados porque creen que en cualquier momento pueden perder la salvación por no tener la suficiente santidad. Eso les genera incertidumbre, porque no saben si hoy son salvos, o lo serán mañana, o pasado mañana.

Esto es fruto de su creencia arminiana, ya que esta enseña que el mantenimiento de la salvación es total responsabilidad del creyente (como si eso fuera posible); por ello hacen de la santidad un fin en sí mismo. Pero veámoslo bien: la santidad no es algo que el hombre pueda generar o conseguir por sí mismo (doctrina católica romana); la santidad es la otorgada por Dios a sus hijos, por eso la Biblia nos dice que somos santos (Fil.1:1). Por eso con la justificación otorgada por los únicos y suficientes méritos de Cristo, se cumple la orden divina: “sed santos porque yo soy santo” (Lv. 20:7; 1 Pr. 1: 16)

Esta manera de entender el asunto, nos ayudará a proseguir en la tarea que nos per toca en cuanto a nuestra santificación: “como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” (1 Pr. 1:15)

Vamos de la mano con Dios. No sólo le agarramos la mano a Él (nuestra responsabilidad en cuanto a la santificación), sino que Él nos agarra de la mano a nosotros (Su Santidad en nosotros).

Si nos soltáremos alguna vez de Él, por seguro, que Él no nos soltará de Su mano, porquepoderoso es el Señor para hacernos estar firmes (Ro. 14:4)

SOLI DEO GLORIA

pastor de Centro Rey, Madrid, España. www.centrorey.org

La lucha más tremenda

Marcelo Montenegro

Cristo sufrio dos ataques directos que todo hijo de Dios debe tener en cuenta para mantenerse firmes en el Señor: El ataque de satanás y la oposición de los hombres.

El ataque de satanás no es una película de brujas, es la realidad, la de un ángel espiritual que odia el Evangelio; su misión hoy no es otra que desvirtuarlo y atacar la carne de los cristianos débiles, es lo que más le apetece.

Luego está la oposición de los hombres: ésta nace por los celos, ignorancia, por el desconocimiento de la autoridad de Dios y de su voluntad. Incluso la oposición puede existir en medio del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, por medio de aquellos que experimentan una religión, que se encierran dentro de un montón de normas y liturgias sin vida, intentando dividir la Iglesia sin saberlo. Tendremos oposición de los hombres también.

Pero la lucha más tremenda y cruel es con el viejo hombre. El viejo hombre que nos susurra al oído sus ideales, sus criterios. El viejo hombre siempre intentará captar nuestra atención por medio de sus opiniones… para terminar haciendo su propia voluntad y no la de Dios.

Por lo tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podais resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6.13.

Tomado del FB

La verdadera meta del papa Francisco

FRANCISCO, EL NUEVO PALADÍN DE LA CATOLICIDAD

 “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1: 8-10)

Pastor Miguel Rosell *

 No hay peor mentira que la que se parece a la verdad. Eso es cierto. La iglesia romana presume ser “Semper eadem”, queriendo decir con eso que ella es la Iglesia que Cristo fundó y que perdura por los siglos. Eso no es cierto; y sin embargo, su dogma contiene mucha verdad doctrinal, la suficiente como para haberse levantado como el peor de los engaños dirigidos por las tinieblas hacia la humanidad.

Usando motu proprio la suficiente verdad bíblica, la iglesia de los papas ha hecho de su Tradición la piedra angular sobre la cual ha edificado su bastión.

¿Sucesión Apostólica?

Enmarcada en esa Tradición fraudulentamente basada en la Escritura, el canon romanista enseña como verdad que todo buen católico debe creer, que existe la que llaman “sucesión apostólica”, la cual pretende ser un nexo continuo de unión papa tras papa. Esto, además, no se ajusta ni en la más mínima expresión a la realidad histórica.

Roma enseña que – cito – “Cristo, al instituir a los Doce, formó una especie de Colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él” (1) – y – “Así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los apóstoles” (2)

Pero no sólo eso es así, lo cual sería suficientemente reprobable, sino que – cito – “el Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad” (3)

Hacia el siglo VII de nuestra era, la catolicidad le dio permiso a un hombre a ejercer “potestad plena, suprema y universal” sobre el resto de los mortales y sus posesiones (4)

Cuando el obispo de la ciudad de Roma logró exaltarse a sí mismo por encima de todos los demás obispos, a poco fue adquiriendo más títulos y poder, llegando a ser un nuevo César romano, denominándose: “Sumo Pontífice”, es decir Sumo Mediador entre Dios y los hombres, el título y función de Jesucristo hombre (1 Ti. 2: 5-7); “Santo Padre”, título que sólo Dios Padre tiene; y por fin, cuando habla ex-cátedra, es infalible, cualidad que corresponde además de al Padre y al Hijo, al Espíritu Santo. Así pues, un hombre logró su “deificación”.

La Iglesia de Roma, la cual dice de sí misma ser la única y verdadera de Cristo, y sin la cual no hay salvación (5) (6), también exalta a ese hombre al cual llaman “Santo Padre”; “Su Santidad”; “Vicarius Filii Dei” (Vicario del Hijo de Dios); “Vicarius Generali Dei in Terris” (Vicario Principal de Dios en la Tierra), etc. y ahora ellos tienen a Francisco, el nuevo paladín de la catolicidad… un papa humilde… un contrasentido aparente.

Ciertamente vemos en Francisco a un hombre en apariencia humilde, sobrio, amigo de los pobres, cordial, amigable, pero eso no nos va a impresionar demasiado, ya que esas mismas características las encontramos en el Dalai Lama. Dicho esto, echemos con suma brevedad un atisbo a su agenda.

“Jesús sólo lavó los pies de sus discípulos. “Francisco”, va más lejos, besando los pies de todos. Esa falsa humildad no impresiona a los verdaderos hijos de Dios, sino todo lo contrario”.

Francisco y sus dos antagónicas metas

¿Qué es lo que realmente persigue Francisco en cuanto a los cristianos de la Biblia? Por un lado su denostado interés en buscar “más lo que nos une que lo que nos separa” (típico discurso ecuménico jesuita), hasta el punto de permitir que le impusieran las manos pastores evangélicos (7), y sin embargo, y al mismo tiempo, ¡impedir el avance de lo evangélico!

En cuanto a esto último, el obispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, “sostiene que la ‘personalidad humilde’ del nuevo Papa obstaculizará el rápido avance de los evangélicos, no sólo en América Latina, sino en el resto de países en vías de desarrollo” (8).

Dos metas dispares. La primera, es decir la meta del ecumenismo, no es más que el engaño para avanzar en la segunda, cual es la verdadera: frenar el avance evangélico.

Esa es la manera jesuita de hacer las cosas en este tiempo.

Ante tal realidad, no podemos sino atender al manido, pero no menos cierto adagio: no todo lo que reluce es oro.

SOLI DEO GLORIA

* Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey Jesucristo, Madrid, España. Octubre 2013. (www.centrorey.org)

Citas:

Lumen Gentium, 19

Lumen Gentium 22; cf CIC can. 330

Lumen Gentium 22; cf CD 2; 9

Pedro de Rosa, Vicars of Christ; Crown Publishing, inc., 1988 Pp. 34, 45.

Dominus Lesus art. 17

Flannery, op. Cit, tomo 1, pp.365-366

III Encuentro Fraterno C.R.E.C.E.S. (Buenos Aires, Argentina)

El avance en América Latina de la Iglesia evangélica, principal reto del Papa (http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/08/actualidad/1365440704_778230.html

Artículo reproducido con permiso del autor.

Teología de la vida práctica

Este textos tiene sus años, pero se lee tan actual… por eso lo reproducimos. Ojalá sea para tu beneficio.

Cada Cristiano es un Teólogo

R. C. Sproul

Cada cristiano es un teólogo., Siempre estamos aprendiendo sobre los temas relativos a Dios. No todos somos teólogos en el sentido profesional o académico, pero sí somos teólogos, para bien o para mal. Y no se trata de ningún asunto menor el serlo «para mal». La segunda carta de Pedro nos advierte que las herejías destruyen al pueblo de Dios y son blasfemias cometidas contra Dios. Son destructivas porque la teología alcanza todas y cada una de las dimensiones de nuestras vidas.

La Biblia declara que como el hombre piense en su corazón, así será el hombre. Esta declaración puede resultar extraña. Es casi como si el escritor bíblico cometiera una equivocación. Parece estar confundiendo la mente con el corazón. Lo usual es que asociemos los pensamientos con la mente y los sentimientos con el corazón. Por lo tanto, ¿qué puede querer significar cuando dice que un hombre piensa en su corazón? La frase pensar en el corazón se refiere a una reflexión meditada. Muchas ideas son barajadas fugazmente por nuestra mente sin penetrar nunca en nuestros corazones. Aquellas ideas que nos atrapen en nuestro fuero más íntimo, sin embargo, serán las ideas que darán forma a nuestras vidas. Somos lo que pensamos. Cuando nuestros pensamientos son corruptos, nuestras vidas también lo serán.

Todos sabemos que hay persona que pueden recitar los credos sin cometer ninguna equivocación y pasar los cursos de teología. La cuestión, entonces, no se trata sobre si deseamos tener teología. Eso ya debe ser dado por hecho. El fondo de la cuestión es: ¿contamos con una teología sólida y cierta? ¿Abrazamos una doctrina verdadera o acaso una falsa? ¿Vivimos lo que predicamos?

¿Parece que Dios se olvidó de ti?

CVCLAVOZ

¿Sientes que tus oraciones rebotan en el techo? ¿Te sientes frustrado porque parece que Dios estuviese distante o no le importa lo que te pasa? ¿Estás cansado de esperar y suplicar?

Todos en alguna ocasión u otra hemos sentido a Dios lejos. Sin embargo, su proximidad a nosotros no depende de si lo sentimos o no. Como puedes ver, comprender el sentido de Dios durante esos momentos es vital para nuestra vida espiritual.

Descubre por qué Dios nos hace esperar y cómo evitar que nuestra fe se debilite.

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Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Mendigos musicales

Renuevo de plenitud

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23

La siguiente historia Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Un hombre sucio y maloliente tocaba un viejo violín. Reflejaba en su forma de vestir, la derrota, y en su forma de actuar, la mediocridad.

Frente a él y sobre el suelo ponía su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.

El pobre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento y a la forma displicente y aburrida con que tocaba el instrumento.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical.

Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.

Entonces la esposa le pidió al concertista que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.

Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría, arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron
a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.

Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto.
La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.

El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: «¡Ése es mi violín! ¡Ése es mi
violín!». Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

La vida nos da a todos «un violín». Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar «ese violín» como nos plazca.

Sé nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como
una formidable responsabilidad.

Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.

Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.

Esa es la gente que hace su trabajo de la forma «hay se va…» Que para todo piensa «me vale…», y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades. Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos. La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.

Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría.

Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.

La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.

La verdad es que Dios nos concedió «libre albedrío». Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella algo mediocre. Esa es tu decisión personal.

Renuevodeplenitud.com

Un árbol no puja

Juan Flores

En la Biblia Dios nos compara con plantas, la madurez o plenitud es la etapa en que una planta da fruto, manifestando la naturaleza que estuvo guardada en lo que una vez fue semilla. Nadie ha visto que un árbol sude o ha escuchado que puje por lograr su fruto, es lo natural, mientras la tierra sea buena y tenga agua (Sal. 1:3),

El creyente que se alimenta de la buena tierra de la Palabra de Dios, llena de nutrientes, que son disueltos por el agua del Espíritu Santo, y permiten a la raíz asimilar lo que la hará crecer espiritualmente; tampoco sudará o pujará por dar fruto, es decir, no será producto de su capacidad o esfuerzo propios, será la manifestación de la vida de Cristo o su naturaleza puesta en él (Ro- 11:16).

El creyente, como el árbol, requiere ser plantado en el buen lugar, que es una iglesia local donde se crea, se enseñe y se practique la Biblia (Sal. 92:12-15), dará su fruto a su tiempo y todo lo que haga prosperará. Una iglesia madura, formada por gente madura, será un huerto de Dios (Is. 60:21, 61:3).
Dios los bendiga

Tomado del FB

La oportunidad de ser felices

Renuevo de Plenitud

Estudios de la Universidad de Texas sugieren que personas «con actitudes positivas» envejecen más despacio que los pesimistas. Un equipo de investigadores que estudió a mil 558 personas mayores ha relatado que las más alegres eran justo las menos frágiles.

Los estudios consideraban que emociones positivas pueden afectar directamente la salud, alterando el equilibrio físico del cuerpo. Cuando enfermé de cáncer los médicos trataban de animarme. No sé que tiene la actitud positiva, pero el sistema inmunológico funciona mejor cuando hay alegría, amor por la vida, una razón para vivir. Cuando no hay eso, ni las más potenetes medicinas puedes hacer mucho.

En su último libro, Exuberancia: la pasión por la vida, Kay R. Jamison celebra el «regalo de la exuberancia», en la cual describe cómo la fuerza propulsora de la creatividad, liderazgo y de la propia supervivencia.

«La exuberancia nos lleva a pensar y actuar de forma ligeramente distinta de la usual, y nos lleva a correr riesgos, tolerar sufrimientos y reveses, los cuales seríamos incapaces de afrontar», escribe Jamison.

«Ella nos posibilita, o nos regala, optimismo para creer en el futuro y en las posibilidades e importancia de aquello lo que somos y de lo que hacemos; nos obliga a penetrar en la grande arena de la vida.»

Entonces para qué perder minutos preciosos en la vida, dejando de ser alegres. De por sí la vida es corta… entonces vivamos con alegría y recordemos que la única fuente de la verdadera alegría es el Cristo el Señor. Nos volvemos a él y la vida tendrá otro matiz.

Y eso está respaldado por la Palabra de Dios.

“El corazón alegre hermosea el rostro, mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” Proverbios 15:13

“Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo El Señor vuestro Dios.” Números 10:10

“Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y alegría en su morada.” 1 Crónicas 16:27

“Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos.” Esdras 3:13

El pecado exige su salario

Miguel Núñez

 La Biblia dice en Romanos capítulo 6, que “la paga del pecado es la muerte”. Y eso es una verdad indiscutible, pero además, de acuerdo con la Palabra de Dios, el pecado también tiene su decálogo. Hay diez leyes que el doctor Miguel Núñez, en el blog Lumbrera, nos recuerda. Citamos:

Primera ley: El pecado te llevará más allá de donde pensabas llegar. Decimos: “es que sólo pienso llegar hasta aquí”, o “créeme, que esto está bajo control”. Lo que estaba bajo control termina controlándote a ti. Controla tu vida, controla tu mente y no te deja descansar. Controlará tu corazón, y lo que controla tu corazón, controlará también tus emociones.

Segunda ley: El pecado te alejará de Dios por más tiempo de lo que habías pensado… “Es sólo un par de días”… Y los días se convierten en semanas y las semanas en meses y en muchas ocasiones, en años. En el caso de los israelitas… 40 años.

Tercera ley: El pecado te costará más de lo que querías pagar. Te costará tu integridad, tu reputación; tu paz… te puede costar la esposa, los hijos, los amigos, el trabajo, el ministerio, la iglesia y aun dinero.

Cuarta ley: Pecas a tu manera; pero tienes que regresar a Dios a Su manera. Dios determina los términos de tu regreso; y sus caminos pueden ser largos, difíciles y restaurarse del pecado puede ser un largo proceso.

Quinta ley: El pecado engendra pecado… con un pecado tendemos a cubrir otro pecado.

Sexta Ley: El pecado te lleva a justificar cuanto has hecho, con lo cual cometes otro pecado: el pecado de la autojustificación.

Séptima Ley: El placer es efímero, temporal, pasajero pero las consecuencias del pecado son duraderas.

Octava Ley: No hay pecado oculto que Dios no ponga de manifiesto; de hecho Jesús lo dijo exactamente de esa manera en Mateo 10:26, Marcos 4:22; Lucas 8:17 y 12:2.

Novena Ley: Mi pecado comienza cuando yo quiero, pero las consecuencias comienzan cuando Dios lo determina. Incluso Dios puede visitar la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación.

Décima Ley: Nadie se burla de Dios. (Gálatas 6:7).

Si usted ha pecado recuerde está frase: El arrepentimiento y la confesión, despejan el camino para que andemos con Dios.

El pecado nos conduce a la esclavitud, la santidad nos conduce a la libertad.

Puedes consultar el texto en su contexto original: http://lumbrera.wordpress.com/2011/08/27/dr-miguel-nunez-las-diez-leyes-del-pecado/

¿Cuál es la verdadera Iglesia?

Marcelo Montenegro

El término griego iglesia (ekklesia) significa llamados a salir fuera. En los estados griegos recibía este nombre la asamblea pública, donde se convocaban para decidir un asunto social (ejemplo, Hechos 19:32).

La ekklesia no tenía relación con la religión, pero era una comunión necesaria.

El equivalente en hebreo para lo que hoy entendemos por Iglesia es Kahal, término que se empleaba para designar al pueblo de Israel congregado. Éste es el sentido que Esteban hace mención en Hechos 7:38, que significa congregación.

El Señor Jesús usa la palabra ekklesia para referirse a “comunidad”, “pueblo”, “hermanos”, “familia”. Es un error grande aplicarlo a edificio, lugar, organización y denominación.

Comprender en esencia la relación entre Cristo y la Iglesia es vital, como lo es entender el concepto que el Señor le quiso dar.

Su Iglesia es su cuerpo, un organismo vivo, una familia de salvados. No es una empresa ni una organización ni una institución ni una corporación.

Así como la palabra Iglesia perdió su primitivo sentido, así mismo se corre el riesgo que se adultere su verdadera naturaleza.

Por varias décadas se llevó por inercia una forma de culto entre paredes “santas”, entre liderazgo “santo”, con una administración “santa”, partiendo la genuina dinámica de vida que tenia la Iglesia del Nuevo Testamento. Donde TODOS somos sacerdotes, es decir podemos acercarnos a Dios a ofrecerle sacrificio, agrupados y ordenados con diferentes dones ministeriales.

La idea moderna plantada es “vamos a la iglesia”, mientras que en la biblia nadie iba a la iglesia, sino que ERAN iglesia. Los discípulos mismos son la Iglesia. Los discípulos mismos son el templo. Los discípulos mismos interactúan nucleandose como Iglesia.

La Iglesia es espiritual: debemos ver cómo el Padre ve la Iglesia. Con gente bautizada, consagrada, que tiene vida propia en el Señor Jesús y que desea congregarse con otros de la misma fe en él.

La Iglesia es universal: está formada por una multitud de creyentes nacidos de nuevo en todo el mundo

La Iglesia local vive dependiente de Cristo y únicamente la puede dividir una localidad, no una denominación eclesiástica. Atomizar la Iglesia por nombres la desvía de su diseño original, provocando una pasividad insostenible entre los que la componen.

Esta Iglesia compactada y relacional, conectada al Espíritu Santo que vive en todos los santos que andan en el mundo, establece la Iglesia universal.

La unidad de la Iglesia

La cruz hizo de dos pueblos uno solo. Hoy está en proceso nuevamente para que comprendamos la cruz, para volver a ser uno, como el Padre y el Hijo son uno (Juan 17).

Hoy día somos uno en el Espíritu, con muchos hermanos de diferentes congregaciones. Vamos encaminados a ser uno en el cuerpo. Uno en una unidad sincera e íntegra.

Paráfrasis del texto de Marcelo Montenegro tomado del Facebook

La llave de la grandeza de José

Darío Ramírez *

¿Por qué José tomó un lugar tan prominente en las Sagradas Escrituras? No fue un superhombre, no hizo milagros, no anduvo con corona de ángel. No partió los mares ni fue un generalísimo. No fue un profeta ni un sacerdote; ni siquiera escribió ningún versículo de la Biblia.

¿Entonces cuál fue su secreto ?

José tenia una fe tan grande que todo lo relacionaba con Dios. Su fe en Dios lo hizo un gran siervo en la casa de Potifar: “Y Jehova bendijo la casa del Egipto a causa de José”. Aquí una pruebas:

Le dijo a la esposa de Potifar: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”

Al copero y el panadero: “¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora”

Al Faraón: “No esta en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al Faraón.”

Y en Génesis 41:25: “Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.”

Él nombró a su primer hijo “Manasés”, que quiere decir  “Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre”. Y nombró a su segundo hijo “Efraín”, que significa “Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”.

En Génesis 50:20 les dijo a sus hermanos: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien.”

Y en su lecho de muerte profetizó: “Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra de que Juró a Abraham, a Isaac, y a Jacob.” (Gen 50:24)

¿Te das cuenta? Para José, TODO era Dios, y el Todopoderoso era para él su Todo. Él entendió que nada, pero absolutamente nada se mueve sin Su Voluntad.

¡Bendito seas mi Dios eterno, Padre de amor… Bendito seas mi Señor Jesucristo!

* Tomado del Facebook

Ciertamente vengo en breve

Rafael Torres Mondragón

Palabra de Dios: CIERTAMENTE VENGO EN BREVE Y MI GALARDÓN CONMIGO PARA RECOMPENSAR A LOS QUE AMAN MI VENIDA.

Novia mía, el tiempo de recogerte y llevarte a la casa de mi Padre ha llegado, vengo pronto por ti; has sido fiel Novia mía, has aguardado mi venida, has aguardado a escuchar Mi voz para volar a la casa de mi Padre.

Novia mía ya no tendrás que esperar mucho tiempo,

Novia mía, ciertamente vengo pronto a recogerte, vístete de lino fino, blanco y resplandeciente, prepárate, PREPÁRATE, ¡¡¡PREPÁRATE!!! porque vengo por ti.

La mesa está preparada, las coronas de oro están listas; los ángeles del cielo están preparados para recibir a mi Iglesia, las puertas del cielo en breve serán abiertas y mi voz saldrá como de trueno, con autoridad y voz de mando levantaré a mi Novia, ¡¡¡LEVANTARÉ A MI NOVIA!!! y la haré entrar a la cena de las bodas, a las bodas que he preparado para ella.

Iglesia mía, Iglesia mía ¡¡¡DESPIERTA!!! que voy por ti. Es tiempo, pueblo mío, que pongas los ojos en MÍ y no en el hombre; sólo YO tengo palabras de vida eterna para ti, ¡¡¡SÓLO YO!!! sólo Yo soy tu Libertador, solo Yo soy tu Salvador; Iglesia mía ¡¡¡SÓLO YO!!! sólo Yo derramé mi sangre por amor a ti; sólo Yo puedo santificarte, sólo Yo tengo el poder de levantarte; para gloria mia te hice.

Iglesia ¿hasta cuándo andarás errante?

Iglesia ¿hasta cuando menospreciarás mis palabras?

Iglesia ¡¡¡DESPIERTA!!! y prepara el aceite en tus vasijas, porque vengo, VENGO, ¡¡¡VENGO!!!, vengo mas pronto de lo que tú crees…

¡¡¡ CONSÁGRATE YA !!! Deja la tibieza

Pueblo mío, vuélvete a mi Palabra, vuélvete a la senda antigua, vuélvete a la pureza de mi Palabra y de mi verdad que convierte el alma del hombre.

Conviértanse ellos a ti y no vayas tras la apostasía ni te conviertas a ellos.

Más pronto de lo que ustedes creen escucharán sonar la trompeta desde el cielo y el mundo sufrirá, mas mis santos, MIS SANTOS, ¡¡¡MIS SANTOS!!! entrarán a la Casa de mi Padre, al reino que mi Padre les tiene preparado y se gozarán y se alegrarán con gozo eterno, con alegría perpetua, porque lo que Yo ofrezco en mi reino este mundo no lo conoce…

Mi paz les dejo, mi paz les doy…

AMéN!!! SEA ASÍ, VEN SEÑOR JESUS!!!

Tomado del Facebook

El énfasis del Evangelio de la gracia

Miguel Rosell Carrillo

Alguien, de vez en cuando, me pregunta por qué hago tanto énfasis en las doctrinas de la gracia, y yo podría hacer otra pregunta: “¿Debería hacer un énfasis notable en la exposición del Evangelio?”, a lo cual se me respondería que, “por supuesto”… pero, ¿acaso las doctrinas de la gracia no son la misma Palabra de Dios?, ¿o es que contienen algún elemento desagradable para la carne, y por eso, “molestan”?… ¡Ah!

El problema es que muchos todavía no comprenden el alcance de verdades como la depravación total del hombre, lo cual significa que tal hombre es un ser inmerso en pecado, y que ni se puede salvar a sí mismo ni le nace el buscar de Dios; de ahí que el manido “libre albedrío” sea una simple quimera.

Si no logramos entender el estado real del ser humano, difícilmente podremos avanzar en otras verdades de la Escritura. De igual modo, no comprenden que, a raíz de la imposibilidad del hombre de acercarse a Dios, sólo Él, porque así lo ha querido (Ef. 1: 5), decide salvar de forma incondicional, es decir, sin la intervención en absoluto de cualquier mérito o apreciación humana. A eso se le llama en teología, la “elección incondicional divina”.

Tampoco entienden, por tanto, que aunque el sacrificio de Cristo es poderoso para salvar a todos los hombres, solamente opera con efectividad hacia aquellos elegidos por Dios, desde antes de la fundación del mundo (leer Ro. 8: 29, 30); “justificación limitada”.
Así mismo, y siguiendo el planteamiento bíblico, tampoco comprenden el tremendo poder de Dios para salvar a quien quiso (Su “gracia irresistible”), porque creen que el hombre tiene parte en ese proceso de salvación, lo cual es una falacia enorme.
Como consecuencia de creer que el hombre tiene parte en el proceso de salvación, creen que también tiene parte en el proceso de mantener su salvación, de ahí que muchos creen que la salvación se pueda perder. No han logrado comprender (porque no han comprendido todo ese proceso desde el principio aquí expuesto), que la “perseverancia de los santos” es obra de Dios, quien produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad (Fil 2: 13).
Ahora, díganme hermanos, ¿son importantes o no las doctrinas de la gracia?
Los reformadores, como Lutero, Cranmer, Zwinglio, Bullinger, Bucero, Calvino, etc., todos ellos y muchos más, predicaban esto mismo. Si esos hombres que Dios levantó jugándose la vida a cada momento cuando la Gran Ramera católica y romana no cesaba de perseguirles, enseñaban lo que a muchos ahora les disgusta, ¿no será que algo no va por buen camino en lo que llamamos Iglesia? ¿Será?

Soli Deo Gloria

Pastor de Centro Cristo Rey, Madrid, España. Tomado del Facebook

El tipo de personas que Dios busca

David Wilkerson *

Dios se deleita al usar nuestros fracasos, al usar a hombres y mujeres piensan que casi no pueden hacer nada correcto. Alguna vez, una mujer me escribió lo siguiente: “Mi matrimonio se está echando a perder. Pareciera que estoy haciendo todo mal en la crianza de mis hijos. Me siento como si no valiera nada para nadie. No he sido una buena esposa, ni una buena madre ni una buena cristiana. De hecho soy el peor fracaso del mundo”.

Ella es el tipo de persona que Dios busca, alguien que sepa que si algo bueno sucede a través suyo, tiene que ser a causa de Dios. Todos los “súper-cristianos” que andan aplastando a la gente con sus habilidades nunca impresionan a Dios. Dios miró a un suplantador, un hombre débil llamado Jacob y le dijo: “No temas, gusano de Jacob…yo soy tu socorro…He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes…te regocijarás en Jehová” (Isaías 41:14–16).

A menudo, los hombres utilizan a Dios para obtener riquezas, fama, honra y respeto. Usan el talento, la personalidad y la perspicacia para expandir el reino de Dios, pero Él no se impresiona. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad, en nuestra incapacidad de obedecer sus mandamientos en nuestras propias fuerzas.

Dios nos llama a una vida de santidad y separación. Él dice que podemos ser libres de la atadura del pecado. Su Palabra llega a nosotros con algunos desafíos imposibles: “Resiste al diablo. Anda en el Espíritu. Sal de en medio de ellos. Ama a tus enemigos. Abandona todos tus temores. Haz morir tus deseos carnales. Que el pecado no se enseñoree de ti”.

Cuando uno piensa sobre lo poco que uno puede hacer en su propia fuerza para lograr estos desafíos, uno entiende cuán débil es. Tu corazón comienza a clamar: “Señor, ¿cómo podemos hacer tales cosas tan grandes y santas?” Ahí es cuando el Señor toma el control. Él viene con un mensaje tan reconfortante: “Baja tus armas. Deja de intentar ser autosuficiente y fuerte, Yo soy tu arma y tu fuerza. Déjame hacer lo que tú jamás podrías hacer. Te daré Mi justicia, Mi santidad, Mi reposo, Mi fuerza. No puedes salvarte a ti mismo, ni agradarme en ninguna manera, excepto recibiendo por fe las bendiciones de la cruz. Déjame encargarme de tu crecimiento en santidad”.

(+ Siervo de Dios 1931-2011)

¿Para qué orar si parece que Dios no responde?

David Wilkerson

Algunos creyentes se desaniman por las oraciones sin respuesta y al final, simplemente se dan por vencidos. Ellos piensan: “La oración no funciona para mí y ¿Por qué debería orar si no tiene efecto?”

Los israelitas en el tiempo de Isaías adoptaron la misma actitud. Isaías escribió: “Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia…me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido?” (Isaías 58:2-3).

Estas personas estaban diciendo: “Yo amo a Dios. Hago el bien y evito el pecado, y hasta hace poco había sido fiel en buscarle en oración, pero, ¿sabes qué? Él nunca me contestó. Entonces, ¿por qué debo seguir afligiendo mi alma delante de Él?”

Santiago escribe que Dios no contesta las oraciones de los que piden cosas simplemente para satisfacerse a sí mismos: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (Santiago 4:3). En otras palabras: “No estás pidiendo la voluntad de Dios. No estás preparado para someterte a lo que Dios quiera, en lugar de eso, estás tratando de dictarle a Él aquellas cosas que satisfarán tu propio corazón”

Nuestro Dios es absolutamente fiel. Pablo escribe: “…sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso” (Romanos 3:4). Él está diciendo: “No importa si escuchas un millón de voces gritando: ‘La oración no da resultado. ¡Dios no me escucha!’ Que todo hombre sea llamado mentiroso porque la Palabra de Dios permanece. ¡Él es fiel para escucharnos!”

Jesús dijo: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo 21:22). En sencillas palabras, Cristo está diciendo: “Si realmente crees, estarás dispuesto a esperar y estarás expectante por una respuesta de tu Padre celestial. No importa cuánto tiempo tarde, mantendrás la fe, creyendo que Él contestará.”

“¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!” (Salmo 31:19). “Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.” (34:10).

Dale lo mejor a Cristo

David Wilkerson

En el Antiguo Testamento, la gente no podía acercarse al altar con un cordero que estaba manchado, o que era ciego o cojo. Tenían que traer lo mas escogido para el Señor.

¿Qué clase de tiempo entregas ante el Señor en la oración? ¿Es tu mejor tiempo, tu tiempo en el que estás completamente concentrado? O, más bien, ¿Vienes a Dios por la mañana para orar por las cosas santas con tu mente llena de lo que hay que hacer ese día? ¿O vienes a Él cansado y agotado después de un día muy ocupado, y llegas a Su presencia casi arrastrando?

Amado, tu mente y tu corazón deben estar donde están tus labios! Isaías habló de la clase de “holocaustos y…sacrificios…aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”(Isaías 56:7) Aquellos que traen sacrificios aceptables son aquellos que “sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová” (versículo 6).

Este sacrificio hecho aceptable en el altar de Dios no es un sacrificio cojo, desganado y soñoliento, una ofrenda obligatoria de último minuto. Más bien, se trata de un corazón que es consumido con el amor por Jesús, uno que constantemente grita: “Dios, yo vengo a Ti hoy para conocerte. ¡Quiero más de Ti!”

El Señor dice de aquellos que traen tales sacrificios: “Yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración” (versículo 7). Él oirá nuestras oraciones y nos llevará a un lugar de santidad, gozo y poder!

“Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan”(Salmo 119:2).

Una vez que has establecido un hábito de oración y has dejado afuera todas las distracciones, Dios desea que lo busques con todo tu corazón: “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” (Deuteronomio 4:29)