Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

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La higuera y la salvación de los gentiles

Por Olga Miranda M 

(Tercera y última parte) 

El árbol sicómoro también es llamado higuera de burro, y es el tipo de árbol sobre el cual subió Zaqueo (Lc. 19), para encontrarse con Jesús. 

El Diccionario Bíblico dice que el sicómoro puede llegar a una altura de hasta 16 metros y alcanza una circunferencia de hasta 10 metros. 

En Lucas 17:6 el Señor Jesús señala un árbol grande de este tipo y dice a sus apóstoles, quienes eran judíos: 

“Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza podríais decir a este sicómoro: Desarráigate y plántate en el mar; y os obedecería”. 

En este texto, el sicómoro es una especie de higuera y, efectivamente, los israelitas fueron desarraigados de su patria y trasplantados al mar, que en la Biblia simboliza las naciones. 

Ése fue el designio de Dios que, aunque fue una desgracia para los judíos, se convirtió en una bendición para los pueblos. Por la predicación de los apóstoles, quienes también eran judíos y, por lo tanto, provenían de la higuera, el Evangelio fue llevado a los gentiles. 

De este desarraigo (desprecio) del Evangelio por parte de los judíos, éste se pudo extender hacia las naciones, de lo cual habla la Biblia en Hechos 13: 46-47: 

“Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros (los judíos) a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha llamado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”. 

Los apóstoles tuvieron la fe de trasplantar la bendición de Israel al mar de las naciones. Su Mesías nos fue traído a nosotros, los gentiles, como Jesús el Cristo: Señor y Salvador. 

El desarraigo espiritual de Israel tuvo también, como consecuencia del primero, el desarraigo material, textual: en el año 70 después de Cristo, los judíos fueron dispersados por todo el mundo.

El Señor Jesús ya se había referido una vez a esto cuando dijo: “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43). 

Lo que parecía ser un juicio, resultó ser una derivación de la bendición hacia los gentiles. 

El apóstol Pablo lo confirma en sus palabras a los judíos, cuando explica que, según Isaías 49: 6, es necesario convertirse en salvación y luz para todos los gentiles. Al trasplantarse la “higuera” al mar de las naciones, nosotros llegamos a tener parte de esa bendición y de la savia de salvación de la misma. 

Pablo dice en Romanos 11:11: “¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles…” 

La Palabra Profética de la Biblia promete a la higuera que será restaurada en la tierra de los padres, lo cual está sucediendo desde 1948, y continuará sucediendo hasta su cabal cumplimiento. Y así también vuelve la bendición a su tierra y a su propio pueblo. 

La higuera nuevamente se arraigará y dará frutos. Por eso Pablo continúa diciendo en Romanos 11:12: “Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección, la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?” 

Este nuevo arraigamiento de la higuera, Israel, en su tierra para la restauración nacional y espiritual también es enfatizado en Romanos 9:26: “Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente”. 

¿De qué lugar se está hablando aquí? De la tierra de Israel. 

Finalmente todo desemboca en la maravillosa promesa de Miqueas 4:4: “Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los Ejércitos lo ha hablado”. 

Este sentarse debajo de la vid y de la higuera es una maravillosa imagen de una vida de paz y seguridad. Esto todavía no sucede, pero por parte de Dios Israel será guiado hacia esa realidad, es decir, al Reino de Jesucristo de los mil años. 

Ya en el reinado de Salomón se indicaba que, hacia el milenio, un día habrá paz: 

1 Reyes 4:25 “Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón”. 

Esto se cumplirá de forma perfecta cuando Jesucristo, como el Mesías de Israel, el Hijo de David, regrese a rescatar a su pueblo. Así que oremos que el Señor Jesucristo regrese pronto. Amén. 

¡Dios les bendiga! 

Hay un poderoso aviso

El arrebatamiento de la Iglesia 

Por Olga Miranda 

Este 2020 ha sido un año de muchas pruebas para toda la humanidad, incluidos los cristianos. Hemos vivido una crisis mundial en muchos aspectos: desde lo económico, el desempleo, la salud mermada por un virus desconocido -Covid 19- que ha cobrado la vida de muchas personas, así como problemas psicoemocionales; y la tierra ha padecido diversos temblores e inundaciones. 

Esto significa un poderoso aviso de que el Señor Jesucristo pronto volverá por su Iglesia, porque está escrito en la Palabra de Dios y porque así lo prometió a quienes hemos creído en Él. 

La profecía bíblica se está volviendo historia ante nuestros ojos. El señor Jesús nos advirtió: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:44. 

El Señor Jesús vendrá inesperadamente. ¿Estás preparado? La disposición de encontrarse con Jesús en cualquier momento se muestra primeramente en una vida celestial y en una permanente espera de su retorno. 

“Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. Filipenses 3:20. 

La pregunta para nosotros es: ¿Estás realmente desatado y desligado de las cosas de este  mundo? 

Cuántas veces el apóstol Pablo dijo que deberíamos estar esperando a Cristo. “…Esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 1:7. 

“… Así también fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. Hebreos 9:28. 

“…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Tito 2:13. 

“… y esperar de los cielos a su Hijo”. 1 Tesalonicenses 1:10. 

“Y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese”. Lucas 12:36. 

El Señor Jesucristo regresará en un instante. Él viene en las nubes y viene por su Iglesia, que se prepara cada día para el encuentro con su Señor.  

Pero, ¿qué sucederá con los que murieron creyendo en el Cristo redentor? 

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. 1 Tesalonicenses 4:16. 

“He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”. 1 Corintios 15: 51-52 

El gran Maestro vendrá sin previo aviso, así que para los tiempos que estamos viviendo debemos observar las señales proféticas que se están cumpliendo.  

Así como cae la noche y de repente cae un rayo, así llegará el Señor Jesús y entonces la eternidad penetrará en el tiempo, y la consecuencia de este repentino suceso será maravillosa para los hijos de Dios que esperan y aguardan. Por lo tanto, debemos estar preparados para esa transformación, para ese encuentro con el Salvador y tener esa conexión vital con Jesús. 

Del mismo modo, cuanto más luminoso es el rayo, tanto más fuerte y rápidamente viene el trueno. Así el señor Jesús, la luz del mundo, viene para el juicio del mundo; por cierto en la venida de Cristo también viene una separación porque no todos serán arrebatados. 

“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada”. Mateo 24: 40-41 

Así que querido hermano, querida hermana aún es tiempo para buscar a Dios, para creer en el Cristo y pedir perdón por nuestros pecados, hacer oración y esperarlo. Así dice la escritura: 

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”. Isaías 55:6 

Recordemos que cuando el señor Jesús se despidió de sus discípulos, habló mucho sobre su retorno. Generalmente la gente se consuela, cuando tenemos que despedirnos y siempre  decimos: ¡Nos veremos nuevamente! 

Esta es nuestra esperanza viva. Jesús mismo lo dijo: 

“En la casa de mi Padre, muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14: 2-3. 

También prometió que: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada”. Juan 16: 22-23. 

Hermanos vivamos para Cristo y algún día le veremos a Él como ÉL es. Confiemos en sus promesas y seguir el camino de la santificación, sin la cual nadie verá al Señor Jesús. 

¡Muchas bendiciones para ustedes hermanos! 

Siete señales del retorno de Cristo

¡Cristo viene pronto!  

Por Olga iranda

(Segunda parte) 

Continuemos con la cuarta señal que nos indica que el fin de los tiempos. El Señor Jesús nos dio la señal religiosa. En este tiempo debemos tener especial cuidado con las personas que se dicen cristianas: “Porque vendrán muchos en mi nombre”, dice en Mateo 24:5. 

Cabe destacar la expresión “muchos”, también se refiere a una multitud de falsas doctrinas y falsos Cristos. En un vistazo a la religión del último tiempo, el Señor utiliza en el mismo capítulo tres veces el verbo “engañar”. 

“Mirad que nadie nos engañe (v. 4); y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (V. 11); “porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios; de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos. Ya os lo he dicho antes” (V. 24-25). 

El Señor Jesús destacó esto tres veces en el mismo discurso, entonces vemos que precisamente, el engaño religioso en los últimos tomará una gran proporción. 

No es de maravillarse o asombrarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Su ambiente original es la religión. Él es imitador de Dios. Sólo los que andan plenamente en la verdad, oyen la voz del buen pastor y los que no, pues siguen a los falsos maestros. 

En la actualidad debemos estar atentos y ser muy cuidadosos para reconocer una falsa doctrina. Si algún líder religioso, por llamarlo de alguna manera, de cualquier iglesia, congregación o movimiento enseña o predica cosas que vayan en contra de la Palabra de Dios, o en contra de Cristo y su obra redentora, es un falso maestro.  Como ejemplo podemos mencionar: los mormones, los Testigos de Jehová, la Luz del Mundo, Pare de Sufrir que ahora se llama La iglesia Universal, el catolicismo, entre otras.  

La quinta señal que el Señor Jesús nos da es la moral. Dice así la Palabra de Dios: “Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:38-39). 

Con respecto a este tema se puede decir mucho sobre la ruina moral de los pueblos en el mundo entero. Hoy se casan y se divorcian, vuelven a casarse o de plano viven bajo la inmoralidad sexual, es decir, forman parejas en amasiato o en concubinato. Pero todo esto está “cristianamente” sancionado. 

También hay un desenfreno en el comer y el beber, sino cuántas veces hemos escuchado en las noticias que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.  

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. En ese mismo año, había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad. 

En nuestras ciudades hay antros donde se practica el pecado como el de la prostitución y la homosexualidad. Nuestra juventud está contaminada. 

Con respecto a la homosexualidad, retomaremos una noticia que se dio el 21 de octubre de este año en el Vaticano. El papa Francisco aprobó las uniones civiles entre personas del mismo sexo, argumentando que también son hijos de Dios. 

Pero esta noticia va en contra por lo establecido por Dios. En 1 de Corintios 1:9 dice:  

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones. 

Es clara la Palabra de Dios. ¿Por qué hacen ese tipo de “argumentos”? Las personas que forman parejas del mismo sexo no pueden procrear hijos y mucho menos formarlos en el seno de una familia. 

El fin no puede estar muy lejos. Hoy estamos como en los tiempos de Noé y la mayoría “… y no entendieron”. Sólo los que buscan y siguen al Señor Jesús, los verdaderos hijos de Dios y que siguen el camino de la santificación, perciben todo esto que acontece en nuestros días gracias al Espíritu Santo. 

Si tú no has tomado en serio el seguir a Jesús hasta el día de hoy, entonces es tiempo de creer en Él y sus grandes promesas, arrepiéntete de tus pecados, confiésalos delante de Dios y pide perdón, porque el Señor Jesús está cerca. 

En sexto lugar vemos la señal de Israel que nos dice: ¡Jesús regresa en breve! En la Biblia, Israel está representado simbólicamente como higuera. El Señor Jesús advirtió: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca” (Mateo 24:32). 

Debemos notar que no hay frutos todavía. El pueblo de Israel no se ha convertido. Se aproxima la abominación desoladora, de la que podemos leer en Daniel capítulo 9. 

La amenaza para Israel no son tanto los árabes llenos de odio, aunque ellos están poderosamente armados. La verdadera amenaza para Israel  vendrá de Europa, del restablecido imperio romano, cuando Israel aceptará como mesías el anticristo, cuyo espíritu percibimos ya con gran presión y cuyos pasos resuenan cada vez más. 

El antisemitismo es el medio negativo de unión entre los pueblos, los que de otra forma son desunidos. Los árabes desunidos se unen en el odio contra Israel; representantes de las dos mayores potencias comunistas, Rusia y China, que se odian y están desunidas, han rivalizado en El Cairo con declaraciones antisemitas. 

El nazismo fue vencido y sofocado, más no el antisemitismo. Lo que es real es que el anticristo está en marcha. Él unificará al mundo entero bajo sí mismo, pero el Señor salvará un remanente de Israel. Y justo en el tiempo de mayor necesidad aparecerá el Hijo de Dios, al que rechazaron y traspasaron. La consecuencia de su venida será la conversión nacional de Israel. 

Por último, veremos la séptima señal que el Señor Jesús nos dio. Es la señal espiritual. Tenemos en este tiempo final dos extremos, por un lado, la evangelización mundial como el Señor Jesús lo dijo en Matero 24:14 

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. 

Esto actualmente está sucediendo, lo podemos percibir gracias al Espíritu Santo que ha permitido que muchos predicadores lleven el mensaje de Jesús a varias naciones. Todavía hay libertad de culto y pese a la pandemia hay predicaciones y transmisiones en vivo por las redes sociales e internet. 

Sin embargo, podemos percatarnos de otra señal negativa: el enfriamiento del amor. Dice en Mateo 24:12-13 

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. 

Posiblemente muchos hijos de Dios pregunten: ¿Cómo es posible, que por un lado la actividad evangelística mundial aumenta, y por otro, lado el amor se enfría? 

Podemos ver que la cristiandad está cada vez mejor organizada, de hecho, hoy podemos ver, a causa del Covid 19, a través de las redes sociales hay cultos, estudios y predicaciones virtuales. Y en algunos templos se permite a entrada a los cristianos con sus debidas medidas sanitarias. Pero también existe un enfriamiento del amor hacia la humanidad cada día hay numerosos homicidios, suicidios y también una creciente corrupción en todos los ámbitos sociales, políticos y económicos que ha llevado a la quiebra a muchas familias. 

Así que estimados lectores, aún es tiempo de acercase al Dios Eterno, arrepentirnos de todo lo malo que hayamos hecho y buscar de Dios hasta el último día de nuestra vida terrenal. Porque el Señor Jesús viene pronto por su iglesia. 

Dios les bendiga. 

Siete señales del regreso de Cristo

Por Olga Miranda 

(Primera parte) 

En el sermón profético de Jesús encontramos una frase, a la que nosotros en nuestros días deberíamos prestarle más atención, que dice:  “Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”. (Mateo 24:33) 

El señor Jesús nos dio en Mateo 24, siete señales que anuncian que Él viene pronto. 

  1. La señal política 
  2. La señal biológica 
  3. La señal cósmica 
  4. La señal religiosa 
  5. La señal moral 
  6. La señal de Israel 
  7. La señal espiritual 

Ellas son tan claras e inequívocas que nosotros al leerlas debemos reconocer que la profecía bíblica respecto de la venida del Señor Jesús se está desarrollando hoy delante de nuestros ojos, ya como historia. 

Analicemos primero la señal política. En Mateo 24:6 dice lo siguiente: 

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin”. 

Desde de 1914 fue quitada la paz de la tierra. Las maniobras políticas conducen cada vez más a conflictos belicosos. En todas partes arden las llamas de guerras. Apenas son apagadas en algún sitio cuando arden de nuevo en otro. 

Esto predicó Jesús y también advirtió de otro aspecto político: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino”. (Mateo 24:7). 

Vemos hoy un poderoso afán de independencia de los pueblos y la lucha por la concentración económica, política y social que afectan el planeta, por ejemplo: chiitas-sunitas, Estados Unidos-China, Afganistán-Irak, Sudán- Camerún, etc. 

La señal biológica, que el señor Jesús nos ha dado, se desarrolla delante de nuestros ojos. En Mateo 24:7 dice: “… y habrá pestes, y hambres”. A pesar de la ciencia médica tenemos más enfermos que antes. El cáncer, Covid 19, diabetes, hipertensión, obesidad etcétera, y las enfermedades psíquicas: angustia, neurosis, obsesión, entre otras. 

Pero no nada más las enfermedades flagelan a la humanidad sino también el hambre que sufre gran parte de la población mundial. Sólo por mencionar algunos países, la mayoría de África, pero también en la península arábica de Afganistán, Irak, en América Haití y Bolivia. 

En Lucas 21:26, Cristo predijo una enfermedad que ya ha poseído a gran parte de la humanidad, esa enfermedad es el temor, el miedo a gran parte de la humanidad. Así dice el versículo: “… desfalleciendo los hombres por el temor, y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra”. 

Lo vemos en la actualidad con la pandemia del  Covid 19, llevamos siete meses y en los periódicos podemos leer en las noticias que muchas personas han sufrido trastornos de temor y ansiedad con respecto a la nueva enfermedad, pero también por su situación financiera o laboral. Asimismo, cambios en los patrones de sueño o alimentación. 

La tercera señal del fin es la señal cósmica. En Mateo 24:7, el Señor Jesús habla de terremotos en diferentes lugares. En este año 2020 se han registrado  sismos en los siguientes países: 24 de enero en Turquía, 23 de junio en México, 23 de febrero en Irán, 18 de mayo en China, 18 de agosto en Filipinas, 17 de julio en Papúa en Nueva Guinea, 22 de julio en Alaska, entre muchos otros países. 

En Lucas 21:25 dice: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas”. 

Todo esto se está cumpliendo delante de nuestros ojos. En este año hemos tenido cuatro eclipses, tres de luna, uno de sol, faltan dos: uno en noviembre de luna y en diciembre de sol. 

Con las crecientes explosiones solares y los frecuentes terremotos en todo el mundo podemos ver una señal de que pronto viene el Señor Jesús. Como dice la Biblia, “…del bramido del mar y las olas”, esto también debe considerarse como una señal cósmica porque hoy en día vemos en las noticias que han aumentado las inundaciones y los tifones en varias partes del mundo.

Sólo por mencionar un ejemplo el huracán Delta categoría 4 que pasó los estados de Yucatán y Quintana Roo en México y parte de Estados Unidos, causó graves afectaciones en casas y en vías terrestres. 

Con todo lo que hemos visto con nuestros propios ojos en lo que va del año 2020, debemos creer que Cristo viene pronto, que debemos estar atentos velando y orando porque su venida está cerca. 

Dios les bendiga y hasta la próxima semana

Finalizan construcción del altar para el Tercer Templo

Acontecer Cristiano

ISRAEL.— El altar de piedra para el futuro Tercer Templo de Jerusalén se ha terminado de construir y está listo para ser usado cuando se presente la oportunidad, según informa la organización judía Instituto del Templo.

El altar está hecho de acuerdo con el original que existió en el Templo en los tiempos de Jesús. El nuevo altar podrá ser desglosado y transportado al lugar exacto donde estuvo originalmente en el Monte del Templo.

La terminación de este altar representa la culminación de más de una década de intenso trabajo de investigación, estudio y experimentación sobre la metodología y aspectos técnicos de los requisitos bíblicos del altar de piedra.

El Instituto del Templo aclara que el altar se terminó a finales de 2014 y fue construido según los requisitos bíblicos. Su tamaño representa las mínimas dimensiones requeridas para un altar válido y funcional. El esquema arquitectónico para el altar fue redactado por Shmuel Balzam, el mismo arquitecto famoso que está elaborando actualmente los planos el Santuario del Santo Templo.

El altar es un componente fundamental para el servicio de sacrificio bíblico. De hecho, no había altares separados para el incienso y para otros sacrificios.

El altar mayor estaba en el patio exterior del Tabernáculo, y más tarde en el Templo. Eran aproximadamente las cinco metros (16 pies) de altura y 16 metros (52,5 pies) de ancho y una rampa.

“La profecía del fin de los tiempos no puede cumplirse sin la reconstrucción del Templo en Jerusalén”, dice uno de los estudiosos de las profecías bíblicas.

“La abominación de la desolación profetizada en Daniel y en los Evangelios deben tener lugar dentro del recinto del Templo. Así, también, el apóstol Pablo habla de ‘el hombre de pecado’, o el Anticristo, sentado en el Templo de Dios».

http://www.acontecercristiano.net

Cree en la resurrección de Jesús 64% de adultos en EU

NoticiaCristiana.com

HUFFINGTON POST.— Una encuesta realizada por el Instituto Pew Research de 2010 y publicada esta semana por el diario británico Christian Today, muestra que menos de la mitad de los cristianos estadunidenses (48%) creen que la segunda venida de Cristo será en el año 2050. Entre ellos, 27% tiene “certeza” de eso, 20% dice que “probablemente” Él volverá.

Por otro lado, 38% cree que Cristo no vuelve dentro de las próximas cuatro décadas. Los otros no saben o prefirieron no responder.

La segunda venida de Cristo siempre ha sido un tema polémico dentro del cristianismo. Mientras que algunos grupos cristianos han hecho cálculos que tratan de señalar la fecha de ese evento, otros argumentan que es una alegoría y que no será un hecho literal.

El estudio realizado por el Instituto Pew trae otras especificaciones que merecen consideración. Por ejemplo, 58% de los evangélicos creen en el regreso de Cristo será en 2050, mientras que sólo 32% de los católicos creen en eso.

Otro informe del Instituto Rasmussen encontró que 64% de estadunidenses adultos (cristianos y no cristianos) creen que Jesucristo realmente resucitó de entre los muertos, como se describe en la Biblia. Sólo 19% rechaza completamente esta creencia fundamental del cristianismo.

El tema volvió a la agenda resaltando otras investigaciones como la de Universidad de Dayton, bajo la coordinación del profesor Joshua Ambrosius. El objetivo del nuevo estudio es la creencia en la vida extraterrestre.

Alentada por el hecho de que la sonda Phylae fue capaz de aterrizar en la superficie de un cometa, se ha hablado mucho de este mes sobre la posibilidad de signos de vida extraterrestre. Ambrosius compila datos para ver cómo los diferentes grupos religiosos tratan esta expectativa.

Su estudio social amplio analizó las creencias acerca de la exploración espacial entre católicos, evangélicos, judíos, seguidores de religiones orientales y personas sin religión.

A principios de este mes, el material fue presentado en la Sociedad para el Estudio Científico de la Religión. Los evangélicos, que son la mayoría de la población de Estados Unidos, mostraron menos interés en la exploración espacial. A su vez, judíos y adeptos de tradiciones orientales, como el hinduismo y el budismo resultaron ser los más interesados en el tema.

“Los evangélicos se han mostrado reacios a reconocer los descubrimientos de la ciencia moderna”, explica el profesor Ambrosius. Para los efectos del contraste, miró las otras creencias de los encuestados evangélicos. Como ocurre normalmente, la fe cristiana es cuestionada. Los científicos tienen dificultades para entender cómo la mayoría de la gente piensa más probable que se produzca el regreso de Jesús que el descubrimiento de los extraterrestres.

Ver la nota en su contexto en http://www.noticiacristiana.com/educacion/encuestas-educacion/2014/11/48-de-los-cristianos-de-eeuu-creen-que-la-segunda-venida-de-cristo-sera-en-2050.html:

Buscan el candelabro del templo de Salomón

Noticia Cristiana

Después de casi 2000 años, diferentes historias sugieren los posibles destinos de los objetos sagrados judíos que fueron saqueados del Templo de Jerusalén destruido por el general romano Tito en el año 70 de nuestra era.

Hay muchas leyendas relacionadas con el Templo construido por Salomón, de acuerdo con la dirección de Dios, y su versión ampliada, la obra de Herodes, quien gobernó Judea en la época de Cristo. El asunto volvió a ser ampliamente debatido después del éxito de la película En busca del Arca perdida, en la década de 1980.

La pieza más vistosa de éste era el candelabro de oro macizo —Menorá— del tamaño aproximado de un hombre.

Una teoría más ampliamente difundida entre los grupos judíos es que estos artefactos están ocultos dentro del Vaticano, que heredó gran parte de la riqueza del imperio romano. Sólo que hay un problema, los eruditos dicen: Eso no es verdad.

Steven Fine, profesor de historia judaica en la Universidad Yeshiva, ha dedicado los dos últimos decenios a desmentir estas historias. Incluso escribió un libro sobre el tema, que publicará pronto.

En los últimos meses se ha añadido un capítulo más de esta teoría. A finales de mayo, Fine dijo en que Yonatan Shtencel —uno de los rabinos más influyentes de Israel—envió una carta al entonces presidente Shimon Peres, donde se le pedía que le solicitara formalmente al Vaticano devolver la Menorá.

Oficialmente el asunto no fue planteado por Peres y su comitiva cuando visitaron al papa Francisco hace tres meses. Pero Shimon Shetreet, ex ministro israelí de Asuntos Religiosos, dijo que se habló de los artefactos durante una reunión con el papa Juan Pablo II en 1996 y también se conversó lo mismo con el secretario de Estado del Vaticano en el momento, pero nunca hubo respuesta.

De hecho, el Vaticano respondió formalmente a The Wall Street Journal, negando tales acusaciones.

“Una vez oí rumores acerca de esta historia. Pero nunca pensé que era algo digno de atención”, dijo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.

Paolo Liverani, profesor de la Universidad de Florencia, afirma que recibió cartas todos los años preguntando por la Menorá mientras trabajaba como curador del Museo del Vaticano, pero afirma que nunca vio tales artefactos sagrados en la colección del Vaticano.

El fundamento para acusar al Vaticano de estar contra la Menorá es bastante frágil. Existe un monumento antiguo muy conocido llamado el Arco de Tito. Muestra un desfile que tuvo lugar en las calles de Roma en el año 71, para conmemorar la victoria del ejército del general en Jerusalén. En ella se puede ver claramente que se va cargando la Menorá.

“Nadie puede negar que fueron llevados a Roma”, enfatiza Shetreet. “La pregunta es qué sucedió después. El tema encaja más en la categoría de leyendas y rumores”.

Los eruditos dicen que la idea de que el Vaticano podría tener las partes del templo tuvo lugar durante los años 1950 y 60, cuando la Santa Sede trató de mejorar las relaciones con los judíos. Especialmente debido a los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial.

“Hay miles de manuscritos y antigüedades perdidas,” dijo el profesor Lawrence Schiffman, director del Instituto Mundial para la Investigación Avanzada en Estudios Judaicos de la Universidad de Nueva York. “Muchos de ellos son reales, pero esto no es el Vaticano”, dice. Para él, no hay evidencia histórica concreta.

Aunque el Arco de Tito y las antiguas fuentes rabínicas confirman que partes del templo fueron a parar a Roma, eso no significa que terminaron en algún depósito en el Vaticano, una institución que se fundó siglos más tarde.

El destino final de la Menorá está relacionada con la restauración del Templo, que a su vez tiene que ver con la venida del Mesías, según la tradición judía. Algunos estudiosos señalan que se había escondido en una cueva en Galilea; otros dicen que está sumergida en el lodo bajo el río Tibre, en Roma, otro grupo afirma que todavía está enterrada en un monasterio en Cisjordania.

Innegable es el hecho de que el Tercer Templo ha recibido mucha atención en los últimos años, posiblemente desde la formación del Estado de Israel (en 1948) no se había hablado tanto sobre el tema. Mucho se ha invertido para recuperar la Menorá original; el Instituto del Templo se ha preocupado en la formación de los levitas, y han hecho todas las piezas necesarias para el interior del templo siguiendo de cerca las indicaciones bíblicas. Lo último ha sido la recaudación de fondos para la construcción del Tercer Templo.

Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com

El pueblo de Israel es diferente a la Iglesia de Cristo

Miguel Rosell Carrillo

 La Iglesia es la Desposada de Cristo, y es celestial (Fil 3:20). Israel hoy por hoy todavía ha quedado su casa desierta (Lc. 13:35), pero no olvidemos que hay un «hasta que». Cuando la Iglesia haya sido sacada, Dios volverá a ocuparse de Israel (Dn. 9: 27; Zac. 12: 10; 13: 1; Ro. 11: 25-27, etc.), el cual no es celestial, sino terrenal (Is. 2: 1-4; Lv. 25:2), y por tanto, entrará en el Reino milenial. Por eso es tan importante el Arrebatamiento de la Iglesia, antes de que Dios, como prometió, vuelva a ocuparse de su pueblo Israel.

Los que piensan que la “casa de Israel” es ahora la Iglesia se equivocan en su posicionamiento amilenarista/reemplacista. La casa de Israel no son los gentiles convertidos a Cristo. Los gentiles no son Israel y jamás lo serán, así como que el Israel que ha de ser salvo (Ro. 11: 25-27) no es la Iglesia.

Por otro lado, si bien es cierto que la Palabra de Dios dice que de los dos pueblos (judíos y gentiles) hizo uno solo (Ef. 2:14), y ésa es la Iglesia; no es menos cierto que la Iglesia tuvo su principio, en Hechos 2 y tendrá su final aquí en la tierra (1 Ts. 4: 13-18), y que conforme la Iglesia salga de este mundo para ser llevada a los cielos con su Esposo, Dios va de nuevo a encargarse de Su Israel, y cumplir entre otras profecías dirigidas exclusivamente a Israel (Os. 2: 19, 20; Is. 2: 1-4, etc.).

Tomado del FB. Ver más en  www.centrorey.org

Ciertamente vengo en breve

Rafael Torres Mondragón

Palabra de Dios: CIERTAMENTE VENGO EN BREVE Y MI GALARDÓN CONMIGO PARA RECOMPENSAR A LOS QUE AMAN MI VENIDA.

Novia mía, el tiempo de recogerte y llevarte a la casa de mi Padre ha llegado, vengo pronto por ti; has sido fiel Novia mía, has aguardado mi venida, has aguardado a escuchar Mi voz para volar a la casa de mi Padre.

Novia mía ya no tendrás que esperar mucho tiempo,

Novia mía, ciertamente vengo pronto a recogerte, vístete de lino fino, blanco y resplandeciente, prepárate, PREPÁRATE, ¡¡¡PREPÁRATE!!! porque vengo por ti.

La mesa está preparada, las coronas de oro están listas; los ángeles del cielo están preparados para recibir a mi Iglesia, las puertas del cielo en breve serán abiertas y mi voz saldrá como de trueno, con autoridad y voz de mando levantaré a mi Novia, ¡¡¡LEVANTARÉ A MI NOVIA!!! y la haré entrar a la cena de las bodas, a las bodas que he preparado para ella.

Iglesia mía, Iglesia mía ¡¡¡DESPIERTA!!! que voy por ti. Es tiempo, pueblo mío, que pongas los ojos en MÍ y no en el hombre; sólo YO tengo palabras de vida eterna para ti, ¡¡¡SÓLO YO!!! sólo Yo soy tu Libertador, solo Yo soy tu Salvador; Iglesia mía ¡¡¡SÓLO YO!!! sólo Yo derramé mi sangre por amor a ti; sólo Yo puedo santificarte, sólo Yo tengo el poder de levantarte; para gloria mia te hice.

Iglesia ¿hasta cuándo andarás errante?

Iglesia ¿hasta cuando menospreciarás mis palabras?

Iglesia ¡¡¡DESPIERTA!!! y prepara el aceite en tus vasijas, porque vengo, VENGO, ¡¡¡VENGO!!!, vengo mas pronto de lo que tú crees…

¡¡¡ CONSÁGRATE YA !!! Deja la tibieza

Pueblo mío, vuélvete a mi Palabra, vuélvete a la senda antigua, vuélvete a la pureza de mi Palabra y de mi verdad que convierte el alma del hombre.

Conviértanse ellos a ti y no vayas tras la apostasía ni te conviertas a ellos.

Más pronto de lo que ustedes creen escucharán sonar la trompeta desde el cielo y el mundo sufrirá, mas mis santos, MIS SANTOS, ¡¡¡MIS SANTOS!!! entrarán a la Casa de mi Padre, al reino que mi Padre les tiene preparado y se gozarán y se alegrarán con gozo eterno, con alegría perpetua, porque lo que Yo ofrezco en mi reino este mundo no lo conoce…

Mi paz les dejo, mi paz les doy…

AMéN!!! SEA ASÍ, VEN SEÑOR JESUS!!!

Tomado del Facebook

Los postreros tiempos

Asael Velázquez

 Hay por lo menos tres características importantes que hacen pensar a los estudiosos de la Biblia que éstos que ahora vivimos son  los “últimos tiempos”, es decir, los años previos al arrebatamiento de la Iglesia de Jesucristo.

1) El cumplimiento de muchas profecías, entre ellas la multiplicación de la maldad y el crecimiento desbordado de la ciencia; 2) los dolores del parto en la naturaleza, y 3) el surgimiento de la apostasía y la aparición de falsos cristos (“ungidos”).

En el primer punto, nadie podría negar que las profecías de Mateo 24 y Lucas 21, entre otras, han tenido cumplimiento, en algunos casos total, lo cual anuncia la llegada del “principio de dolores” para esta tierra.

La maldad se ha multiplicado. Las estadísticas sobre los delitos, y la saña con que a veces se cometen, no hacen sino corroborar lo que anticipó la Palabra de Dios. Una lectura de los diarios le puede poner nombres a las diversas manifestaciones de esa maldad.

El desarrollo de la ciencia y la tecnología se ha disparado en el último siglo. Las comunicaciones han entrado en una espiral de adelantos como nunca la humanidad los ha conocido.

En el segundo punto, qué podemos decir del cambio climático, cuya modificación en las estaciones, los climas y los paisajes, hacen parecer que el planeta entró a un periodo parecido al que tienen las mujeres embarazadas antes de que nazca el niño.

Pero el factor que ha prendido los focos rojos a los teólogos y predicadores de la sana doctrina es el tercero: la multiplicación de apóstoles y profetas salidos de las congregaciones, algunos de ellos autonombrándose incluso como la reencarnación de Cristo en la era moderna.

Si la Iglesia cristiana vio con mucho recelo la aparición de sectas modernas surgidas en el norte de América entre el siglo XIX y XX, como los adventistas, los mormones y los testigos de Jehová, hoy se han prendido las alarmas pues por todo el mundo se ha desatado una apostolitis que escala el surgimiento de mercaderes de la Palabra de Dios, entre ellos los predicadores de la teología de prosperidad y otras formas de apostasía.

Se trata de pastores, líderes evangélicos, cantantes famosos y teleevangelistas que, habiéndose desviado de la fe, hoy proclaman sus propias ideas, respaldándolas sobre unos versículos sacados de contexto, la metafísica, la psicología y en torcidas interpretaciones de las Sagradas Escrituras.

Aunque no debía sorprendernos el florecimiento de estos falsos ungidos, porque el mismo Señor Jesucristo y sus apóstoles lo anunciaron, no deja de ser una señal a la cual la Iglesia debía responder con más santidad. Veamos los siguientes textos bíblicos:

Mateo 24: 4-5: Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

2ª Pedro 2: 1-3: Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.

2ª Tim 3:1-5 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,

traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella…

¿La Iglesia en la gran tribulación?

Por Abner Chávez

 1) Por considerarlo de interés general, expongo brevemente un tema de importancia para el pueblo evangélico, el cual podemos resumir en una pregunta: ¿pasará la Iglesia por la gran tribulación? Antes de iniciarlo, quisiera aclarar que resulta inútil todo estudio bíblico de los tiempos finales o futuros que no tenga como consecuencia una vida de arrepentimiento, de acercamiento a Dios y de búsqueda de la santidad. Es tiempo perdido querer saber el futuro si ese conocimiento no lleva al mismo tiempo a una intención real y decidida de limpiar nuestras vidas ante la cercanía del regreso del Señor Jesucristo. 2) ¿Qué enseña la Biblia sobre los últimos tiempos? Aunque hay diversas interpretaciones, todos los estudiosos coinciden en señalar como cierta e inobjetable la promesa de nuestro Señor Jesucristo de que regresaría a la Tierra (S. Juan 14:3, Mateo 24:37, etcétera), y que a lo largo de las Sagradas Escrituras hay señales y profecías al respecto, que no quedarán sin cumplirse. Es parte del plan de Dios pues desde el Antiguo Testamento está predicho tal retorno. El cumplimiento de esa promesa, sin embargo, involucra no solamente a la Iglesia, sino al pueblo de Israel y al mundo entero. Y ahí es donde empiezan las diferencias entre los estudiosos, en los detalles, en la manera en que Jesús cumplirá su promesa de volver y los acontecimientos que precederán a ese hecho portentoso. Sin embargo, la Biblia habla de un solo evento: la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo, pero ésta involucra una sucesión de hechos, y al menos dos fases. La primera fase es cuando el Señor venga por sus santos (1ª. Tes. 4:16-17), aunque ésta no es propiamente una aparición o regreso literal, pues no será Cristo quien descienda a la Tierra, sino que la Iglesia será arrebatada (los muertos resucitados y los vivos transformados) para salir al encuentro del Señor en los aires. Este acontecimiento también es descrito como “el día de Cristo o de Jesucristo” o “el día del Señor” (1ª. Cor. 1:8, 2a. Cor. 1:14 y Fil. 1:6, entre otros) La segunda fase será cuando el Señor venga literalmente a la Tierra ya con sus santos (Ap. 19:11), visible a todo el mundo (Ap. 1:7), sus pies se posarán en el monte de los Olivos (Zac. 14:4); el pueblo de Israel, arrepentido, reconocerá a su Mesías (Zac. 12:10-14), luego de lo cual Cristo regirá con vara de hierro durante mil años (Ap. 20:6), en lo que se conoce como el Milenio. Entre la primera fase, el arrebatamiento de la Iglesia, y la segunda fase, la aparición visible del Señor en este mundo, tendrá lugar un periodo que la Biblia llama la Gran Tribulación. 3) ¿En qué consiste la gran tribulación? La “gran tribulación” es un periodo de siete años que inician luego del arrebatamiento de la Iglesia y hasta la entrada del Señor en la Tierra, y es mencionada como tal en los siguientes versículos (y pasajes paralelos): Mateo 24:21: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.” Marcos 13:24: “Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor.” Apocalipsis 7:14: “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Éstos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” Y por referencia, también en Daniel 12: 1: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.” Hay otros pasajes que tipifican perfectamente este periodo sin nombrarlo como tal (Jer 30:7, Isaías 61:2 y 66:14, Mal 4:1, Joel 2:11, Sof 1:14, etc) y algunos lo identifican como el día de la ira de Dios o del Cordero (Sof 1:15, Ap 6:16 y textos concordantes). Todos estos pasajes tienen un denominador común: se refieren claramente al pueblo de Israel y no a la Iglesia.  Y aquí es donde algunos se han confundido, enseñando algo diferente: que la Iglesia será arrebatada después de la Gran Tribulación (y por lo tanto sufriéndola) o incluso que esto ocurrirá a la mitad de ese periodo de siete años. 4) ¿De dónde salen los siete años? El lapso se toma de la profecía de Daniel (cap. 9) sobre las 70 semanas determinadas sobre el pueblo de Israel. Pasaron 69 semanas (de años) de la profecía, cumpliéndose con dos hechos históricos (Dan 9:26): se quitó la vida al Mesías, y el general romano Tito (a la postre César) destruyó “la ciudad y el santuario” en el año 70 de nuestra era, con gran “guerra y devastación”. Luego, entre esta semana y la última se abre un paréntesis dentro del «reloj de Dios» (toco este punto en el numeral 7). La última semana durará también siete años partidos a la mitad (Dan 9:27), como lo corroboran pasajes de Daniel (que durará tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, Dan 12:7) y Apocalipsis (42 meses, Ap. 11:2 o mil 260 días, en Ap. 11:3). 5) ¿Quiénes sufrirán la gran tribulación? La clave para entender para quiénes está destinada la gran tribulación se encuentra en la profecía expresada por el Señor Jesucristo en Mateo 24 y 25 (o en Lucas 21). Luego de revelarles la destrucción del templo de Jerusalén, que no quedaría piedra sobre piedra, los discípulos le hacen tres preguntas al Maestro. a) ¿cuando serán estas cosas (la destrucción del templo), b) y qué señal habrá de tu venida c) y del fin del siglo? A riesgo de ser muy esquemático, la respuesta profética del Señor se puede dividir en las siguientes fases: I) Mateo 24:4-8, que corresponde al principio de dolores de la primera mitad de la semana 70 de Daniel. Compárese el orden en que se suceden los acontecimientos de estos versículos con los primeros sellos de Apocalipsis (cap. 6). II) Mat. 24:9-28 Con un “entonces” se indican los hechos de la segunda mitad de la semana 70, la cual está referida en el versículo 15 (“la abominación desoladora”), que también tienen su paralelo en Apocalipsis 6:9-11 y Ap. 12:12-17, donde claramente se refiere al pueblo de Israel, por la referencia al sábado. III) El periodo será recortado (sin lo cual nadie sería salvo) por la aparición portentosa del Hijo del Hombre (la segunda venida), versículos 22-28. IV) Mat 24:29-31: Se describen las señales que acompañarán a la venida del Señor para concluir esa gran tribulación e iniciar el Milenio. Compárese con Isaías 13:9-10 y Joel 3:15. La trompeta del versículo 31 no debe confundirse con la trompeta tocada por el Señor de 1ª Tes 4:16 o 1ª Cor 15:52-53, que se refiere a la que escucharán los muertos en Cristo, sino con las trompetas de juicio tocadas también por los ángeles en Apocalipsis 8 y 9. V) Mat 24: 32 vuelve con referencias muy específicas sobre el pueblo de Israel, reconocido con la imagen de una higuera. La profecía de que reverdecería se cumplió de hecho el siglo pasado, en 1948, cuando el pueblo judío volvió a ocupar como nación parte de su territorio original en Palestina, lo cual se complementó en 1967, cuando en la llamada Guerra de los Seis Días Israel recuperó la Franja de Gaza y el Golán. Para que la profecía de Daniel 12:11 tenga cabal cumplimiento hace falta que el pueblo santo recupere el lugar donde estaba el templo de Jerusalén, donde hoy se erige la mezquita de Omar, segundo lugar sagrado de los musulmanes. Se debe reconstruir el templo y reiniciar el sacrificio a YHVH. Eso está pendiente de suceder. VI) Aunque tienen aplicaciones espirituales para los cristianos, en cuanto a velar y orar continuamente, las parábolas del capítulo 25 de Mateo aluden a Israel. Por ejemplo, la parábola de las diez vírgenes claramente se refiere a los invitados a las Bodas del Cordero, no a la Novia del Cordero, que es la Iglesia. 6) El anticristo La Biblia describe detalladamente la acción y características de este personaje. Su radio de actuación será precisamente durante el tiempo de la gran tribulación. Por ejemplo, en Daniel 7:25 dice que éste, definido aquí como cuerno pequeño, “hablará cosas contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley”. 2ª Tes 2 nos describe al “hombre de pecado, el hijo de perdición”. En Apocalipsis 13 se lo describe como una bestia que sale del mar y “también se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias” y “se le permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos”. El tiempo (3 años y medio) y las características similares nos permiten ver que los pasajes bíblicos se refieren al mismo personaje. 7) La era de la gracia. Luego de la devastación de Jerusalén, incluido el templo de Jerusalén, y la diáspora de casi 20 siglos del pueblo judío a lo largo del mundo, obviamente se interrumpió el continuo sacrificio del sacerdocio levítico, parando por así decirlo el «reloj de Dios» entre la semana 69 y 70 de la profecía de Daniel. Para que vuelva a echarse a andar ese reloj, debe cumplirse Daniel 12:7 “y cuando acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas”. Y pasajes paralelos, como Jeremías 30. ¿Qué dio lugar a este “cambio de planes” divino? Nada escapa a la voluntad de Dios y al designio secreto del Cristo viviente. Gracias al rechazo de Cristo por parte de los judíos es que se pudo abrir un paréntesis de gracia (un regalo no merecido) para los pueblos gentiles, entre quienes estamos incluidos tú y yo. La plació al Espíritu Santo llamar “al que no era mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada” (Rom 9:25), “para que el resto de los hombres busque al Señor” (Hech. 15:17). Para eso, la casa de Israel tuvo que ser declarada “desierta” (Mat 24:38), “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Rom 11:25). ¡Oh, profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos! 8) Y mientras allá en los cielos… Mientras en la Tierra estará en curso la gran tribulación, en los aires la Iglesia estará gozando de las Bodas del Cordero, vestidos todos de lino fino y resplandeciente (confrontar Apocalipsis 19). Como parte del gozo, salvados de la ira de Dios, los creyentes pasarán entonces por el tribunal de Cristo para recibir diferentes premios, coronas reconocimientos… o recriminaciones. (2ª. Cor 5:10). Este periodo será cortado, debido a que en la Tierra se cumplirán los siete años y si el Señor no interviniera directamente, ninguna carne sería salva (regresar a Ap 19). 9) Las profecías tienen, normalmente, una aplicación inmediata o física y una aplicación futura o espiritual. Así, por ejemplo, la profecía de Daniel de la abominación desoladora (es decir, de sacrificios paganos en el lugar santísimo del tabernáculo) tuvo una aplicación inmediata pero parcial en el tiempo de Antioco Epifanes (175-164 a.C.), pero será cumplida cabalmente por el anticristo en el periodo de la gran tribulación. De esa manera puede entenderse también lo anunciado por el Señor Jesucristo en Mateo 24-25 en su aplicación real e inmediata en el año 70 de nuestra era (para quien quiera abundar al respecto, el historiador Josefo relata la violencia y los terribles hechos de la resistencia judía, los zelotes, el cerco de Jerusalén y la caída), pero que también nos dan una luz sobre su Segunda Venida. 10) Consideraciones finales. a) Todas las indicaciones apostólicas fueron escritas para que la Iglesia se preparara, no para una gran tribulación, sino velando y orando para su encuentro con el Señor, para el arrebatamiento, para el día del Señor. Esto no significa ausencia de tribulación, porque todo hijo de Dios debe pasar por un bautismo de fuego: de problemas y de lloro, “pues es necesario que por muchas tribulaciones alcancemos el reino de Dios” (Hech 20:23), pero este proceso personal de cada cristiano (en tiempo y formas diferentes) es muy diferente a este periodo final (histórico y colectivo) antes descrito. b) Hay una promesa en Apocalipsis de que la Iglesia será librada de este día: (3:10): “Porque has guardado la Palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir a todo el mundo, para probar a los que moran en la tierra”. c) Consideremos, además, que cualquier intento de agregarle acciones al sacrificio de Cristo hace vana la cruz del calvario. “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es un don de Dios. No por obras, para que ninguno se gloríe” (Ef 2:8). d) Se ha dicho que la acción del anticristo, sin la Iglesia, no tendría razón de ser, que no podría haber anti-Cristo, porque sin Iglesia ese personaje sería anti-nada. Es una afirmación fuera de contexto. No se ha entendido la Palabra de Dios. Romanos 10 y 11 explican claramente que los gentiles somos injertados, que la verdadera higuera es el pueblo de Israel. Que Dios abrió un espacio de gracia (¡bendita gracia!) para que muchos podamos alcanzar misericordia. Pero la guerra del anticristo será contra el pueblo judío, la última generación de los hijos de Abraham antes del Milenio.