Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

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Un camino para comenzar de nuevo

Assaillant-de-Tombeaux

En Navidad, incontables familias se reunirán en medio de montañas de papeles rotos y moños arrancados para celebrar los momentos más brillantes del año. Pero, en ese mismo día, miles de otras personas enfrentarán las 24 horas más duras de sus vidas.

Para esas personas, la navidad servirá solamente como un sombrío recordatorio de soledad y pérdida. Simplemente marcará el final de otro año de fracaso.

¿Y qué sobre usted? ¿Cómo va a ser realmente esta navidad para usted?

Usted puede parecer que está lo suficientemente feliz. Puede estar repartiendo sonrisas de la temporada y saludos de las fiestas como todo el mundo. Pero dentro de usted, puede estar herido. Puede estar desilusionado. Aún quizás siente que no puede continuar.

Si es así, yo quiero que usted sepa algo. Todo eso puede cambiar en un instante. ¡Usted puede comenzar su vida de nuevo hoy y hacer de esta navidad la más gozosa de su vida!

Todo es Posible con Cristo

¿Cuántas veces usted ha pensado: «Si sólo pudiera comenzar de nuevo, lo haría de manera completamente diferente»?

Esto no tiene que ser simplemente un vago pensamiento. Jesucristo realmente lo ha hecho posible. Ese es Su regalo de Navidad para usted. Él pagó el precio para todos sus pecados. Él pagó el castigo por todos sus errores, para que usted no lo tenga que hacer. Esta es la razón por la cual Él vino a la tierra. Esa es la razón por la cual Él nació –¡para que usted pudiera comenzar de nuevo!

¿Le resulta tan difícil creer? Entonces mire 2ª Corintios 5:17 y véalo por usted mismo. Allí, la Palabra de Dios dice: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.»

Ahora, usted puede mirar su vida y decir: «Pero yo he cometido algunos errores terribles. He hecho algunas cosas despreciables.» Eso no importa. ¡Jesús pagó el precio por todas ellas!

Isaías 53:4-5  Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

¿Qué significa esto para usted? Significa que cuando Jesús murió en la cruz, Él compró su libertad de la enfermedad y las dolencias, de la angustia y la ansiedad y la depresión. Las puertas de la cárcel que lo han tenido cautivo están abiertas. Usted puede atravesarlas hoy y dejar esas cosas atrás.

No importa quién usted es o qué ha sido. No importa si ha sido una prostituta, un asesino, un ladrón, un traficante de drogas, o un miembro de iglesia que nunca ha hecho a Jesucristo el Señor de su vida.

Hoy es su día para comenzar de nuevo

¿Cómo puede hacer ese nuevo comienzo?  Romanos 10:9 dice: «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.»  Es tan fácil como decir: «Jesús, te entrego mi vida.  Desde este día en adelante, soy tuyo.»

«Pero, ¿y mi pasado?» Usted puede preguntarse. «¡Me siento tan culpable por mi pasado!» Si usted ha nacido de nuevo y se ha vuelto una nueva criatura en Cristo – ese pasado no le pertenece más a usted. Y sería ridículo andar sintiéndose culpable por el pasado de otra persona, ¿no?

Que el Gozo lo Consuele y Cambie

Por supuesto, sus circunstancias no desaparecerán de manera simple. Quizás usted aún esté enfrentando una situación difícil esta navidad. Pero, en vez de dejar que esa situación lo tenga lloriqueando en derrota, ¡puede enfrentarla audazmente con el gozo del Señor en su corazón y la seguridad de la victoria por delante! ¿Puede usted realmente estar gozoso cuando las cosas a su alrededor están yendo mal?

¡Absolutamente! ¿Ve? El gozo es diferente a la felicidad. No depende de sus circunstancias. Es una fuerza espiritual generada por el Espíritu de Dios dentro de usted. El gozo lo consolará en medio de las peores situaciones. Lo fortalecerá desde adentro hacia fuera, capacitándolo para manejar las circunstancias que una vez lo abrumaban. El gozo pondrá una sonrisa en su rostro cuando no hay ninguna otra razón para sonreír.

Con el gozo del Señor en su corazón, no tiene que andar revolcándose en auto-compasión y angustia hasta el año próximo. Puede empezar de nuevo ahora con emoción – sabiendo que Dios lo ama. Piense en eso. Dios lo ama.

Seguro que usted tiene algunos problemas para solucionar. Pero, ¡no se preocupe! Su amor es más que suficiente para llevarlo a la victoria. En realidad, ¡Su amor es lo suficientemente poderoso para ponerlo arriba! Como dice Romanos 8:37: «somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.»

Usted puede decir: «Yo nací de nuevo hace mucho tiempo. Y durante los últimos años, he estropeado terriblemente mi vida rebelándome contra el Señor. ¿Qué debo hacer?»

¡Arrepiéntase! Corra hacia el Señor – no lejos de Él.

Confiese su pecado y 1ª Juan 1:9 dice: «Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.» No vuelva a pensar en esos años desperdiciados – sólo empiece «fresco» con Jesús.

La Biblia dice: «Hoy es el día de salvación.» ¿Qué mejor tiempo para cambiar su vida que Navidad? Ahora mismo, dondequiera que esté, sólo entregue su vida a Jesús. Luego salte y grite: «Alabado sea Dios, ¡estoy comenzando de nuevo!»

¡Y luego tenga una feliz, feliz Navidad!

Publicado en Cristianos Poéticos

¿Por qué se suicidan los famosos?

Protestante Digital

El suicidio del actor Robin Williams recuerda la vulnerabilidad de las personas con tendencias depresivas. Pero ese es un problema del que se puede salir.

El suicidio es una de las 20 causas más importantes de defunción en el mundo para cualquier rango de edad, con un millón de muertes cada año. Casos como el del famoso actor Robin Williams muestran que es un problema que va más allá del estatus económico o social de cualquier persona.

Los profesionales de la salud mental están de acuerdo en que las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de drogas, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio.

Los resultados muestran también que alrededor de 60% de las personas que luchan contra pensamientos o conductas suicidas no reciben ningún tipo de ayuda.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las estrategias más eficaces para prevenir el suicidio son la restricción del acceso a los medios de suicidio, como sustancias tóxicas y armas de fuego; la identificación y tratamiento de las personas que sufren trastornos mentales y consumo de sustancias; la mejora del acceso a los servicios de salud y la asistencia social; y la cobertura responsable de las noticias sobre suicidios en los medios.

Nadie habla del problema

A pesar de que hay tantos casos, el suicidio es un tema tabú que los medios silencian por el llamado “efecto imitación”. Los familiares y personas que rodean a este problema no hablan de ello, pero muchos profesionales están trabajando para que esto cambie y poder dar la vuelta a las estadísticas.

Carmen Tejedor, psiquiatra, lleva más de 30 años investigando el suicidio. En 2006 implantó un programa que redujo 23% el reintento de suicidio en sus pacientes. Tejedor definía al suicida como aquel que “quiere poner fin a una situación que considera intolerable. Su sufrimiento puede estar causado por varios motivos: sentirse maltratado por la sociedad, anticipar desgracias o, el grupo más numeroso, el que quiere poner fin a su sufrimiento”.

El psicólogo Esteban Figueirido explica que 90% de suicidios tienen su causa en alguna enfermedad mental. El 10% que no está vinculado con ellas “llama la atención, aunque la realidad es que la persona, en el momento en que se suicida suele encontrarse en un estancamiento o deterioro psicológico importante.

“Por la causa que sea, el afectado se encuentra en desequilibrio y el trasfondo es la desesperanza y la desesperación, entendiendo que quitarse la vida, para él o para ella, es el único camino que puede aliviar su dolor o resolver la situación en la que se encuentra. Así que esa decisión no es por enajenamiento mental, ni por un mero impulso, sino por ser la conclusión ‘racional’ a la que llega la persona”, explica Figueirido, presidente del Grupo de Psicólogos Evangélicos en España.

La doctora Tejedor afirmaba también que hay diferencias evidentes entre hombres y mujeres: “Las mujeres intentan suicidarse tres veces más que los hombres; sin embargo, los hombres son los que finalmente consumen el suicidio más que las mujeres”, sigue explicando la doctora.

Se puede prevenir

La buena noticia es que si este problema se reconoce como tal y deja de silenciarse, puede detectarse y trabajar con ello de forma más efectiva, provocando así que el número de personas que deciden quitarse la vida disminuya considerablemente.

El suicidio se puede prevenir. En España, por ejemplo, no existe un plan global de prevención de suicidio y cada hospital desarrolla cada plan de actuación.

Pese a que algunos familiares afectados por este problema creen que las ayudas son insuficientes o erróneas, profesionales del sector afirman que “70% de los reintentos de suicidio constituyen a todos aquellos que no hemos conseguido vincular a estos servicios de ayuda, por tanto tenemos un programa bastante eficaz”.

 Los más afectados

Los adolescentes y los mayores de 65 años presentan la mayor tasa de suicidio consumado. En el caso de los mayores de 65 años, suele verse conectado con la soledad o enfermedad.

“Cuando una persona mayor dice ‘yo ya he hecho lo que tenía que hacer en la vida, soy una carga, por eso voy a suicidarme’, esta lucidez está tan desprovista de vida que es realmente muy poco libre”, dice Tejedor.

En el caso de los adolescentes, esto sucede porque suelen tener más dificultades en la toma de decisiones. “Si les dotamos para aprender a dar múltiples soluciones posibles a un problema, seguramente no se planteen el suicidio como una opción”, explicaba Joaquim Puntí, psicólogo clínico juvenil.

El tener unas expectativas altas sobre algo concreto puede generarles un malestar emocional. Si a esto añadimos que el adolescente es alguien de carácter impulsivo y le sumamos una baja tolerancia a la frustración, empezará a realizar conductas negativas. Sin embargo, si a esta persona se le enseña que tiene más alternativas y opciones se puede reducir el riesgo de suicidio. “La idea es que los adolescentes se sientan más competentes a la hora de tomar decisiones.”

Se necesita una esperanza

Esteban Figueirido afirma acerca del suicidio: “A mucha gente le pasa por la cabeza, otros tienen intentos y algunos lo consiguen. Aunque no es una problemática nueva, es cierto que la situación económica que vivimos con todas sus consecuencias, hace que se vea el suicidio como una manera de salir de una situación insostenible”.

Sin embargo, el suicidio no sólo acontece por una situación de crisis económica, sino se vincula más a una problemática más profunda. “No creo que sea la solución de raíz, decir que si restauramos nuestra situación económica haremos desaparecer o disminuir esa problemática. El problema tiene más fondo. Principalmente lo que las personas necesitan para no desear y menos ejecutar un suicidio, es tener esperanza”.

Sacude la soledad

Zenaida Bacardí de Argamasilla

Es el mal de nuestro tiempo.  Es la espina de la incomunicación, metida en el siglo más avanzado y más comunicado.

Soledad… es hueco sin llenar, es pérdida de algo, es isla sin puentes; son ventanas cerradas, abandonos profundos.  Es estar mudo, alejado, desprovisto y trunco.

Soledad es todo tapiado, todo en inercia, todo en aislamiento, en tentativa.  Todos los movimientos se te esfuman.  Todas las reacciones para actuar se te evaporan. Todas las sensaciones del vivir se te opacan.

Es como empezar a morir en jirones, en indiferencias y en tristezas.  Cuando flota a tu lado la soledad, no sabes mas que hundirte en ella y caer de lleno en su vacío.

Te escabulles de la vida y te quejas de soledad.  Tienes miedo de abrir las puertas de tu jaula y que te entren las palomas, los amigos, el estudio, los intereses, el apostolado.  Tienes miedo de que el hermano se te acerque, que la vida te reclame o que Dios te llame, ¡y te pida!. Tienes miedo de sacudir tu soledad y no das ni un solo paso al frente, por eso tus rosas pierden su perfume, tus pupilas confunden el paisaje y tu alegría pierde su frescor y su transparencia.

Con una profunda soledad te vas contaminando y vas destruyendo los puentes que Dios levantó para que puedas llegar a la barca del que sufre, al esfuerzo del que rema, al alero del que tiene frío y al corazón del que no ve salir el sol.

Acabarás solo como una piedra a la que nada puede decirle la corriente de las almas y el palpitar del mundo.  Tu soledad es niebla, es humo.  No ves necesidades, no oyes lamento, no te sacude la sed de vivir.

La soledad no es física: es de espíritu, de alma. A veces, rodeados de seres sentimos frío, y rodeados de ausentes queridos sentimos un gran calor. A veces el encuentro de dos soledades produce compañía, y la presencia de dos que se repelen produce soledad. A veces en la intimidad con Dios nos sentimos llenos, y en el tumulto del mundo nos sentimos vacíos. A veces estás desabrido, te rinde la nostalgia y vives una desesperada soledad que no sabes curar.

Pero quieres saborear solo tus lágrimas. Que no te recuerden tu deuda de amor con los demás, ni tu deber de caridad para el mundo, ni la gratitud que le debes a Dios por todo lo que puso para acompañarte. Agrandas tu soledad queriendo olvidarte de ella. Lloras solo en tu almohada, nunca junto a un amigo o junto a la Presencia de Dios, o haciendo girar el tono de tus recuerdos. Te aprieta el corazón un mundo donde la gente va en tropel de un lado a otro, por que a veces la soledad es mundo, gente superficialidad, aturdimiento, nada.

Solo la verás huir cuando enciendas tu propia luz, modeles tus propias raíces y aprendas la lección y el prodigio del cotidiano vivir.

La soledad más amarga es la de dos esposos en techos distintos. La soledad más persistente, la del vacío de uno y la ternura de otro, que no saben encontrarse. La soledad más desesperante es la de las manos que se atraen por su tibieza y se separan por su orgullo. Eso de faltar a las manos el apretón, la calidez; además de soledad es aridez y sequía.

Cuando te sumes en la soledad todo es inútil. Como un pincel estático sin inspiración, sin deseos, sin ganas y sin nada. Como un paisaje desolador, desnudo, sin flores, sin hojas, sin nudos, sin pájaros y sin nido. ¡Un pincel que torna oscuros todos los colores del universo!.

La soledad te está debilitando valores, bases y columnas. Estás dejando entrar en ti algo anticristiano, antiespiritual y en contra de la fe. Algunas fisuras debes tener; algunos espacios vacíos, algunas rendijas abiertas, algún resquicio por llenar, cuando se te ha infiltrado tanto desperdicio, tanta inercia y tanta soledad. La soledad no deprime. Lo que deprime es amurallarse en ella y ausentar a Dios.

Los achaques y las penas no aplastan. Lo que aplasta es nuestra mente que los agranda hasta que nos caen encima como un manto tupido e impenetrable de soledad. Las limitaciones no destruyen, lo que destruye es no querer lidiar con ellas y rendirse en nombre de la soledad.

Sacude la soledad porque el mundo necesita tus hombros para cruces más pesadas que las tuyas; necesita tus ojos para lágrimas más tristes y más amargas que las tuyas; necesita tus manos para orar y socorrer necesidades más imperiosas y más apremiantes que las tuyas; necesita tus palabras para que alguien reviva tus brazos para que alguien se sostenga, y tu ternura para que alguien se acuerde de que existe el amor.

Decídete a obrar y vivir con alma cristiana. La soledad es la filosofía de lo negativo, donde la noche no tiene amanecer, la jaula no tiene llave, y la tierra no tiene flores. La soledad es como el sollozo de la sonrisa, el tabique de la esperanza y el congelamiento de la emoción.

¡Cómo lesiona el alma la soledad!, ¡Cómo nubla la inteligencia, oprime el corazón y endurece la vida! No arrastres una soledad que te tiene como muerto mientras en la tierra todo florece, palpita y canta. Todo es un impulso y un movimiento. No te escapes tú mismo de la felicidad tantas veces huyendo como una paloma, acorralado y con frío, sin otra salida que la depresión. ¡Sacude la soledad!!.

Es un hueco hondo que no te deja ver la luz. No te vacíes de alas, que hay sueños para todas las edades. No te alejes de Dios, que nunca falla. ¡Sacude la soledad!! Y ama un poco más, y un poco mejor. Más de acuerdo con la vida, más a la capacidad de tu alma, ¡y más a tono con Dios!, para que puedas decirle: «Señor, la soledad que yo siento en este día no la vayas a tomar como un reproche. La soledad que yo siento no es gemido ni es pesar, ¡es soledad de mar!.  La soledad que yo siento no me agita, me reposa; es una tibia mechita trepada sobre mi rosa.  Mi soledad, Señor, no es de dudas ni recelo, tampoco es falta de amor, ¡es de horizonte y de cielo!».

Marbella Caribe, publicado en Cristianos Poéticos

«No dejes de dar hospitalidad a forasteros…

…porque haciéndolo, algunos han alojado a ángeles sin saberlo.»

Hebreos 13:2

Marbella Caribe

¡Cuidado! ¡Casi tocaste ese auto de costado! Me gritó mi padre. «¿Es que no puedes hacer nada bien?»

Esas palabras me dolieron más que un golpe. Volví mi cabeza hacia el anciano sentado en el asiento junto a mí, desafiándome a contestarle. Se me hizo un nudo en la garganta, y aparté los ojos. No estaba preparada para otra pelea.

«Yo vi el auto, papá. Por favor, no me grites cuando manejo.»

Mi voz fue medida y firme, que sonaba mucho más calmada de lo que realmente me sentía.

Mi padre me miró furioso, después volvió su cabeza y se mantuvo callado. En casa lo dejé enfrente del televisor y salí para componer mis pensamientos. Había oscuras y pesadas nubes en el cielo, prometiendo una lluvia. Un trueno distante retumbó como si fuera el eco de mi agitación interna. ¿Qué puedo hacer con él?

Mi padre había sido leñador en el estado de Washington y en Oregon. Había disfrutado de vivir al aire libre y le gustaba medir su fuerza contra el poder de la naturaleza. Había entrado en agotadoras competencias de leñadores, y a menudo ganaba. Los estantes de su casa estaban llenos de trofeos que probaban su habilidad.

Pero los años pasaron implacables. La primera vez que no pudo levantar un pesado tronco, hizo una broma sobre eso; pero luego el mismo día lo vi afuera solo, tratando de levantarlo. Se volvió irritable cada vez que alguien le hacía bromas sobre estar envejeciendo, o cuando no podía hacer algo que hacía cuando era joven.

Cuatro días antes de cumplir sesenta y siete años, tuvo un ataque al corazón. Una ambulancia lo llevó al hospital mientras el paramédico le hacía resucitación para mantener la sangre y el oxígeno circulando.

En el hospital, lo llevaron corriendo al cuarto de operaciones. Tuvo suerte, sobrevivió. Pero algo en el interior de papá, murió. El gusto por la vida desapareció. Obstinadamente se negaba a seguir las órdenes del doctor. Las sugerencias y los ofrecimientos de ayuda eran rechazados con sarcasmo e insultos. El número de visitantes disminuyó, y finalmente cesaron. Papá quedó solo.

Mi esposo Dick y yo le pedimos que venga a vivir con nosotros a nuestra pequeña granja. Esperábamos que el aire libre y la atmósfera de granja le ayudaran a ajustar su vida.

Una semana después de venir, ya me arrepentí de la invitación. Nada le parecía satisfactorio. Criticaba todo lo que yo hacía. Me sentí frustrada y deprimida. Pronto me di cuenta que estaba desahogando mi rabia con Dick. Empezamos a discutir y pelear.

Alarmado, Dick buscó al pastor y le explicó la situación. El pastor nos dió citas de consejería para nosotros. Al final de cada sesión, él oraba, pidiendo a Dios que calmara la turbada mente de papá.

Pero los meses pasaban y Dios guardaba silencio. Había que hacer algo y era yo la que lo tenía que hacer.

Al día siguiente me senté con la guía telefónica y llamé a cada una de las clínicas mentales que había en el libro. Expliqué mi problema a cada una de las voces llenas de simpatía que me contestaron.  Justo cuando estaba perdiendo la esperanza, una de esas amables voces de repente exclamó, «¡Recién leí algo que podría ayudarla! Déjeme ir a buscar el artículo…»

Escuché mientras ella leía. El artículo describía el sorprendente estudio hecho en una clínica geriátrica. Todos los ancianos pacientes estaban con tratamiento por depresión crónica. En todos ellos sus actitudes mejoraron en forma excepcional cuando se les dio la responsabilidad de cuidar un perro.

Fui a la municipalidad a ver los perros ofrecidos en adopción.  Después que llené un formulario, un oficial uniformado me llevó a los corrales de los perros. El olor a los desinfectantes inundó mi nariz cuando entré a las filas de jaulas. Cada una contenía de cinco a siete perros. Los había de pelo largo, enrulado, unos negros y otros con manchas que saltaban, tratando de alcanzarme. Los fui estudiando uno por uno pero los rechacé a todos por distintas razones, demasiado grande, o demasiado chico, o demasiado pelo, etc. Cuando llegué al  último corral, un perro desde la esquina más alejada se paró con dificultad, caminó hacia el frente de la jaula y se sentó. Era un pointer, una de las razas aristócratas del mundo de los perros. Pero éste era una caricatura de la raza.

Los años habían puesto en su cara y hocico un poco de gris. Los huesos de sus caderas sobresalían en triángulos desiguales. Pero fueron sus ojos que atraparon mi atención. Calmados y límpidos, me observaban fijamente.

Apuntando al perro, pregunté, ¿Qué me dice de éste? El oficial miró, y sacudió su cabeza, intrigado. «El es un poco raro. Apareció no se sabe de dónde, y se sentó en el portón del frente. Lo ingresamos,  pensando que quizá alguien viniera a reclamarlo. Eso fue hace dos semanas y nadie ha venido. Su tiempo termina mañana». Hizo un gesto, como que no se puede hacer nada.

Mientras las palabras entraban a mi mente, me volví al hombre con horror… «¿Quiere decir que lo van a matar?»

«Señora», dijo dulcemente, «Es el reglamento. No hay lugar para todos los perros que nadie reclama.»

Miré al pointer otra vez. Sus calmados ojos marrones esperaban mi decisión. «Lo tomaré», dije. Y manejé hasta casa con el perro sentado en el asiento delantero a mi lado. Cuando llegué a casa, toqué la bocina dos veces. Lo estaba ayudando a bajar del auto cuando papá apareció en el porche del frente… “¡Mira lo que te traje, papá!” dije entusiasmada.

Papá miró, y puso una cara de disgusto. “Si yo quisiera un perro lo hubiera buscado. Y hubiera elegido uno mejor que esta bolsa de huesos. Quédate con él, yo no lo quiero.” Agitó su brazo despectivamente y empezó a caminar hacia la casa.

El enojo creció dentro de mí. Me apretaba los músculos de la garganta  y sentía latidos en las sienes. “¡Es mejor que te acostumbres a él, papá, porque se queda con nosotros!”

Papá me ignoró… “¿Me escuchaste, papá?” Grité. A estas palabras papá se volvió enojado, con sus manos apretadas a sus costados, con sus ojos entornados con odio.

Estábamos parados mirándonos fijamente como duelistas, cuando de repente, el pointer se soltó de mi mano. Fue cojeando despacio hasta mi padre y se sentó frente a él. Entonces muy despacio, cuidadosamente, levantó la pata delantera.

La quijada de mi padre tembló mientras se quedó mirando la pata levantada. La confusión reemplazó la ira de sus ojos. El pointer esperaba pacientemente. De pronto, papá estaba arrodillado, abrazando al animal.

Fue el principio de una cálida e íntima amistad. Papá lo llamó Cheyenne. Juntos, él y Cheyenne exploraron el vecindario. Pasaron largas horas caminando por polvorientos caminos. Iban a las orillas de los rápidos ríos, a pescar sabrosas truchas, pasando largos momentos de reflexión. Incluso comenzaron a ir juntos a la iglesia los domingos, mi padre sentado en un banco y Cheyenne echado silencioso a sus pies.

Papá y Cheyenne fueron inseparables a través de los tres años siguientes. La amargura de mi padre se desvaneció, y él y Cheyenne hicieron muchos amigos.

Entonces, una noche, muy tarde, me extrañó sentir la fría nariz de Cheyenne revolviendo nuestras frazadas. Nunca antes había entrado a nuestro dormitorio en la noche. Desperté a Dick, me puse el salto de cama y corrí al cuarto de mi padre. Papá estaba en su cama, con una faz serena. Pero su espíritu se había ido silenciosamente  en algún momento durante la noche.

Dos días más tarde, mi dolor se hizo todavía más profundo cuando descubrí a Cheyenne tendido muerto junto a la cama de papá. Envolví su cuerpo en la alfombra sobre la cual siempre había dormido. Mientras Dick y yo lo enterrábamos cerca de su lugar favorito de pesca, le agradecí silenciosamente por la ayuda que me había dado para devolver a mi padre la paz y tranquilidad.

La mañana de funeral de papá amaneció nublada y sombría. Este día se ve de la misma manera que yo me siento, pensé, mientras caminaba hacia la línea de bancos de la iglesia reservados por familia. Estaba sorprendida de ver la cantidad de amigos que papá y Cheyenne habían hecho, que llenaban la iglesia. El pastor comenzó su elogio del difunto. Fue un tributo para papá y para el perro que había cambiado su vida.

Entonces el pastor citó Hebreos 13:2. “No dejes de dar hospitalidad a forasteros, porque haciéndolo, algunos han recibido ángeles sin saberlo.” “Muchas veces he agradecido a Dios por haberme enviado un ángel,” dijo.

Entonces me di cuenta, y el pasado cayó todo en su lugar, completando un rompecabezas que no había visto antes: aquella amable y simpática voz que me leyó aquel artículo sobre el estudio en la clínica geriátrica. La inesperada aparición de Cheyenne en el lugar de los perros para adopción. Su calmada aceptación y completa devoción a mi padre y la proximidad de sus muertes.

Y de repente, comprendí. Me di cuenta que, ciertamente, Dios había contestado mis plegarias en busca de su ayuda.

La vida es muy corta para hacerse dramas por cosas sin importancia, así que:

RÍE CON FUERZA, AMA CON SINCERIDAD Y PERDONA RÁPIDAMENTE. VIVE MIENTRAS ESTÉS VIVO.  PERDONA AHORA A AQUELLOS QUE TE HACEN LLORAR.  QUIEN SABE SI TENDRÁS UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.

Comparte este mensaje con alguien. Puede que sea de ayuda a alguien que sufre. El tiempo perdido nunca se puede recuperar.

Dios contesta nuestras plegarias a Su manera… no a la nuestra…

* * * * *

«SER RESCATISTA es asunto de TODOS, no es de unos pocos o algunas personas; ésto no es un oficio, ni es una labor especializada.  El gobierno no asume responsabilidad ni compromiso. No es una solución u opción los albergues o refugios que son administrados por algunos gobiernos municipales, pues diariamente son matados más de 700 perros en Puerto Rico.
TODA PERSONA OSTENTA LA CAPACIDAD DE SER RESCATISTA.
Es cosa de actuar con humanidad por misericordia y piedad, es un asunto de conciencia, DE ESO SE TRATA».

LA ESTERILIZACIÓN ES LA SOLUCIÓN
LA SOLUCIÓN ES LA ESTERILIZACIÓN

Es importante aclarar para el conocimiento y beneficio en general que, ésta mi labor ministerial, así como todo otro buen rescatista y genuino protector de animales, lo hacemos excelsamente por servirnos hacía los animales y por los animales. No nos servimos para satisfacer o complacer los caprichos de las personas. Cabe señalar que, no regalamos animales, ni los vendemos; ellos son seres vivientes, los ofrecemos en adopción. Recordamos que nuestra labor va dirigida al rescate de los animales, y de proveerles un hogar comprometido a brindarles una vida digna, de bienestar y de protección.
Se trata de, ¡una oportunidad de vida!
Marbella Caribe.

«Sé parte de un clamor de oración diario por todos los ANCIANOS, los NIÑOS, los DISCAPACITADOS físicos y mentales, y los ANIMALES en el mundo.  De toda la creación de Dios, éstos son los seres más indefensos, y muchos son víctimas abusados y maltratados por el hombre. ¡¡Basta Ya!!,
¡¡En contra de la crueldad y la negligencia de los que no tienen voz!! No seas parte de una sociedad enferma, ni te conviertas en cómplice de ella con tu indiferencia e insensibilidad, asumiendo la actitud de no hacer nada pensando que otro lo hará».
‘Mientras más conozco al ser humano más amo a los animales’
Adopta un indefenso sin hogar – Defiéndelo y Protégelo – Ayúdalo
¡¡TOMA ACCIÓN AHORA Y HAZ ALGO YA!!
Marbella Caribe

Rescatista, Protectora de Animales y Activista Voluntaria de P.R.A.S.F. (P.R. Animal Savers Foundation, Inc.) y P.A.W.S. (P.R. Animal Welfare Sanctuary)   (787) 673-8120

marbella_caribe@hotmail.com

Por favor, visita diariamente http://www.theanimalrescuesite.com/ y oprime sobre el encasillado color violeta «ANIMAL RESCUE», y estarás dando alimentos y cuidados GRATIS.  No te costará absolutamente nada, sólo un minuto de tu tiempo.  Estarás ayudando al enlace de Rescate del Animal  a alcanzar su cuota en obtener alimento donado gratuito diariamente para animales abusados y maltratados.

«Ayudando Animales Perdidos en Puerto Rico»
ayudandoanimalesperdidos.blogspot.com

ayudandoanimalesperdidos@gmail.com

nocompreadopte@gmail.com

Enseñanzas a los hijos: Cultura Emo

Marbella Caribe

Enséñame, oh Jehová, tu camino;

caminaré yo en tu verdad,

afirma mi corazón para que tema tu nombre

Salmo 86:11

Que aprendan que…

…Lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas.

…no es bueno compararse con los demás, porque siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.

…no pueden hacer que alguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.

…»rico» no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

…deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán.

…hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.

…los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.

…no siempre es suficiente ser perdonados por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.

…la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de decisiones.

…dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.

…al retener a la fuerza a las personas que aman, las alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen para siempre a su lado.

…amar y querer no son sinónimos sino antónimos: el quererlo exige todo, el amar lo entrega todo.

…toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.

«En verdad no hay mejor alimento que un padre le pueda dar a un hijo, que aquel que alimenta de sabiduría, superación y humildad». MC

«La cultura EMO», una modalidad peligrosa adoptada por algunos jóvenes de hoy como estilo de vida.

¿Qué debemos saber los padres sobre la cultura EMO?

LOS EMOS

Entre su filosofía de vida, podemos destacar:

“Soy un incomprendido”.

“¿Por qué tuvo que dejarme?”.

«¡La vida es un tormento!”.

«¡Déjame hacer lo que quiero!”.

“Dios no existe, solo existe el sufrir”.

«¿Por qué tuve que nacer?”.

«Haz lo que quieras, con quien quieras, donde quieras, sin importar lo que digan tus padres”.

Para los que se hacen llamar ‘Emos’, su personalidad tiene mucho que ver con su exterior. Así, por ejemplo, el estar extremadamente delgado es sinónimo de la vida que quieren llevar. Esta vida es deprimente, sin sentido y sufrida.  Si una persona quiere ser ‘Emo’ deberá ser delgado a cualquier precio, de lo contrario, será rechazado por su comunidad y será llamado «casposo» o «lámpara».

De igual forma, para ser ‘Emo’ es necesario ser alto. Si es bajo de estatura, deberá usar plataformas para verse alto. Son las reglas de la comunidad.

Así mismo, el pelo siempre les cubre la cara puesto que quieren pasar desapercibidos. Son antisociales y no les gusta ser vistos. También significa que su existencia es sombría y triste.

Los ‘Emos’ viven en constante depresión debido a que según ellos, el mundo es miserable y denigrante…

Sus habitaciones suelen tener poca luz, cubrecama de un solo color y cama sencilla y dura, de esta forma, al levantarse cada mañana recordarán lo miserable de su existencia y permanecerán en un estado de depresión todo el día.

Los ‘Emos’ no creen en religiones ni en dioses.  Sus símbolos son: calaveras, corazones rotos y estrellas rosadas.

Las parejas sentimentales deben ser también ‘Emos’.  Deben compartir su dolor en todo momento.  Si el ‘Emo novio’ está llorando, la ‘Emo novia’ debe llorar también.

Los dos se cortarán la piel con cuchillas al mismo tiempo, se vestirán igual al punto de no saber quién es el hombre y quién la mujer.

¿Cómo se visten?

Les gusta calzar zapatos marca “Converse” y vestir camisetas “Vans Busos” ajustados al cuerpo con capucha y pegadas al cuerpo con estampados femeninos; jeans de color negro entubados; riatas de taches; estrellas rosadas en las correas o en los morrales.

Llevan el cabello de medio lado cubriendo el ojo derecho; piercing en la ceja izquierda y en el labio inferior izquierdo; colores rosado y negro principalmente.

Algunos ‘Emos’ se maquillan los ojos de color oscuro al estilo gótico.

Los ‘Emos’ se diferencian fácilmente de los demás jóvenes por su particular forma de peinarse, que destaca por casi cubrir el rostro, en especial los ojos.

Lo Malo

Cortarse la piel con armas blancas es un acto autodestructivo. En estos ritos existen riesgos de contagio de VIH Sida por transfusión de sangre.

Los ‘Emos’ rechazan a personas que no son como ellos en apariencia, por sentimientos de odio y rechazo por el mundo que los rodea.

Lo Feo

Las niñas «pierden» su feminidad al vestirse igual que los varones.

Tienen pocas expectativas de vida.

No tienen sueños ni anhelos en la vida.

Se caracterizan por tener estados de depresión permanente.

¿En quién se inspiran los Emos?

Están inspirados en Adolf Hitler.

¿Cómo actúan los Emos?

Un ‘Emo’ ofrece un aire pesimista, lánguido. Cuando alguien le habla, miran a través de su flequillo. Hablan sin mirar a la cara, con desgano.

Llevan en su mente la idea de suicidarse. Cuando alguien les pregunta:  “¿Qué tal estás?”, ellos utilizan alguna de estas expresiones: “Vacío”, “Afligido”,  “No sé cómo estoy de domingo por la tarde…”.

Actúan también como si fueran gay, aunque no lo sean. En esta cultura se fomenta el bisexualismo.

Un ‘Emo’ no puede estar gordo. Es triste, pero es así, por lo tanto promueven la aneroxia. Comúnmente consumen alcohol, “Poppers” y otros alucínogenos.

Para ellos ser pálido y ojeroso es lo más bello y atractivo.

Los ‘Emos’ se toman las fiestas como intentos de suicidio que no llegan a su objetivo.

Un ‘Emo’ disfruta recreándose en las resacas, tirado por el suelo, llorando y manifestando: “¡Qué dura es la vida…!”.

Los ‘Emos’ se obsesionan con sus relaciones sentimentales.

Piensan que amar es sufrir.

¿Qué está sucediendo con nuestros hijos?

¿Seremos los padres los culpables de lo que está pasando?

¿Les estamos negando el amor que tanto necesitan?

¡Este tema es preocupante y no podemos ignorarlo!

Por favor, si tu hijo está adquiriendo este estilo de vida, ¡despierta y busca ayuda! ¡No esperes a que sea demasiado tarde para remediar la situación!

Si realmente te preocupa esta modalidad problemática cultural que la juventud está adoptando de la cual hacen parte nuestros hijos, sobrinos, hermanos, vecinos y compañeros, ¡por favor, comparte este mensaje con otros!

Necesitamos una juventud atrevida,
que tenga deseos de vivir, de salir adelante
y de luchar por sus sueños,
porque son la esperanza del mañana.

UNA JUVENTUD QUE CONOZCA EL VERDADERO AMOR… EL VERDADERO AMOR DE DIOS EN SUS VALIOSAS VIDAS.

Te invitamos a disfrutar de este mensaje en su contexto original (es una presentación PPS); da click aquí