Escudriñando las sendas antiguas en un mundo posmoderno

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¿Qué clase de oveja eres?

Rafael Torres Mondragón

En el oriente era muy notoria la diferencia entre las ovejas gordas y las ovejas flacas. Alguien dirá que hablo de algo muy obvio, pero no es al físico a lo que me refiero, sino a sus diferentes actitudes y acciones.

Por lo regular, cuando el pastor conducía al rebaño hacia pozos de agua y ricos pastos, las ovejas gordas comían primero y, cuando estaban saciadas, pisoteaban el poco pasto que había quedado para no dejar nada a las ovejas flacas.

Y cuando habían bebido lo suficiente, ensuciaban el agua arrojándole tierra y hasta su excremento… alejaban de esa manera a las ovejas flacas de los buenos pastos y de las fuentes de agua a puros empujones y, muchas veces, llegaron a lastimarlas, ante la complacencia de los pastores, quienes de las ovejas gordas obtenían más carne y más lana.

¡Por desgracia es algo que sigue pasando ahora!

Las ovejas gordas son las personas que tienen años en la congregación y no hacen otra cosa que alimentarse de las buenas enseñanzas de sus pastores, aunque nunca pongan por obra lo aprendido.

Cuando alguna ovejita flaca (los hermanos nuevos) pretende involucrarse en las actividades de la Iglesia, le hacen la vida imposible y todo le critican. En muchos casos forman su grupito para presionar al pastor exigiéndole que retire de cualquier actividad a la hermanita que recién hace la obra de Dios. Y para ello argumentan muchas cosas en su contra cuestionando 1) que son nuevos 2) que tienen poca capacidad. 3) que todo va a salir mal, etcétera.

En algunos casos tienen la desfachatez de encarar al pastor y decirle: ¡O se va ella o me voy yo!, amenazando al pastor con dejar la congregación.

Lamentablemente, la mayoría de los pastores le da la preferencia a los congregantes que tienen más lana y están mas gordos de dinero… y menosprecian a los hermanitos más pobres.. Los pastores suelen exaltar el ego de los que aportan más dinero, porque a su propio juicio estos están más cerca de Dios y por eso son prosperados. En cambio, pregonan que ser pobre es una maldición del cielo y marginan a los hermanitos más humildes.

La pregunta es: ¿qué clase de oveja es usted?

“Por tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis.”. Ezequiel 34:20-21

usado con permiso